La Casa de los Perros: Polarizando a Zacatecas

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Polarizar a una sociedad siempre ha sido el camino fácil de aquellos que buscan el poder absoluto. Quieren ser ellos y sólo ellos los que mandan, los que deciden, los que se pavonean y, sobre todo, los que tienen el poder de enviar a sus enemigos al paredón.

Por eso se apuran a aplastar a los contrarios y señalarlos un día sí, y otro no, como los malos de la película.

Esto, al final, termina por perjudicar a todos, por igual.

Los de la 4T, expertos en dividir, pero no en sumar, con más de tres años en el poder, tienen en su costal un montón de señalamientos y hartos cadáveres, muchos más que los dejados por los conservadores para los que ayer pidió la muerte una senadora. Lo malo es que, al final, son pocos, bien pocos, los logros que pueden presumir.

El revés que el zacatecano Ricardo Monreal Ávila ha sufrido en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, luego de que los otros, con sus 13 votos en contra, archivarán “como asunto concluido” la revocación de mandato que quiere sí o sí Andrés Manuel López Obrador, es un fiel reflejo de lo que ha dejado la 4T en el país: hoy me la haces tú, mañana te la hago yo.

La cuestión es que lo vivido en la sede del Senado esta semana resulta ser una copia fiel de lo sucedido en el Congreso del Estado de Zacatecas y el tema del Issstezac: hoy me la haces tú, mañana te la hago yo.

La ausencia de política de a de veras, de esa que enaltece a los hombres de Estado, deja hoy a Zacatecas en el limbo.

Si bien todos reconocen que la reforma a la Ley del Issstezac es más que super urgente, al final pudieron más los intereses, así como las fobias y las filias de los 30 diputados. De los 30, sin excepción.

Para algunos diputados, la verdadera urgencia era reelegirse y por ello se fueron de campaña, con dieta incluida. Se olvidaron de sus obligaciones y punto. Para otros, el papel de quedabién para alcanzar un hueso a la hora de la repartición les quitó el tiempo que debían emplear en, por ejemplo, apurar la reforma que hoy les quita el sueño. No lo hicieron.

Los que ya no tenían esperanza ni de reelegirse ni de agarrar puesto optaron por lo más fácil: hacer como que trabajaban y ya. Total, estamos en pandemia.

¿Y la reforma del Issstezac? Esa podía esperar ¿A poco no?

Los diputados del PRI, PAN y PRD dijeron no a la reforma de la Ley del Issstezac ahorita. Faltó tiempo para socializarla, para que todos la conocieran, alegan. Y están en su papel. Eso que ni qué.

Su respuesta a este asunto urgente es parte de lo mismo: hoy me la haces tú, mañana te la hago yo.

Los diputados de Morena, PT y Verde Ecologista vuelven a lo mismo y mandan una carta pública señalando a sus contras como los culpables de todos los males habidos y por haber en Zacatecas. Volvemos a lo mismo: polarizar para sacar raja política. Fueron ellos, no nosotros. Ellos son los malos, no nosotros.

Hoy se dicen víctimas de un linchamiento político porque los de la 4T, juran, siempre han “buscando las alternativas para rescatar al Instituto”, pero no reconocen que les faltó colmillo para cumplir con el mandato de su líder. Hicieron y hacen grilla, no política.

En medio quedaron los Sindicatos, utilizados como pañuelos desechables en campaña para fines muy específicos, y que una vez llegada la nueva Legislatura tendrán que apechugar porque la reforma tiene que ir, aunque no les guste.

¿Y los zacatecanos? ¡Ah! Se me olvidaban. Sí, se me olvidaban.

Bueno, todos los que habitan esta entidad, golpeada por la corrupción, la desidia y la apatía, serán los que, al final, pagarán los platos rotos, pues el nuevo gobierno, ese que arranca el 12 de septiembre, no tendrá dinero para nada. Lo dicen bien los diputados: ni recursos para el campo, ni para la salud, ni para la seguridad, ni para las carreteras, quizás, como hoy, ni para cumplir los compromisos laborales con la burocracia y, menos, para pagar a los jubilados y pensionados.

En lo que todos tienen esperanza es en que esta letanía no sea parte de los pretextos para no cumplir con lo prometido, tal cual lo vemos y oímos todos los días en La Mañanera. Eso sí que no.

Desafortunadamente, le esperan días complicados a Zacatecas, pero aún queda la esperanza en la promesa de campaña de que López Obrador, que tanto quiere al próximo inquilino de La Casa de los Perros, llegue como Superman a salvar a este estado sumido en la ignominia.

Ojalá…

Tersa será

La entrega-recepción más tersa en Zacatecas será sin duda la que se realice en Fresnillo. Saúl Monreal da las llaves del Palacio Municipal a Saúl Monreal. Tan fácil como sencillo.

El más joven y dinámico de la familia Monreal cumplirá al pie de la letra con los protocolos mandatados y vigilados por el auditor superior, Raúl Brito Berumen.

Los que, tristes porque ya no podrán seguir cobrando su jugosa dieta, eso ya les toca a otros, eran los regidores que se van. Obvio los que llegan andaban felices, felices, felices.

De cualquier forma, Saúl Monreal ya prometió una transición “pulcra, transparente y, sobre todo, para el beneficio de los fresnillenses”.

Aquí no tanto

En donde las cosas no pintan tan bonitas es en Río Grande, en donde ayer arrancaron también los trabajos de la Comisión de Entrega-Recepción. Y al Palacio Municipal llegó Mario Córdova Longoria, el presidente electo.

Triste, porque se quedó como el perro de las tortas, estaba Julio César Ramírez López, quien deberá aclarar todo lo que durante sus años como alcalde hizo, y no hizo.

Por lo pronto, el perredista que llegará a gobernar Río Grande ya dijo que se analizará cada área con la finalidad de verificar el trabajo y todo lo que se tiene en el Ayuntamiento para comenzar a nueva administración, dijo, “dando resultados”.

Nos vemos el lunes…

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