La Casa de los Perros: Pleitos innecesarios

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Cuando en un país, un gobierno acumula 179 mil 356 muertos convirtiendo esta tierra en un cementerio, lo que menos se quiere es que los gobernantes en los estados sigan los pasos del presidente que prometió pacificar y que, lo único que consiguió fue polarizarlo.

Zacatecas, si bien ha logrado disminuir la incidencia de homicidios dolosos, tampoco es que se pueda echar las campanas al vuelo, y mucho menos arrojarse a la yugular de aquellos con quienes se comparte frontera.

Las declaraciones del inquilino de La Casa de los Perros contra el gobierno panista de Aguascalientes, que encabeza la aguerrida Tere Jiménez, no benefician a nadie, y menos cuando todos en esta tierra saben que han sido muchos los zacatecanos que han huido a territorio hidrocálido en busca de paz.

Hoy, por ejemplo, según cifras publicadas por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Aguascalientes suma un homicidio doloso en los primeros 16 días de febrero.

Sí, justamente el del zacatecano involucrado en una demanda entre particulares que, según una de las líneas de investigación, habría sido la causa del incidente “en el interior de un restaurante”.

Porque 70 millones de pesos pueden mover montañas, y también sicarios.

Y así, mientras Zacatecas hasta el viernes contaba 26 homicidios dolosos, el vecino Durango, gobernado por el priista Esteban Villegas Villarreal, tiene en su cuenta cero homicidios dolosos.

El mismo estado al que el secretario de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza, hasta el cansancio señaló como el lugar en el que desaparecieron tres conductores de una aplicación de transporte privado que, felizmente, fueron localizados en Zacatecas.

No podemos dejar de lado a Coahuila, el otro vecino con el que se comparte la carretera más transitada por los migrantes. Allá, en la entidad gobernada por un priista, Manolo Jiménez Salinas, los homicidios dolosos son sólo tres hasta el 16 de febrero.

La policía conocida como Fuerza Coahuila ha mantenido a raya al crimen organizado desde la partida de los Moreira del estado, cuando los Zetas hicieron y deshicieron en esa tierra.

Pero, así como Aguascalientes, Durango y Coahuila se mantienen entre las ciudades más seguras del país, también hay otros vecinos como San Luis Potosí, gobernado por el Verde Ecologista, Ricardo Gallardo Cardona, que en la primera quincena de febrero casi iguala a Zacatecas, con 22 homicidios dolosos.

Casos aparte son, sin duda, Jalisco y Guanajuato que hoy en día son las entidades en donde las cifras homicidios dolosos horrorizan a cualquiera. Tan sólo la entidad gobernada por Enrique Alfaro Ramírez, de Movimiento Ciudadano, ya suma 71 homicidios; mientras que en donde la vida no vale nada, que gobierna el panista Diego Rodríguez Vallejo, ya van por los 137 homicidios dolosos.

Pro como hoy, al presidente Andrés Manuel López Obrador le interesa más dar las gracias haciendo campaña abierta a favor de su candidata, que velar por la seguridad de los mexicanos, toca a los gobernadores dejar atrás sus filias y sus fobias y trabajar de la mano.

Y mientras Tere Jiménez sentencia que en Aguascalientes “quien la hace la apaga”, y a David Monreal, el Cártel del Noreste Plaza Zacatecas le deja condolencias por la muerte de sus familiares, urge que ambos, junto con los otros vecinos se pongan a trabajar para quienes les pagan puntualmente sus salarios.

Porque si además de aguantar la guerra entre los cárteles, hay que soportar los pleitos entre gobernantes, a dónde vamos a parar…

Sigue la incertidumbre

Hace unos días, tras el anuncio que Mario Delgado hizo de las fórmulas que competirán por Morena al Senado, a Célida López y Omar del Valle no les gustó y en Sonora se armó la de San Quintín.

Ellos decidieron que era mejor separados que mal acompañados y entonces el Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista de México anunciaron que irían solos y su soledad.

Ella era la jefa de oficina del Ejecutivo, Alfonso Durazo, y él, titular de la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano, y la decisión cupular fue que irían cada uno por una diputación federal. Como no les agradó ahora van por el Senado.

Ramón Flores, líder estatal del PT en Sonora, dijo que con esta disposición lograrían cumplir el sueño de López Obrador de alcanzar la mayoría en el Congreso de la Unión al ganar la elección y, de paso, la primera minoría también. ¿Y su helado?

Este movimiento hizo pensar que lo mismo pudiera suceder en Zacatecas, y que la actual senadora Geovanna Bañuelos bien pudiera lanzarse en busca de un escaño, en lugar de la diputación federal por el Distrito IV.

Su compañero de fórmula podría ser Ulises Mejía Haro, si es que por fin se decide a hacer algo por él mismo o prefiere seguir el camino de Marcelo Ebrard. Porque cuando uno vale o se vende bien o adiós que te vaya bien.

Además, comenzó a circular el rumor de que Bennelly Hernández Ruedas siempre sí iría por la alcaldía de Fresnillo para dejar su lugar a la exdelegada del Bienestar; mientras que Lyndiana Bugarín, que prefiere la comodidad de una diputación local, igualmente dejaría su lugar a Julia Olguín Serna.

El Distrito III Federal estaría más que apartado para Alfredo Femat y, en caso de que Geovanna Bañuelos siga su instinto de ir por primera vez a las urnas, Samuel Herrera sería el ganón.

Estas decisiones tienen también en vilo la candidatura a la alcaldía, misma que Ulises Mejía podría ganar de calle, aunque hoy en el PT tienen una buena carta, la del diputado local Xerardo Ramírez, que en la última medición aparece codo a codo con el panista Miguel Varela y a pocos pasos de alcanzar al actual alcalde Jorge Miranda Castro.

Pero estas son puras especulaciones, muy de moda en estos tiempos electorales, de ahí que, como prioridades son prioridades, lo mejor será esperar a que hoy salga humo guinda o, de lo contrario, que las cúpulas sigan jugando con los sentimientos de los suspirantes.

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