CARLOS PEÑA BADILLO
Yo la vi venir desde septiembre del 2024, cuando sin apertura ni deliberación, pero sí de manera unilateral, el partido Morena hizo una aprobación exprés de la Ley para la Reforma Judicial. No hubo consenso ni con otras fuerzas políticas ni con la sociedad civil. De un plumazo se cerró cualquier posibilidad de análisis serio sobre la viabilidad, consecuencias y constitucionalidad de la Reforma Judicial, cuyo propósito principal siempre fue elegir con el voto ciudadano a la totalidad de un nuevo Poder Judicial.
Este domingo simplemente comprobé mis ideas que se generaron en septiembre del 2024. La elección sería una farsa y lo fue. La elección estaría amañada por la participación del Estado, su partido Morena y todos los integrantes de la Secretaría del Bienestar. Los Servidores de la Nación se dieron vuelo visitando hogares para entregar acordeones y recordarles a los beneficiarios de los programas sociales, que era muy importante para la Cuarta Transformación tener un Poder Judicial a modo y según ellos, sumamente democrático.
Pero no cabe duda que este domingo vivimos la mayor simulación electoral en la historia de este país. En Zacatecas se tuvo un abstencionismo promedio del 87 por ciento, según el Instituto Nacional Electoral. De un millón 286 mil 460 zacatecanos incluidos en la lista nominal, solamente 13 de cada 100 acudieron a votar, pero ¿sabe usted qué pasó? La enorme mayoría no supo cómo hacerlo ni a quién elegir ante los 77 nombres que aparecieron en las 10 boletas electorales, para puestos federales y estatales.
En todas las casillas que recorrí hubo muy escasa asistencia y eso me permitió comprobar que, de no ser por la movilización gubernamental, por la contratación de una plataforma para conseguir amigos (así se les llamó), que ayudara a promover la elección judicial, ni a pesar del pago de 8 mil pesos a los coordinadores de grupos que apoyaron para llevar gente a las urnas, fue posible aumentar la votación.
En Zacatecas, el presidente del Instituto Nacional Electoral, Matías Chiquito Díaz de León, tuvo que reconocer la escasa votación y señalar que faltó socialización para la elección y para dar a conocer los nombres de los candidatos. Es decir, faltó interés ciudadano porque, aunque se diga lo contrario, el ciudadano tiene claro que esta manipulación estaba perfectamente planeada para que sean las autoridades electorales afines a gobierno quienes cuenten y digan que hubo más de 10 millones de votantes, sin que no los hayan conseguido; que digan que ganaron X o Z candidatos, que son los que ellos propusieron. Esta del domingo fue la más grande farsa democrática en la historia de México.
En estos días de la semana empezarán a salir las razones del descontento ciudadano y del gran abstencionismo. Todos nos dimos cuenta de la asfixia presupuestal que, desde el Poder Ejecutivo, a través del Congreso de la Unión, particularmente de la Cámara de Diputados, se hizo contra el Instituto Nacional Electoral. El fin era privar a la institución que cuida las elecciones para que no se instalaran la totalidad de las casillas y que no hubiera el personal capacitado ni el equipo técnico indispensable para garantizar elecciones libres, transparentes y legales.
En Zacatecas fuimos testigos que el gobierno del estado redujo en un 65 por ciento el presupuesto del IEEZ para esta elección judicial. El Magistrado Presidente de este instituto pedía a gritos más apoyo financiero, pero el gobierno lo negó siempre señalando en voz del gobernador, que en el IEEZ había excesos, gastos superfluos y ninguna necesidad de mayores recursos.
Así concluyó la jornada electoral de este domingo. No se pudo garantizar que fuera libre, transparente y efectiva la elección. El listado de candidatos estaba ya decidido, blindado y fabricado desde el aparato gubernamental. La conclusión es, que la independencia judicial ha quedado subordinada totalmente a Morena y a las autoridades de los Poderes Legislativo y Ejecutivo.
Ahora falta esperar los efectos económicos que la desconfianza en el Poder Judicial generará para las nuevas inversiones. Ya desde ahora México ha perdido cerca de 500 mil empleos formales. No solo se afectó el Estado de Derecho en México, sino también la credibilidad, la confianza y los afanes de progreso de un gran número de mexicanos. Este lunes y martes han sido oscuros por el desconcierto, el mal sabor de boca y la creencia de que ahora tenemos un Poder Judicial cooptado, hecho a modo, para beneficio de las élites del poder, mientras que para los ciudadanos de este país y de Zacatecas solo nos queda presenciar la claudicación de la justicia ante el poder político.