La Casa de los Perros: La explotación al personal de enfermería en Zacatecas

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

La indignación por las agresiones que el personal médico ha sufrido en México, durante esta pandemia, a pesar de que su labor es salvar la vida de los positivos a COVID-19, arriesgado la suya propia y la de su familia, se deja sentir en la mayoría de la población.

Resulta increíble que mientras en el resto del mundo el sentimiento hacia los médicos, enfermeras y personal de los hospitales sea de tanta empatía, en nuestro país los ataques no cesen.

Pero lo peor es cuando estas agresiones vienen, además, de parte de quienes los deben proteger, en todos los sentidos, que en este caso es el propio gobierno.

Y si para alguien no resulta un ataque el que una enfermera, o un enfermero, tras cinco años de estudio y esfuerzos, reciba como pago 180 pesos por ocho horas de trabajo, pues no se entiende cómo puede ser calificada esta acción.

Hoy, el personal de enfermería del Hospital General de Jerez sacará sus cartulinas y lonas para protestar. Y es que con el cierre parcial del nosocomio –únicamente funciona la sala de emergencias y el área destinada a los pacientes con COVID-19–, todos los trabajadores de base se fueron al descanso, y son ahora los suplentes, esos que no tienen contrato, unos 25 hombres y mujeres, los que están sacando la casta en estos momentos difíciles.

El inquilino de La Casa de los Perros, después de años de explotación, concretó formalizarles un contrato de trabajo. Ahora recibirán dos mil 460 pesos a la quincena, sin seguridad social. Ellos se niegan a firmar el documento. Es denigrante, reclaman. Y sí lo es.

Con pandemia o sin pandemia, los de enfermería atienden las urgencias, el área crítica de Pediatría y la zona de terapia intensiva. En estos lugares, la carga de responsabilidad es altísima. Tienen todos los días en sus manos la vida de miles y miles de seres humanos. Pero la retribución por su labor simple y sencillamente no es coincidente.

En estos momentos, lo reconocen, al menos en Jerez sí cuentan con los insumos necesarios para su trabajo, pero recibir 180 pesos por mantenerse un mínimo cuatro horas en el área para enfermos con COVID-19, sin poder moverse, ir al baño o comer –el traje se los impide– resulta un sacrificio que ni los basificados, por ejemplo, hacen.

A este personal que hoy se manifestará les ha tocado atender, en primera instancia, a los casos COVID-19 reportados en el estado. Han atendido a una mujer adulta mayor que la noche del viernes falleció sin haber recibido los resultados de “la prueba”. Hasta hoy no se sabe si padecía COVID-19 o no. Por ello cinco enfermeras se encuentran en casa. Aisladas.

Esta circunstancia les impide poder laborar más de las cinco guardias normales y, con ello, obtener un ingreso extra para sus familias.

Por ello es una vergüenza que en el gobierno diferente haya tanto recomendado sin querer siquiera hacer trabajo en casa; que existan funcionarios sin funcionar con sueldos que ofenden; que se publiquen decretos para crear un Comité Técnico Intersecretarial (en donde, por cierto, excluyeron a la Secretaría de Educación) para “atender” la pandemia que en tiempos de emergencia de reunirá una vez por semana de aquí a mayo. ¡Cuatro días! Definitivamente quieren evitar la fatiga.

Hoy, las y los enfermeros del Hospital General de Jerez se manifestarán. Ojalá sean escuchados y sus demandas no sean rebajadas a simple grilla politiquera. Que aquellos que aseguran se trata esto de una revancha por puestos sindicales reciban 180 pesos al día por su trabajo. Que se cambien los papeles, a ver quién termina protestando y quien grillando.

Bien por el alcalde

Pero no en todos lados el personal médico es olvidado. Ahí está el caso del alcalde de Guadalupe, Julio César Chávez Padilla, quien no se conformó con alquilar 20 habitaciones para hospedarlos en el Hotel Casa Real –para lo cual pidió un adelanto de dos meses de su sueldo–, mientras dure la contingencia.

