lunes, julio 21, 2025
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El Callejón de los 58 | Florinda en el paredón

AURELIO GAITÁN

A Juchipila, tierra de mezquites y memorias, le crece un linchamiento digital. El blanco: una estatua. El motivo: una actriz. El trasfondo: una herida más de las redes sociales convertidas en tribunal sin ley ni contexto.

Desde 2019, la figura de Florinda Meza —Doña Florinda para medio país— se levanta en la plazuela principal del municipio que la vio nacer. Fue un acto oficial, celebrado con discursos, fotos y la presencia de la propia homenajeada. Pero cinco años después, la estatua está a punto de caer. No por desgaste físico, sino por cancelación colectiva.

En Facebook, el evento “Todos a quitar la escultura de Florinda” acumula más de 17 mil asistentes virtuales. No es una broma. Hay logística, pancartas sugeridas y hasta ofrecimientos de hospedaje. Lo que inició como mofa, escaló a cruzada. El pueblo quiere tirar a su hija pródiga.

¿Por qué ahora? Porque la plataforma Max estrenó la bioserie Sin Querer Queriendo, en la que la relación entre Roberto Gómez Bolaños y Meza es retratada sin matices edulcorantes. Y eso bastó para reavivar el encono. La narrativa dominante señala a Meza como responsable de la ruptura matrimonial de Chespirito. Las redes, con su hambre de villanos fáciles, hicieron el resto.

El Ayuntamiento, que encabeza José María Castro Félix, reaccionó con postura oficial: la estatua no se mueve. Argumentan que el monumento reconoce la carrera de una actriz zacatecana que proyectó el nombre de Juchipila a escala nacional e internacional. Y advierten: no permitirán que el odio o el escarnio dictaminen el destino del espacio público.

Pero el daño está hecho. Meza, quien ya cargaba con décadas de antipatías y estereotipos, se volvió blanco de ataques virales: memes, burlas, campañas para derribar su imagen física y simbólica. No por sus méritos artísticos, sino por su historia sentimental. No por su obra, sino por su cercanía con un ídolo que no puede defenderla.

Detrás del escándalo hay una pregunta que incomoda: ¿a quién pertenece el espacio público? ¿Al Estado que condecora, al pueblo que cuestiona o a la narrativa en tiempo real que dictan las redes? Porque si hoy se derriba una estatua por razones sentimentales, ¿mañana qué sigue?

La estatua de Florinda Meza no está sola en su pedestal. Representa el punto de quiebre entre la memoria oficial y la cultura del trending topic. Y ese quiebre, por superficial que parezca, habla de una sociedad que ha dejado de distinguir entre justicia y linchamiento.

Manos de Calera: nace un refugio para su arte

En Calera, donde la industria y el campo han dictado el ritmo del desarrollo, los artesanos al fin tienen casa propia. Un espacio digno, funcional y estratégico fue inaugurado para exhibir y vender el trabajo de al menos 35 marcas locales, tejidas no solo con manos expertas, sino con el corazón de quienes resisten el olvido.

La iniciativa, encabezada por el ayuntamiento que lidera Miguel Ángel Murillo García, busca más que dar techo al talento: pretende reactivar la economía familiar mediante el consumo local, fomentar el orgullo identitario y sentar las bases de un modelo turístico propio. Así lo sostuvo el alcalde, al explicar que este recinto será parte del corredor turístico que se integrará durante su gestión.

La apuesta no es menor. Convertir a Calera en un destino donde convivan la vocación agrícola, el músculo industrial y el alma artesanal requiere visión, constancia y una promoción que no se quede en discursos.

Hoy, la inauguración es un paso. Falta lo esencial: atraer visitantes, profesionalizar a los artesanos, generar rutas de comercialización y blindar el proyecto de los vaivenes políticos. Porque un espacio no basta si no hay estrategia. Pero al menos, ya hay un punto de partida. Y eso, en Zacatecas, no es poca cosa.

Ciudad Cuauhtémoc: apostar por el futuro no es discurso, es acción

En un estado donde muchos jóvenes enfrentan el dilema de dejar los estudios o abandonar su tierra, Ciudad Cuauhtémoc lanza una señal distinta: aquí se cree en las nuevas generaciones.

Gracias a un convenio entre el Ayuntamiento y la Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID), se han liberado cinco becas educativas para cursar alguna de las cuatro licenciaturas sabatinas que ofrece la extensión de esta universidad en Ojocaliente.

No es una cifra monumental, pero sí un paso firme en la dirección correcta. Las becas no solo alivian la carga económica de las familias, también permiten que jóvenes con aspiraciones académicas encuentren una ruta viable para construir un mejor destino.

“Es nuestra manera de decirles que no están solos”, apuntó el alcalde Francisco Arcos Ruiz, al anunciar el acuerdo.

Este tipo de iniciativas, cuando son constantes y bien ejecutadas, tienen un impacto real en el tejido social. En un Zacatecas donde la deserción escolar y la migración siguen marcando la vida de miles, invertir en la educación de los jóvenes no es un lujo: es una urgencia. Y en Ciudad Cuauhtémoc, parece que ya lo entendieron.

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