La Casa de los Perros: «Por instrucciones del gobernador»

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

La polarización de la sociedad que actualmente se padece en México es producto de la política implementada en el país por el presidente de la 4T, Andrés Manuel López Obrador. Él sigue al pie de la letra aquello de divide y vencerás y, por ello, ha dedicado cuatro años de su gobierno a dividir a los mexicanos sin importarle las consecuencias. Total, él ya está chocheando.

Esta polarización está hoy en carne viva en la LXIV Legislatura que, a dos días de concluir su primer periodo ordinario, no pueden ponerse de acuerdo en temas como lo son la designación del presidente y de un consejero de la Comisión de Derechos Humanos de Zacatecas (CDHEZ), así como el titular del Órgano Interno de Control (OIC).

El diputado de Morena, Ernesto González Romo, ayer sorprendió a todos con el anuncio de que, además de todo lo que sucede al interior de esta Legislatura, ahora han descubierto la terna de seis.

La justificación de este diputado para enlistar a seis, y no a tres aspirantes a titulares del OIC es que, tres son hombres y tres mujeres. Tres internos y tres externos. De risa loca.

Pero sin importarle un comino esa nimiedad, vía Facebook dio a conocer que “en tiempo y forma”, la Comisión del Sistema Estatal Anticorrupción ya tenía gallos y gallinas: Amuraby Gutiérrez Torres, Claudia Salas Reyes, Diana Escamilla González, René Flores, Edith Guerrero Lechuga y Adrián Martínez Zapata.

Y dijo que si bien no existe un consenso que reúna a las dos terceras partes de los diputados necesarios para nombrar al afortunado, la petición es agarrarse todos de las manos y ser felices como hermanos.

La cuestión es que los morenistas quieren impulsar, sí o sí a Claudia Salas, cercana colaboradora de la diputada Imelda Mauricio Esparza. Le quieren hacer manita de puerco a la experredista dejando en este importante cargo a una de las suyas para que reflexione y, dócilmente, regrese al redil que abandonó entre lágrimas.

Los del otro bando apoyarían a Diana Escamilla, mujer cercanísima al exgobernador Miguel Alonso Reyes, y quien aprovechó su relación con el priista para hacer de las suyas cuando fue nombrada cabeza de la Unidad General de Administración de la Auditoría Superior del Estado (ASE).

En ese entonces fue señalada por trabajadores de la ASE por perseguir a los que le caían mal, contratar a su hermana Elizabeth como auditora de Obra Pública, además de celebrar su cumpleaños en fifí restaurante siempre con cargo al erario.

Ella formó parte del cuarteto integrado por Tania Cuéllar Sánchez, Mara Muñoz Galván y Yuri Soto durante el sexenio de Alonso Reyes.

El veto de la nueva gobernanza

Los 25 que se registraron para competir por la presidencia de la CDHEZ acudieron de buena fe al llamado. Ilusos, creyeron que la designación se llevaría a cabo por méritos y experiencia, jamás en base a filias y fobias.

El lío en tribunales en el que están enfrascados los diputados locales tiene entrampada esta decisión, al grado de que nadie pudo asumir en la CDHEZ, el cargo formalmente el 25 de junio.

Hasta ayer, es tal el encono que la presidenta de la Comisión Legislativa de Derechos Humanos, Georgina Miranda Herrera, no había sido capaz de emitir un citatorio para sesionar hoy y darle marcha al asunto.

Los diputados integrantes de dicha Comisión recortaron la lista a 10, pero no contaron con la novedad de que la nueva gobernanza iba a ejercer su derecho al veto y “por instrucciones del gobernador”, los de Morena exigieron eliminar del listado a Salvador Estrada, por el simple y único hecho de “ser gente de Ulises Mejía Haro”.

La cuestión es que hoy, no hay una señal de que los diputados hubiera, cuando menos, llegado a un preacuerdo de terna, que todos esperan sea de tres, aunque los perfiles que más apoyo tendrían son: Jorge Rada, Martha Vázquez, Juan Antonio Ruiz y Ángel Dávila Escareño.

Eso sí, “por instrucciones del gobernador” los de Morena ya se decantaron por Martha Vázquez, quien tiene todo el apoyo de la Delegación del Bienestar.

Las manos del Monris

Cuando se supo que las sentencias de la Sala Regional Monterrey, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) irían en contra de los diputados morenistas y sus rémoras, habría sido el senador y cuarta corcholata Ricardo Monreal Ávila, quien habría cabildeado para retrasar, aunque fuera una semana, la decisión.

El exgobernador, en busca de canicas para llegar fortalecido a la encuesta patito que organizará Morena –aunque en Movimiento Ciudadano dan por hecho la integración a sus filas del zacatecano–, está empeñado en seguir apoyando a su hermano, el hoy inquilino de La Casa de los Perros, a pesar de los pesares.

Por ello decidió mover sus influencias, pero Ricardo Monreal nunca se imaginó que “por instrucciones del gobernador”, los diputados federales, locales, alcaldes y regidores guindas recibieron la orden de no presentarse en Coahuila, a su destape, so pena de pasar a formar parte de la lista negra del Bienestar.

El único que lo siguió hasta el final fue Omar Carrera Pérez que, aunque ya no es legalmente su sobrino, fue quien no mordió la mano que le ha dado de comer.

A los diputados de Morena les quedó prohibido ir a apoyar al doctor

Inseguridad vs turismo

Mientras David Monreal dejó en claro (así dice el boletín) “que en los últimos meses en Zacatecas se ha logrado disminuir los índices delictivos, en sus diferentes expresiones”, el secretario de Turismo, Le Roy Barragán Ocampo pasó las de Caín en Guadalajara.

De paseo por el vecino estado, al funcionario de la nueva gobernanza le llovieron los cuestionamientos sobre la inseguridad en Zacatecas y de cómo se puede visitar la entidad sin verse involucrado en una situación peligrosa.

Él, feliz, les dijo a los asistentes a una rueda de prensa conjunta con sus homólogos de Guanajuato, Querétaro y Jalisco, que todo se trata sólo de “incidentes” en los que nunca han estado involucrados turistas, y que los cuerpos de seguridad “están muy atentos”.

Y es que los cuatro funcionarios no encontraban la salida a cuestionamientos sobre las afectaciones por los constantes llamados de Estados Unidos a no visitar México, y las retenciones que sufrieron el obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, y el cardenal José Francisco Robles Ortega, por parte de la delincuencia organizada.

Tanto así que la secretaria de Turismo de Jalisco, Vanessa Pérez Lamas, quien primero juró por los clavos de Cristo que, al no haber visitantes afectados directamente, la industria sin chimeneas no se veía mermada, al final no le quedó de otra más que aceptar que tras los narcobloqueos en Mazamitla, ya nadie quiere visitar ese Pueblo Mágico.

Twitter: @lasnoticiasya @claudiag_valdes

[email protected]