martes, noviembre 4, 2025
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UAZ enfrenta la mayor crisis financiera de su historia

Zacatecas, Zac.- La Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) atraviesa una crisis económica sin precedentes. Su deuda total asciende a 4 mil 800 millones de pesos, según cifras oficiales de septiembre de 2025. Más del 60 por ciento corresponde a intereses acumulados por adeudos históricos con el ISSSTE. La institución, que califica la deuda como “impagable”, gestiona apoyos federales y estatales para evitar el colapso operativo.

La deuda principal se concentra en las cuotas obrero patronales que la universidad mantiene con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. El adeudo se arrastra desde hace más de dos décadas, pero se disparó a partir de 2008 por el cobro de intereses sobre intereses, práctica que el rector Ángel Román Gutiérrez ha señalado como anatocismo. De los más de cuatro mil millones de pesos adeudados, alrededor de dos mil 500 millones corresponden únicamente a intereses.

El rector ha sostenido que el crecimiento desproporcionado de los intereses anuló los esfuerzos históricos de pago realizados por anteriores administraciones. “La deuda no solo es injusta, sino matemáticamente imposible de liquidar”, advirtió en conferencia de prensa reciente. La universidad, dijo, ha visto cómo cada intento de abono se convierte en una gota perdida en un océano de recargos.

Ante la gravedad de la situación, la administración central trabaja junto con el rector electo en una estrategia de gestión ante las dependencias federales. El objetivo inmediato es obtener una cifra definitiva del adeudo, establecer una conciliación de cuentas y firmar un convenio justo con el ISSSTE. La rectoría planea acudir a la Ciudad de México en las próximas semanas para formalizar el diálogo con el instituto y la Secretaría de Educación Pública.

El rector subrayó la urgencia de aprovechar un decreto vigente hasta diciembre, que permite la condonación parcial de deudas e intereses. Si se concreta el acuerdo, la universidad podría recibir una condonación de hasta mil 300 millones de pesos, lo que reduciría el pasivo a dos mil 577 millones. “Si no se logra antes de diciembre, la oportunidad se pierde y la universidad enfrentará un riesgo financiero inminente”, advirtió.

El gobierno estatal ha expresado respaldo a las gestiones de la universidad y mantiene comunicación constante con la federación. Sin embargo, los márgenes de maniobra son estrechos. Para 2026, el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación contempla un subsidio de mil 967 millones de pesos para la UAZ, apenas 1.6 por ciento más que en 2025, un incremento inferior a la inflación. En términos reales, implica una reducción del financiamiento federal.

La insuficiencia del subsidio agrava la crisis. El crecimiento sostenido de la matrícula estudiantil no ha sido acompañado por recursos proporcionales. El rector advirtió que, con el presupuesto actual, la universidad carece de margen para cubrir compromisos inmediatos. “Necesitamos 480 millones de pesos adicionales para cerrar el año, pagar aguinaldos, salarios y prestaciones. Sin ese apoyo, la operación universitaria se verá comprometida”, afirmó.

La federación ha respondido con reservas. Autoridades de la Secretaría de Hacienda y de la SEP han indicado que no existen recursos extraordinarios disponibles por el momento. En consecuencia, la universidad enfrenta un cierre de año crítico, con riesgo de impago y afectación directa a miles de trabajadores.

El impacto de la crisis trasciende lo financiero. Los problemas presupuestales han provocado conflictos administrativos y laborales que deterioran la estabilidad institucional. La rectoría detectó 491 movimientos irregulares en la nómina heredados de administraciones anteriores, entre ellos 209 basificaciones sin consenso sindical. Estos movimientos, considerados “unilaterales”, representan un aumento considerable del gasto estructural.

El Sindicato de Personal Académico (SPAUAZ) ha denunciado favoritismos y presuntas irregularidades en los procesos de asignación de plazas, lo que ha derivado en la toma de instalaciones en campus como Siglo XXI y unidades académicas como Ciencias Químicas y Agronomía. Las protestas, que afectan la vida académica de miles de estudiantes, reflejan la tensión acumulada en la institución.

El rector Ángel Román Gutiérrez ha optado por el diálogo como estrategia para desactivar los paros. Ha instalado mesas de trabajo con representantes sindicales y administrativos para revertir lo que llama “la cultura del paro” y recuperar la estabilidad operativa. Aun en medio de la crisis, la UAZ sostiene una intensa actividad académica y científica. Más de 500 de sus investigadores pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores, lo que la mantiene entre las instituciones públicas más productivas del país.

El caso de la UAZ se ha convertido en un ejemplo extremo del deterioro financiero que afecta a varias universidades públicas del país. Su deuda creció hasta niveles insostenibles, alimentada por intereses que hoy superan el capital original, mientras el subsidio federal se estanca y la presión laboral aumenta. En palabras del propio rector, la universidad “sobrevive con un motor que apenas impulsa su marcha mientras el agua entra por las grietas del casco”.

LNY | Redacción

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