La Casa de los Perros: Prometieron pacificar y al final, nada de nada

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Prometieron pacificar al país y, como es costumbre en la 4T, todo quedó en promesa incumplida.

Y para muestra un botón: en el país, durante los primeros 14 días de abril, que justamente coincidieron con el periodo vacacional de Semana Santa, las cifras oficiales registraron un promedio de 70 víctimas diarias.

Un total de 981 homicidios dolosos que enlutaron hogares mexicanos.

En Zacatecas, en donde se llevó a cabo un Festival Cultural que llenó la Plaza de Armas gracias a los zacatecanos ávidos por divertirse y olvidar un poco la pésima racha por la que atraviesa la entidad en seguridad, economía, salud y desarrollo social, fueron 55 las víctimas de esta ola imparable de violencia.

Y si bien Guanajuato se alzó con el primer lugar en homicidios dolosos durante la Semana Santa y la de Pascua, seguido del Estado de México y Baja California, tocó a Zacatecas destacar porque, en un solo día, el miércoles de 12 de abril, fueron 12 las víctimas que cayeron producto de actos violentos en donde las armas de fuego salieron a relucir.

La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, que encabeza la corcholata de Andrés Manuel López Obrador, a gobernar la Ciudad de México, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, reportó que, en esta primera quincena de abril, la de las vacaciones, arrancó el 1 de abril con 10 homicidios.

Además, que fue el 6 de abril otro día violento. Fueron ocho las muertes reportadas, entre ellas los de cinco jóvenes, ahí una mujer, que sin misericordia fueron baleados en Calera. Los motociclistas vieron como un comando llegó y les disparó. Cinco vidas arrebatadas en un santiamén.

Sólo tres días el reporte marcó cero

Los reportes de los actos violentos obviamente que influyeron en los turistas para desechar la idea de vacacionar en Zacatecas, en donde los hoteleros, sí, los mismos que ofrecen pésimos servicios a altísimos costos, reportaron un 30 por ciento de ocupación. La peor en muchos años.

Ellos, agachados siempre a lo que papá gobierno les diga, culparon a los medios de comunicación de su desgracia. Quieren que los periodistas callen antes las masacres, los bloqueos carreteros, los enfrentamientos, los secuestros, los ponchallantas, las muertes, pero no ofrecen alternativas atractivas para llenar sus habitaciones. Así no.

Los hoteleros se mantienen cruzados de brazos en espera de que el gobierno les dé alternativas ofreciendo habitaciones viejas, obscuras y con malos olores.

Un gobierno que ni siquiera pudo darle un día de tranquilidad al presidente de la República, durante su visita a Fresnillo.

Los familiares de algunos de los cientos y cientos de desaparecidos hicieron acto de presencia en el hospital que más inauguraciones reporta, y como ya es costumbre de López Obrador, que dejó atrás esos días en los que la gente se arremolinaba para tocarlo, le aguaron la fiesta con un portazo en el evento, gritos desesperados y hasta pedradas a su camioneta blindada.

Porque mientras el alcalde de Jerez, Humberto Salazar Contreras, presumía fiesta en el Pueblo Mágico, desde las playas de Mazatlán, en estas vacaciones la Fiscalía General de Justicia del Estado publicó en su muro de lamentaciones en Facebook unas 39 fichas de búsqueda.

Por lo pronto arrancamos la semana con el hallazgo de tres cuerpos en Vetagrande. No hay duda, aquí en Zacatecas sigue la mata dando.

Los acusaran con el Papa

Por lo pronto, el obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, ya adelantó que en 10 días viajará al Vaticano, en donde sostendrá reunión con el Papa Francisco.

Serán varios los obispos mexicanos que con una letanía de quejas bajo el brazo darán cuenta lo que en sus diócesis padecen en estos tiempos de violentos.

En algo así como minuto y medio, los prelados ofrecerán cada uno, el panorama de “la situación de la Iglesia que se les ha confiado”.

Triste será realidad.

En el rancho

Mientras tanto, en el rancho, la nueva gobernanza sigue dando tumbos entre pleitos caseros que nada le abonan a Zacatecas.

La lucha por el poder y los cargos mantiene a la entidad sumida en la ignominia.

A nadie de la nueva gobernanza la interesa Zacatecas ni los zacatecanos. Sus vulgares ambiciones no los dejan ver más allá.

Por ello, mientras la Casa de los Perros estrena ocupante en el primer piso, y la despedida regresa a su curul, hay una damnificada: Analí Infante, quien tendrá suficiente tiempo para entender que esta vida es una rueda de la fortuna.

Cuando andaba en las nubes se sentía la mamá de Gagarín. Hoy, tendrá que conformarse con las migajas que con malestar le quieran arrojar.

La duda

Y la pregunta del millón: ¿Se atreverá el fiscal Francisco Murillo? Tendrá que hacerlo porque en Zacatecas todos claman #JusticiaParaRaúl

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