La Casa de los Perros: Inseguridad en Zacatecas entorpece desarrollo en San Luis Potosí

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

La rampante inseguridad que padece Zacatecas hoy no sólo afecta a los habitantes de la entidad, también lo hace con los vecinos de San Luis Potosí que esta vez vieron como un proyecto de Zona Industrial en Salinas de Hidalgo se esfumó.

Desde hace dos años, Grupo Argo, especializado en el ramo de la construcción y desarrollador de parques industriales, con sede en San Luis Potosí, evaluaba detonar un polígono en la zona del altiplano. Ahí, estos expertos detectaron un área de 32 hectáreas con alto potencial.

Pero ahora, según Gerardo Bocard Meraz, director de este consorcio industrial, el proyecto se detuvo a causa de la crisis de inseguridad que afecta a esta parte del país.

El líder industrial aseguró que al evaluar el sitio y revisar las condiciones para un parque industrial se determinó que no es el momento, a pesar de que la zona ofrece grandes ventajas para detonar la vocación industrial en esa parte de San Luis Potosí.

Para el Grupo Argo, la colindancia con Zacatecas que, según sus propias palabras, “actualmente padece un grave problema de seguridad”, fue el factor determinante para detener la llegada de cualquier empresa. Tajante sentenció: no es el momento de invertir en la zona.

Y es que, si bien las vialidades y mano de obra resultan ser los principales alicientes para incentivar la construcción de un parque industrial en Salinas de Hidalgo, lo que sin duda atraería nuevas inversiones que contribuiría a la generación de empleo y desarrollo económico de la vecina entidad, por el tema de seguridad se consideró poco viable este proyecto por el momento.

Eso sí, reconoció que hay también un problema de infraestructura eléctrica “que es fácil de subsanar”, pero el problema de conectividad es la principal piedra en el zapato. Y todo porque “hay mucha inseguridad, la vía de salida a Zacatecas al norte está muy complicada y por eso se detuvo el proyecto».

El Grupo Argo tiene entre sus clientes a empresas como: Constellation Brands, Continental, Daikin, Grundfos, Cemento Moctezuma, TI Automotive, Toyota, Outotec y Valeo.

Sentenciados

Jesús Ruiz Amador y Gerardo Osvaldo Quintero Contreras decidieron que la obtención de dinero fácil era su camino. Y entonces optaron por dedicarse al secuestro. Hoy, el Juzgado Segundo de Distrito en Zacatecas les dictó sentencia condenatoria. Cada uno pasará 46 años, un mes y 15 días de prisión. Toda una vida.

Luego de un larguísimo proceso judicial de casi 12 años, la sentencia, tras su detención en el poblado la Honda, en Miguel Auza, por parte de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), por fin llegó. Su severo castigo se debe a que cometieron los delitos de acopio de armas de fuego, posesión de cartuchos para arma de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, asociación delictuosa y privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro.

Jesús y Gerardo, a bordo de una Dodge Ram 2500, gris, 2007, serie ID3HAI82X8JI4392I y placas de circulación ZGH-5016, estaban estacionados cerca de la población 20 de Noviembre, con entronque en Ramón Corona. Los elementos de la Sedena, que habían recibido una alerta ciudadana anónima, los ubicaron y al proceder a su revisión observaron cómo en el asiento trasero se encontraba una persona lesionada. Había sido privada de su libertad días antes.

Además, traían consigo cinco armas de fuego, dos fusiles AR-15 y un AK-47; una granada de fragmentación, 23 cargadores y 604 cartuchos útiles de diferentes calibres. Como quien dice, andaban bien armados.

Gerardo, tenía 33 años cuando en junio de 2010 lo detuvieron. Es originario de La Purísima, en Chalchihuites. Osvaldo también contaba con 33 años cuando los soldados lo atraparon. Él nació en Monterrey, Nuevo León. Ambos abandonarán la cárcel con 79 años cumplidos. Dos vidas más que terminarán tras las rejas.

Llamado a misa

De todos es sabido que los Llamados a Misa sólo los escucha el que quiere hacerlo, y la convocatoria a implementar un programa emergente de protección a los integrantes de las policías en Zacatecas, para disminuir el riesgo inherente al ejercicio de su función policial que hará la senadora del Partido del Trabajo (PT), Geovanna Bañuelos de la Torre, al secretario de Seguridad Pública, Adolfo Marín Marín, efectivamente cae en este supuesto.

El incremento en las agresiones y asesinatos en contra de policías de Zacatecas, que ya suman 22 en los primeros cuatro meses de este 2022, realmente a ninguna autoridad le interesan.

Discursos van y vienen. Homenajes póstumos sólo a algunos ante la protesta de las familias de los más y, cuando se acuerdan, esquelas publicadas en las redes sociales, son las acciones que se han tomado hasta hoy. Y nada más.

Si no lo creen así, baste recordar las dos semanas que los policías estatales se mantuvieron en paro sin que la nueva gobernanza se molestara a dispensarles un trato digno.

Hoy, la coordinadora del Grupo Parlamentario del PT dice mostrarse preocupada por los cinco asesinatos de policías, en menos de 48 horas, cuando se encontraban en su día de descanso el pasado fin de semana, y por eso prometió que presentará un Punto de Acuerdo, o como quien dice, hará en el Senado un nuevo Llamado a Misa, para que algo se pueda hacer a favor de los policías hoy convertidos en blanco fácil del crimen organizado.

Pero el problema, y ella misma lo reconoce, es que esto no sirve de nada. Resulta que del 7 de septiembre del 2021 al 5 de abril de este año se han presentado 12 Puntos de Acuerdo en el Senado referentes al fortalecimiento de la política de seguridad en Zacatecas. Simple y sencillamente, una vergüenza.

No hay duda: la restitución de la paz en Zacatecas ya hoy parece una siniestra vacilada.

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