CARLOS PEÑA BADILLO
Con el corazón roto y la determinación en su rostro, cientos de madres buscadoras marcharon el pasado sábado de la Máquina 30-30 a la Plaza de Armas, para denunciar que este enorme problema de las desapariciones forzadas no tienen solución ni en el país ni en Zacatecas y, en el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzadas, las Madres Buscadoras exigieron justicia ante una crisis que ya resulta insostenible, por el abuso de las autoridades que a toda costa quieren que el gobierno aparezca como el principal preocupado en resolver el tema.
Sin embargo, tal parece que ni el gobernador, ni el secretario de Gobierno y mucho menos el fiscal general del estado, han encontrado cómo convencer y demostrar a las Madres Buscadoras la preocupación que dicen tener por apoyar las labores de búsqueda y terminar con ese dolor indescriptible que es haber perdido a un familiar querido, y pasar meses y años buscándolo.
En esta conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzadas recordaron el reciente caso de la señora Ada Karina Juárez, que fue asesinada la semana pasada y de cuyo caso se formó un embrollo como muchos de los que se hacen cuando a toda costa se quiere desconocer la responsabilidad.
Se trató del apresurado deslinde que el secretario general de Gobierno hizo de este crimen, al señalar en sus redes sociales que se trataba de un asesinato y la localización de la víctima sin vida en San Luis Potosí, asegurando que ya existían detenidos. Pero al día siguiente la Fiscalía General de San Luis Potosí aclaró que el cuerpo ni siquiera había sido identificado y que lo habían encontrado en territorio zacatecano.
Obviamente las madres buscadoras encontraron en este hecho un nuevo motivo para demostrar su enojo y expresar su rabia, porque las autoridades juegan con su dolor demostrando que solo les interesa su imagen pública.
Es verdad que a nivel nacional no se localizan a más de 130 mil desaparecidos, y que en el caso de Zacatecas hay tres mil 897 familias que lloran a un ser querido y mientras, con la incertidumbre y el dolor de su corazón, por no tener ninguna certeza de que serán localizados, las autoridades se ufanan en señalar y anunciar que en el tema de seguridad todo está resuelto.
Es cierto que los homicidios dolosos bajaron, pero también es cierto que las víctimas desaparecidas aún demuestran la inoperancia y la falta de congruencia de un gobierno que dice tener resuelto el tema de la seguridad, pero sin resolver a las personas desaparecidas, sin resolver el cobro de piso, y sin resolver los abusos de violencia contra las mujeres. Definitivamente no se puede hablar de logros en seguridad con estos expedientes abiertos y llenos de dolor.
Como dije en una colaboración anterior, mientras no lleguen los resultados que el gobierno está obligado a dar con nombres y números, las acciones de búsqueda sin resultados son reprobables, inadmisibles e injustas para todos los que sufren y tienen el corazón roto por una persona o un ser querido ausente.
Sobre la Firma
Diputado, exalcalde, voz opositora firme
carlospbdiputadoprensa@gmail.com
BIO completa