Zacatecas, Zac.- Trabajadores de la Sección 39 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud, liderados por Norma Castorena Berrelleza, liberaron las oficinas de IMSS-Bienestar en Zacatecas tras dos días de protesta buscando la garantía de sus derechos y la resolución de demandas financieras antes de la inminente transición federal.
El complejo proceso de transición de los servicios de salud estatales a la órbita del IMSS-Bienestar se vio interrumpido por una serie de protestas escalonadas, iniciadas semanas atrás con denuncias por el desabasto de medicamentos. El personal de la sección 39 del SNTSA tomó inicialmente Ciudad Administrativa en protesta por la falta de atención del Gobierno estatal y federal a un pliego petitorio que contenía 19 exigencias.
La liberación del complejo se logró luego de una reunión con autoridades estatales, incluyendo al secretario general de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza, donde se alcanzó el pago retroactivo del Programa Estatal de Profesionalización para Enfermería.
Sin embargo, la protesta se trasladó inmediatamente a las oficinas del IMSS-Bienestar, donde se mantuvo durante dos días ante la reticencia de los representantes locales a establecer un diálogo. Norma Castorena lamentó públicamente que los representantes de la Coordinación Estatal del IMSS Bienestar en Zacatecas “no habían dado siquiera la cara” para atender las demandas. La presión sostenida culminó en la liberación de las oficinas después de una sesión de trabajo de más de ocho horas que incluyó a representantes del gobierno estatal, la Secretaría de Salud de Zacatecas y el IMSS-Bienestar.
La suspensión temporal de la protesta se dio gracias a avances específicos logrados a nivel local. Se cumplió la petición de otorgar el estímulo de retiro al personal no transferido y de rectoría. Más crucial aún, se firmó un compromiso para respetar plenamente las condiciones laborales adquiridas, tanto colectivas como individuales, durante la transición.
Castorena Berrelleza aseguró que la afiliación sindical permanece intacta pese a la transición administrativa. Aunque el pago retroactivo del programa de Profesionalización Estatal de Enfermería fue atendido por el gobierno del estado, la continuidad del mismo será uno de los temas a tratar en la instancia superior.
El foco de la historia se concentra en la inminente mesa nacional, programada para el 25 de noviembre. Esta reunión es la válvula de control que determinará si la presión acumulada se libera o si vuelve a estallar, resolviendo la incertidumbre que aún rodea la transición final. La participación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y del propio IMSS-Bienestar es vital, pues la SHCP es la única dependencia capaz de resolver la mayoría de las demandas financieras del sindicato. Aunque falta confirmar la hora y la sede, se considera que la Ciudad de México es la opción más viable para facilitar la participación de quienes tienen capacidad de decisión.
Las demandas pendientes que se abordarán en la mesa nacional son de alta criticidad para el futuro laboral de los trabajadores. El sindicato exigirá la basificación inmediata para el personal eventual transferido, el reintegro de 12 plazas de base transferidas sin reconocer dictámenes escalafonarios, la corrección en el timbrado de nómina, la revisión de cambios de adscripción y la devolución del Impuesto Sobre la Renta (ISR) retenido de la prima vacacional. Adicionalmente, se deberá resolver la conciliación de prestaciones durante la etapa final de transición y la continuidad del programa de profesionalización de enfermería. Al respecto, Castorena Berrelleza fue categórica: “Lo que yo quiero es que estén garantizados los derechos de las y los trabajadores en esta etapa final, para no andar batallando más adelante”.
Otro tema central que será abordado en mesas de análisis es el abasto completo de medicamentos e insumos en hospitales y clínicas, una de las denuncias que detonó el conflicto. Aunque las autoridades firmaron el compromiso de dialogar para mejorar el suministro, la líder sindical había denunciado previamente que los jefes estaban grabando videos para mentir sobre la disponibilidad real de medicamentos, lo que refleja un profundo escepticismo de la base trabajadora.
La asamblea permanente continuará para dar seguimiento a los acuerdos, pues la garantía de los derechos laborales y la fluidez financiera que la SHCP debe asegurar son el engranaje vital que determinará si la transición al IMSS-Bienestar se lleva a cabo sin dejar rezagados a los trabajadores de la salud.
LNY | Redacción

