La Casa de los Perros: Quieren bono de ¿productividad? en la ASE

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Los gravísimos problemas económicos que hoy padece el gobierno de Zacatecas tienen que ver, en su mayoría, a la manera en la que los gobernantes han utilizado los recursos públicos en beneficio propio.

Ahí tenemos al Issstezac, en cuya quiebra mucho tiene que ver la generosidad con la que actuaron los exgobernadores Ricardo Monreal Ávila, Amalia García Medina y Miguel Alonso Reyes, quienes utilizaron los recursos materiales y económicos del Instituto como su caja chica.

Las cortesías a los hoteles Paraíso Caxcán, Mesón de Jobito y El Parador eran cosa de todos los días. Para nadie es un secreto que las familias y amigos de los hoy exgobernadores vivían sin gastar un solo peso en estos sitios. Se daban vida de sultanes.

Pero a todo ello se suma, una vez más, ese dar a manos llenas de los gobernadores a los burócratas. Para “tenerlos contentos”, se inventaron desde aguinaldos magisteriales de 90 días, hasta un sinnúmero de bonos que, claro está, muy contentos, recibieron los líderes sindicales.

En el sexenio de Amalia García se ideó entregar a los trabajadores del Poder Legislativo un bono trianual como agradecimiento de parte de los diputados salientes a quienes fielmente les habían servido durante su periodo. Un reconocimiento de parte las autoridades estatales por haberse mantenido leales al partido en el gobierno una vez pasada la elección, y un llamado de parte de los diputados entrantes a mantenerse en la misma línea.

Así, se comenzó a entregar no sólo a los trabajadores del Congreso del Estado, sino también a los de la Auditoría Superior del Estado (ASE), un bono de 18 mil pesos. Sí, con la mano en la cintura, y sin medir las consecuencias, las arcas del Poder Legislativo se abrieron y, obvio, todos eran felices, aunque no tan leales.

Fue Amalia García quien autorizó que la Secretaría de Finanzas otorgara una ampliación en el presupuesto para que los diputados hicieran de las suyas para consentir a los trabajadores y, al final, esos mismos burócratas terminaron, como muchos zacatecanos, dando la espalda al PRD, ex partido de la exgobernadora y se brincaron al PRI para apoyar a Miguel Alonso Reyes. Ingratos.

Pero como en esta vida, todas las costumbres se hacen leyes, mientras fueron peras o manzanas, el mentado bono trianual de agradecimiento, se quedó para siempre. Claro, a quién no le agrada recibir 18 mil pesos sólo por pertenecer a un Sindicato.

En el 2013, este bono electorero trianual tuvo una modificación en la ASE. Ahí los recursos no son los mismos que manejan a manos llenas los diputados y por ello, tras un jaloneo, se acordó mantener los 18 mil pesos intactos para los trabajadores sindicalizados, pero para todos los no afiliados al SUTSEMOP, la cantidad se acordó en 10 mil pesos. Entre que sí y que no, todos aceptaron.

En el 2011 y 2018 las cosas se mantuvieron sin cambios, sin sobresaltos. Llegaba el periodo electoral y con ello nuevos diputados que, con ganas de no quedar mal, mantuvieron esta costumbre ya hecha ley. Si las arcas de Zacatecas se vacían qué importa mientras los burócratas sean felices.

Este año las cosas seguirían igual. No había por qué cambiar. Qué importa si los recortes que la Federación, hoy a cargo del presidente Andrés Manuel López Obrador, el líder de Morena y la 4T, ha hecho a los recursos que mandan a Zacatecas tienen al secretario de Finanzas, Ricardo Olivares, con los pelos de punta. Total, qué tanto es tantito.

Pero con lo que no contaban en la Auditoría Superior del Estado, a cargo de Raúl Brito Berumen, es que un exempleado, Ramón Elizondo, ahora alineado con toda su familia a la 4T, y una diputada dedicada cien por ciento a la grilla barata, se pusieran más creativos que nunca y decidieran alebrestar al gallinero.

Muy ad hoc a esta generación de cristal, la legisladora de Morena, Alma Dávila Luévano, que se ha autonombrado defensora de los desvalidos burócratas, y el ex auditor especial, quien renunció supuestamente porque hacia negocios por fuera con las auditorías, inventaron que entregar el bono de 18 mil a los 65 sindicalizados y 10 mil a los 200 de confianza, es discriminación laboral. Sí, aunque Usted no lo crea.

Y es que, un detalle muy importante, a todos, absolutamente a todos los burócratas que laboran en el Congreso del Estado, sean o no sindicalizados, se les hace llegar a su cuenta de nómina el bono trianual por 18 mil pesos. Ahí hay dinero. Pero en la Auditoría Superior del Estado no.

Así, armada hasta los dientes, hoy esta diputada, secundada por Flor de María García, alfil de Ramon Elizondo en la ASE, logró convencer, sin mucho trabajo, a los trabajadores de confianza de la ASE, para que tomen las instalaciones de esta dependencia del Poder Legislativo y exijan se ponga un alto a este terrible e inhumano acto discriminatorio y se entregue parejo el bono trianual de agradecimiento, que ellos llaman de productividad por los 18 mil pesos. Faltaba más.

Lo que esta diputada y quienes le siguen la corriente no entienden es que López Obrador hizo un nuevo recorte presupuestal, ellos lo llaman ajuste cuatrimestral, a las finanzas de Zacatecas por algo así como 200 millones de pesos. Pareciera que la idea es que el gobierno priista de nuestro todavía inquilino de La Casa de los Perros le batalle más y termine con la soga en el cuello más apretada que nunca.

Por lo pronto, esta mañana la ASE será tomada y parará actividades hasta que las víctimas de esta inhumana discriminación reciban un recurso que ni está presupuestado ni tampoco justificado.

Hasta cuándo se entenderá que al menos en estos momentos no hay dinero para cumplir caprichos. Quizás cuando David Monreal Ávila, una vez que rinda protesta constitucional, y con el apapacho del presidente de la República, por ser de Morena, reciba a manos llenas recursos federales que hoy se escatiman, pueda acabar de tajo con esta acción discriminatoria. Pero, se debe entender, hoy eso no es posible.

Esperemos que David Monreal, con las enseñanzas del pasado, una vez que llegue septiembre, no caiga en esa practica malsana de andar entregando bonos, aguinaldos y demás prestaciones que el presupuesto estatal ya no aguanta a los consentidos burócratas.

Y ojalá, Raúl Brito, como titular de la ASE, reciba el respaldo necesario para que la presión de los 200 trabajadores, con conferencia de prensa de la diputada Alma Dávila y compañía, no termine por minar aún más las finanzas públicas y se vea obligado a pagar por ¿agradecimiento a qué o quién?, casi dos millones de pesos que no están, ahorita, por ningún lado.

Comienza la guerra

El sábado, los diputados locales electos de Morena sostuvieron una reunión, en el Mesón de Jobito, con su líder David Monreal. Esta semana tocará sentarse a la mesa con el gobernador electo a los alcaldes con corazón guinda que rendirán protesta en septiembre.

Así como los alcaldes del PRI, PAN y PRD ya se andan organizando para hacer frente al embate de la 4T, los morenistas harán lo propio.

La cuestión es que deberán nombrar a un líder que, dicen unos, podría ser el de Fresnillo, Saúl Monreal, pero también Julio César Chávez Padilla, el de Guadalupe.

Este jaloneo no deja ver más que una cosa: la carrera por la candidatura al Senado ha comenzado y será una guerra sin cuartel. Ya lo verán sus ojos.

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