GABRIELA ÁLVAREZ MÁYNEZ
Nuestro entorno puede mostrarnos un panorama difícil y tiste si nos sumimos en las noticias, en lo que escuchamos en el quehacer cotidiano de lo que sucede en el estado, pero también debemos atender a lo que nos alienta, a lo que alegra nuestro día y genera un panorama inspirador.
En bello amanecer, una flor nueva, música, lecturas, todo aquello que nos pueda gustar. En este espacio he aprovechado la oportunidad para destacar a talentos locales que han trascendido y llevan su voz más allá del terruño, pero también a quienes se dan a oportunidad de conocer a aquellos que luchan desde diversos espacios para alzar su voz y compartir su mensaje.
En esta ocasión los invito a conocer a dos escritores zacatecanos, Fernando Berumen Fernández y Gerardo Ávalos. Sé que lectores zacatecanos y personas del gremio literario los conocen, pero siempre es importante seguir difundiendo el trabajo de gente que aporta desde diversas voces una percepción que no habla de diversas aristas.
Fernando Berumen es un joven originario de Jerez, quien publicó su novela El violeta de la ciudad. Una obra que carga la experiencia que las lecturas han dejado en un joven de 22 años y que en esa búsqueda lo lleva a plasmar el conocimiento que ha adquirido, integrando la percepción que la ciudad ha dejado en su andar. Alguien que nos muestra un sinnúmero de sensaciones con las que nos podemos identificar no sólo los zacatecanos, sino los humanos, pues el sentir esta presente a flor de piel y una ciudad está llena de niños, de escondrijos, de dolor, de amor.
Hay un fragmento que nos muestra esa sensibilidad en algunas líneas, pero sé que cada lector se podrá identificar con otra parte de la novela:
Camino. Hay un vendedor de dulces en la oscuridad, recargado en la pared que se desmorona. Hay una madre que se esconde del hijo que llora porque su madre se esconde.
La calle está sola. De día es un infierno por tantas almas desgraciadas quedeambulan en ella, de noche está olvidada.[1]
Leer esta novela nos llevará a muchos lugares con los que vamos a coincidir, que nos llevarán a pensar en momentos que duelen, o que nos han sucedido, o que no identifiquen, y la escritura de Fernando es una manifestación de la juventud expresando en sentir que desea ser escuchada.
Gerardo Ávalos es docente universitario en la Unidad académica de Letras y en la Preparatoria 2, nacido en Zacatecas. El año pasado, 2024, publicó su libro de poesía titulado Mixtape. Es una obra que nos lleva a recorrer diversos espacios relacionados con el arte, la música, el cine, la poesía y la sensibilidad que dichas expresiones artísticas detonan poemas que nos sumergen nuevamente en el interior.
Si el lector es conocer de cine o de la música que inspiró algunos pasajes en los poemas de Gerardo Ávalos, es un viaje que se disfruta y te lleva como un vaivén por esos segmentos profundos que nos hablan de amor, de dolor, de olvido, de enojo. Es una mezcla curiosa, ya que dichos sentimientos terminan fundiéndose inconscientemente. También se tiene una experiencia deliciosa, aun sin conocer las letras de canciones o películas que emulen al recuerdo, pues la vivencia que brinda el poema, nos lleva a explorar el sentir de cada lector y a que la interpretación se funda con la percepción que cada lector imprime.
De la fatalidad del destino y sus vericuetos quisiera decir que no sé cómo aparece esa irracionalidad aguda desesperada y desesperante
abominable cóncava y convexa ese dolor hipócrita seductor invisible simulador. [2]
Seguir escribiendo sobre los artistas zacatecanos, difundir el trabajo que realizan e invitar a los lectores a que asomen su mirada al trabajo que comparten es dar la oportunidad de explorarnos y a la vez, de atrevernos a hacer aquello que tanto amamos.
[1] Berumen Fernández, Fernando, El violeta de la ciudad, Texere, Zacatecas, 2024, p. 48,49.
[2] Ávalos, Gerardo, Mixtape, UAZ, Zacatecas, 2024, p. 25.
Sobre la Firma
Historiadora, docente, columnista cultural y dirigente política.
gabriela.alvarez.maynez@gmail.com
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