CARLOS PEÑA BADILLO
Según los indicadores oportunos del INEGI, dados a conocer considerando el primer trimestre de este 2025, los servicios y la producción industrial están prácticamente paralizados.
Y si no hay mejoramiento en la inversión extranjera o en nuevos proyectos industriales, México camina rumbo al estancamiento y a una muy probable recesión.
Obviamente los desajustes en la actividad economía en el país; agravados fundamentalmente por la política arancelaria de Estados Unidos, que también han causado afectaciones a la industria, la inversión, a un mejor consumo y un bajo dinamismo en Estados Unidos, tienen a México con un panorama desalentador que apenas podría mejorarse con un aumento del crédito al consumo interno, a los recursos provenientes de las remesas y al gasto social que a través de becas realiza el gobierno mexicano.
Según el economista en jefe del Grupo Coppel, Arturo Vieyra, los factores claves que han impedido un mejor desempeño de la economía, es la inhibición de la inversión extranjera y la debilidad en el Producto Interno Bruto de Estados Unidos, el cual tuvo una contracción del 0.3% en el primer trimestre de este 2025. Lo cual, sumado al ajuste en el gasto, obligado por la política fiscal de México, que tiene un carácter restrictivo, y que apenas se ubicó en un 8.4% por debajo del presupuesto de este trimestre, nos indican que para el resto del 2025 se espera una persistencia en la debilidad económica y un crecimiento de apenas 0.1% anual.
Las expectativas lamentablemente son desalentadoras, ya que de acuerdo con la directora de Análisis Económico del Grupo Financiero Base, del Indicador Oportuno de la Actividad Económica, Gabriela Siller, la economía mexicana seguirá mostrando signos de reducción en mayo y los siguientes meses del 2025.
Es muy probable que, al concluir el segundo trimestre de este año, México resienta una contracción en su Producto Interno Bruto, que podría estar marcando una recesión y, a la vez, un estancamiento formal de la economía mexicana.
Este escenario de un crecimiento cero para todo el año, puede mejorar si logra tener un crecimiento del 0.5% y hasta subir a un escenario de 1.0 por ciento, que es definitivamente pesimista.
Es muy preocupante que nuestra economía se enfile hacia un estancamiento o una recesión, porque sin duda eso repercutirá de mayor manera en Zacatecas, donde de por si la industria del turismo, el campo, el comercio, la inversión extranjera y el empleo, tienen niveles a la baja, que por sí solos ya preocupan a todos los zacatecanos, porque en todos los sectores se resiente la escasa capacidad económica que se registra en los bolsillos de los ciudadanos.
Si en Zacatecas no se logra incrementar la producción industrial, la producción del campo zacatecano y mejorar el turismo y el empleo, los datos ya negativos de la economía nacional, que desde el pasado mes de abril nos dibujan un panorama preocupante, aquí podrían ser desastrosos.
Es conveniente hacer desde ahora un llamado al gobierno del estado para que su titular inicie un programa de gestión de recursos, de apoyos financieros para todos los sectores que están en crisis, ellos saben cuáles son, y saben también la urgencia de que Zacatecas no caiga en recesión, antes que lo haga la economía nacional.