La Casa de los Perros: Festejan mamás universitarias al grito de «JJ va a caer»

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Y así como hay mamás que se encuentran felices porque les dieron el Día para festejar en familia, así hay otras que, con pañuelos y abanicos en mano, aprovechan los festejos que los jefes les organizan para protestar. Como debe ser.

El Sindicato del Personal Académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (Spauaz) organizó un convivio para las madres que son docentes en la UAZ, con grupo musical y toda la cosa.

Pero el repudiado secretario general, José Juan Martínez Pardo, nunca imaginó que la fiesta se convertiría en una protesta en la que le exigieron que, de una vez por todas, ya renuncie. Si no quiere, como se ha visto hasta hoy, que por lo menos convoque a una asamblea general en donde, se predice, la mayoría votaría por su destitución.

Las mamás universitarias promovieron en redes sociales el hashtag #JJvaacaer y, además, se aplicaron al colocar un tendedero afuera del salón de eventos en el que se podían leer, una a una, las denuncias contra el Comité Ejecutivo.

En el interior del salón, las mamás integrantes del Grupo Plural de Delegaciones optaron además por colocar mantas, las que obviamente incomodaron por lo que intentaron retirar violentamente, al grado de que una profesora, se quejaron, recibió una agresión de parte de los muy nerviosos organizadores que no podían creer como hasta el grupo musical se unió a la protesta.

Así, la “respetuosa jornada de lucha y manifestación pacífica” en el que las mamás universitarias visibilizaron a su manera “el daño” que José Juan Martínez ha causado al conjurar, a espaldas de los docentes, el movimiento de huelga, además de mantener en la incertidumbre a todos los integrantes de SPAUAZ al no haber signado el Contrato Colectivo de Trabajo, el cual sigue volando pues, al no contar con el aval de los sindicalizados, no puede ser entregado a las autoridades laborales.

No cabe duda de que mamás como estas son las que necesita México, y claro está Zacatecas también. Mujeres que pelean porque un líder cien por ciento charro, no siga poniendo en riesgo la estabilidad de sus empleos, al grado que hoy se vean impedidas a hacer efectivo su derecho a promoverse o basificarse.

JJ entendió pues que al menos las mamás universitarias festejadas en su Día no lo quieren ni tantito, sobre todo porque lo señalan como un dirigente sindical opaco que se dedica a otorgarle préstamos “sin control” a la Rectoría que, de por sí, le debe hasta al señor de la tiendita de la esquina.

Eso sí, desde febrero, hace tres meses, a José Juan Martínez no se le ha visto por ningún lado. Emulando la política del avestruz, practicada en la nueva gobernanza, prefiere mantenerse escondido porque a donde se para, el repudio es cada vez mayor. Que triste su historia.

Incontrolable

La desesperación llevó a los habitantes de Mazapil y Concepción del Oro a bloquear la carretera federal 54, en ambos sentidos, ante lo que ellos acusaron como indiferencia de las autoridades locales ante el incontrolable incendio que consume el cerro de El Temeroso.

Hasta el momento, y según la Coordinación de Protección Civil y Bomberos, ya eran 530 hectáreas las afectadas durante tres días que ha durado este siniestro, a pesar de los esfuerzos que unas cien personas, entre elementos de Protección Civil del Estado y municipios solidarios, el Ejército, la Guardia Nacional, la Comisión Nacional Forestal, así como voluntarios, realizan sin descanso.

Y fue el Ayuntamiento de Concepción del Oro el que optó por solicitar el apoyo económico a la población con la finalidad de rentar un helicóptero, además de requerir víveres –comida enlatada, barras de chocolates, bebidas energéticas, agua embotellada, atún en agua y sueros–, para los combatientes.

Más tarde, cuando el agua le llegó al cuello, el director de Protección Civil, Jeu Márquez Cerezo, salió a decir que los alcaldes de Mazapil y Concepción del Oro habían logrado, ellos, el apoyo de las empresas mineras que operan en la zona, para contratar un helicóptero que entraría en operación esta mañana. Sí, cuatro días después.

Sin descanso

El que nomás no para de trabajar es el alcalde de Fresnillo, Saúl Monreal Ávila, y son testigos de ello los habitantes de las comunidades y comunidades que han visto cristalizar más de dos mil obras desde su primer período frente al gobierno municipal.

Si bien el recurso es escaso, esto no ha sido obstáculo para que los servicios básicos que por obligación debe otorgar el Gobierno Municipal, se atiendan, al grado de que hoy Saúl Monreal puede presumir un trabajo que es equivalente a seis gobiernos anteriores.

Twitter: @lasnoticiasya @claudiag_valdes

[email protected]