CARLOS PEÑA BADILLO
Mientras el país vive momentos difíciles en la economía, con un crecimiento de 0.4%, una crisis de inseguridad que se agrava con actos terroristas como la explosión del coche bomba en Michoacán y las tomas de carreteras, por productores agrícolas que intentaron detener la Ley General de Aguas, Morena celebra, sin tener sentido hacerlo, 7 años de fracasos, y lo hace con una concentración ficticia, porque al Zócalo no le caben ni 200 mil personas, menos las 600 mil que anunció el oficialismo.
Igual aquí, en Zacatecas, el gobierno celebra una Navidad adelantada con el reparto abusivo de todo tipo de apoyos para los supuestos grupos vulnerables de los municipios, aunque dichos apoyos siempre estén dirigidos a los grupos de votantes de Morena.
Se trata de los apoyos que el titular del Ejecutivo entrega en ferias agropecuarias y en eventos a modo en distintos municipios. Se trata de los apoyos alimentarios que entrega el DIF estatal bajo un programa denominado “Corazón Contento”, que igual deja fuera a los que no son sus partidarios.
Asimismo, la Secretaría de Desarrollo Social distribuye por su parte apoyos como los zapatos escolares, que igual los distribuyen, junto con despensas, en la Delegación del Bienestar. Cuatro canales de distribución de apoyos que aprovechando el espíritu navideño y la necesidad económica de la mayor parte de los zacatecanos, en el oficialismo pretenden crear la imagen de un gobierno benefactor, que es más bien protector de sus intereses electorales.
Pero dejemos en sus afanes electoreros al oficialismo zacatecano. Veamos que a nivel nacional Morena más bien debería pedir perdón a los mexicanos. No podemos olvidar que el 60% del territorio mexicano está controlado por el crimen organizado, la deuda pública fue duplicada en los siete años de administración de Morena y no hay medicamentos ni oportunidades para los jóvenes y las mujeres, mientras el gobierno federal prefiere derrochar millones de pesos en una inútil conmemoración que solo refleja su falta de reconocimiento a la realidad de un país que se le fue de las manos.
La crisis de inseguridad que atraviesa México, con la política de “abrazos, no balazos”, ha dejado como saldo más de 230 mil homicidios y más de 125 mil desapariciones que hoy lastiman a miles de familias mexicanas. Lo anterior se agrava con la impunidad rampante con que actúa el crimen organizado, que como se ha comprobado, es protegido por el gobierno federal.
La mayoría calificada artificial, la mal llamada Reforma Judicial, Presupuestos de Egresos que castigan, crisis de salud con falta de medicinas y atención médicas, además de comprometer el futuro de generaciones enteras con la deuda pública, son algunas de las razones por las que Morena debería pedir disculpas a las y los mexicanos y no celebrar con actos partidistas que en nada benefician a México.
La herencia de López Obrador se reduce al haber permitido la consolidación de un narcogobierno, el pacto criminal impune con los cárteles de la droga más vergonzoso de la historia. López Obrador pretende hacer creer que su legado es motivo de celebración, cuando lo que debería hacer es rendir cuentas ante la justicia y asumir la responsabilidad histórica por las consecuencias de su gobierno.
El PRI es la única fuerza que ha defendido a México sin regateos, sin cálculos oportunistas y sin someterse a los ataques y la persecución política del gobierno cínico y corrupto de Morena. A pesar de las presiones, la intimidación, la fabricación de pruebas y el uso faccioso de las agencias del Estado para perseguir e imputar a mujeres y hombres de la oposición, el PRI sigue vigilante y denunciando a este gobierno por poner en riesgo la gobernabilidad y el bien común, defendiendo a México con valentía.
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Diputado, exalcalde, voz opositora firme
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