JUAN DEL REAL
Los municipios son el corazón del federalismo mexicano: el nivel de gobierno más cercano a la ciudadanía, pero también el más desprotegido. Hoy enfrentan una triple vulnerabilidad —en seguridad, finanzas y capacidad administrativa— que pone en duda su capacidad para responder a las demandas básicas de la población.
En materia de seguridad, la situación es crítica. La mayoría de las policías municipales carece de equipamiento, capacitación y salarios dignos. Muchos cuerpos locales han sido desmantelados o cooptados por el crimen organizado, lo que deja a los ayuntamientos prácticamente indefensos. Sin recursos ni respaldo, los alcaldes se ven rebasados por la violencia y el miedo. Cómo ejemplo el caso de Carlos Manzo y las reiterativas exigencias al gobierno federal. Pero centralizar la estrategia de seguridad ha dejado fuera a los municipios, cuando son ellos quienes viven en carne propia las consecuencias del descontrol.
En el ámbito financiero, los municipios sobreviven con presupuestos limitados y dependientes de las transferencias federales. Sus ingresos propios son mínimos y, en muchos casos, ni siquiera alcanzan para cubrir la nómina o el mantenimiento de servicios básicos. La desaparición del Fondo Minero agravó la situación de decenas de municipios que dependían de esos recursos para mejorar infraestructura, escuelas y caminos. Reinstaurar ese fondo no es un capricho, sino una medida de justicia para comunidades que cargan con los costos ambientales y sociales de la minería, pero ya no reciben sus beneficios.
A ello se suma la debilidad administrativa: cada cambio de gobierno implica rotación de personal, pérdida de experiencia y discontinuidad en los proyectos. Sin profesionalización ni estabilidad laboral, la gestión municipal se vuelve improvisada y vulnerable a la corrupción.
Por ello, urge una reforma fiscal profunda que fortalezca la autonomía municipal. Mientras los municipios sigan siendo la parte más débil del Estado, el federalismo mexicano será una promesa incumplida. Fortalecerlos no es una opción política: es una necesidad para reconstruir desde lo local la seguridad, la confianza y el futuro del país.
Sobre la Firma
Jurista, académico y dirigente de Movimiento Ciudadano.
delrealjf@gmail.com
BIO completa