No, el presidente municipal se dio cuenta que la necesidad es mayor y ahora solicitó un crédito bancario personal para rentar otro piso. Sí, 20 habitaciones más para que médicos y enfermeras tengan un lugar para descansar de sus largas jornadas de trabajo sin poner en riesgo a sus familias.

Se debe hacer notar que Chávez Padilla hizo un llamado a otras autoridades a sumarse a este esfuerzo, pero claro, la respuesta ha sido nula.

Por ello, ya giró instrucciones al titular de la Dirección de Desarrollo Económico y Social, Jaime Osvaldo Pinales Rodríguez, para realizar el proceso administrativo necesario ante la gerencia del hotel y rentar más habitaciones.

Pasear es lo primero

Ayer, a nivel nacional, Zacatecas quedó exhibido al ocupar el último lugar en obediencia de la Jornada Nacional de Sana Distancia. Fue el director general de Promoción de la Salud, Ricardo Cortés Alcalá, quien informó que son 13 estados los que, desde el inicio de la Jornada Nacional de Sana Distancia, han tenido una reducción en la movilidad menor al 50 por ciento.

Estos son: Baja California, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Guerrero, Morelos, Querétaro, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y, sí, Zacatecas.

“Hacemos un llamado muy específico a la gente de Zacatecas y de Hidalgo donde apenas se ha reducido un 16 y 29 por ciento, respectivamente”, dijo el funcionario de Salud. Pena Ajena.

Y es que el reporte de Cortés Alcalá coincide plenamente con el recibido en el municipio capitalino de Zacatecas, en donde sólo el sábado se recibieron 160 reportes de fiestas, reuniones y carnes asadas entre las 8 de la noche y las 8 de la mañana. Ojo, esto fue sólo en la zona urbana.

Sin pasar por alto el que los expendios de cerveza en Guadalupe y Zacatecas tuvieron que cerrar con anticipación porque el producto se acabó.

También, Ulises Mejía Haro, el alcalde de Zacatecas, informó que la afluencia hacia el Centro Histórico, por la Caseta Sanitizadora que colocó en el puente peatonal hacia la Plaza Bicentenario ha tenido una afluencia de 40 mil personas. ¿Y el aislamiento? Bien, ¡gracias!

Compartamos esperanza. Colecta alimentaria

La emergencia sanitaria por el coronavirus COVID-19 ha dejado ya muchos afectados, sobre todo familias vulnerables que no tienen lo necesarios para subsistir.

Por ello, Ulises Mejía Haro hizo eco de la campaña Compartamos esperanza. Colecta alimentaria, con la que se busca apoyar a más de 10 mil familias en la capital, de la mano del Banco de Alimentos de Zacatecas, DICONSA-Segalmex, la Comisión de Vigilancia de la LXIII Legislatura, la Secretaría de la Función Pública, el IZAI, la Universidad Autónoma de Zacatecas, el Observatorio Ciudadano de Mejora Regulatoria y la Contraloría Municipal.

La idea es donar al menos 150 pesos para poder llevar una despensa y, con ello, apoyar a quien en estos momentos más lo necesitan.

Se une a los apoyos

También la diputada local Susana Rodríguez Márquez, coordinadora del grupo parlamentario del Partido Verde Ecologista, en la LXIII Legislatura, hizo entrega de diversas despensas y apoyos a personas en situación de vulnerabilidad de los municipios de Zacatecas, Morelos, Ojocaliente, Calera, Fresnillo y Guadalupe.

Eso sí, esta sería una primera entrega que la legisladora hace con recursos propios. Recordemos que el camino es largo aún, y hoy más que nunca se ocupa que todos aporten su granito de arena. Son muchas las familias en Zacatecas que necesitan el apoyo ya.

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