sábado, septiembre 20, 2025
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La UAZ ¿un problema o una solución?

JUAN JOSÉ MONTIEL RICO

Ya van más de dos semanas que inauguramos ciclo escolar y funciones del nuevo rector en la Universidad Autónoma de Zacatecas, y quien escribe no había podido dar un comentario sobre esta coyuntura. El objetivo de esta humilde entrega es desempolvar esa opinión que nadie pidió.

La Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) es, quizá, la institución más importante en la vida cultural, política y social de ese estado. Desde su origen en el siglo XVIII, ha sido el faro educativo de generaciones de zacatecanos y un motor que ha dado identidad y orgullo a este pueblo. La UAZ es mucho más que un simple espacio académico, es un símbolo de lo que es el estado y en lo que aspira a convertirse.

Sin embargo, la Universidad vive hoy una coyuntura que ha mermado su prestigio. El proceso electoral reciente para elegir rector estuvo marcado por escándalos de proporciones inéditas en las que estuvo involucrado el rector saliente; un señalamiento judicial en contra de una de las contendientes por manejo irregular de recursos en el sindicato y un ambiente enrarecido por la sospecha de intromisión externa en la vida universitaria. A ello se suma la ominosa sombra de la llamada “Estafa Maestra”, su crisis financiera y las recurrentes huelgas y paros que constantemente paralizan la vida académica. Todo esto ha lastimado la imagen de la UAZ, poniendo en duda su autonomía y su papel como referente moral y cultural del estado.

En este contexto, el nuevo rector Ángel Román tiene ante sí la enorme misión de reconstruir la confianza en la universidad y devolverle el prestigio que nunca debió perder. Los desafíos son múltiples, como recuperar la credibilidad institucional, fortalecer la autonomía, generar condiciones de gobernanza, sanear sus finanzas, mejorar la calidad académica y un largo etcétera. Sin embargo —sin generar honorarios— quiero centrarme en dos propuestas que puede ser estratégicas para darle rumbo a la UAZ.

La primera es transformar el modelo de elección del rector. Mientras la UAZ se desgasta en contiendas políticas, con campañas internas que reproducen las dinámicas más viciadas de la política local, la Universidad Nacional Autónoma de México ha encontrado una relativa estabilidad en el modelo de elección a través de su Junta de Gobierno, que elige al rector a partir de proyectos académicos, entrevistas y deliberación colegiada. No es un modelo perfecto, pero ha permitido despolitizar el proceso, despersonalizar las aspiraciones, resguardar la autonomía y colocar el énfasis en la calidad de las propuestas. La UAZ debería abrir un debate serio para emular un mecanismo que asegure transparencia, que reduzca la injerencia externa y que ponga la elección de autoridades en manos de un órgano académico con legitimidad. Solo así podrá resguardar su autonomía y enfocarse en la excelencia universitaria.

La segunda propuesta es devolverle calidad y pertinencia social a la universidad. Zacatecas es un estado mal diagnosticado. Sabemos poco de nosotros mismos, y ese vacío de conocimiento se refleja en políticas públicas débiles, desconectadas de la realidad social. La Universidad debería ser el laboratorio natural para entender nuestros problemas y diseñar soluciones sobre seguridad y violencia, migración, minería, el campo, la inclusión territorial, la crisis hídrica y el rezago educativo. Y, sin embargo, la UAZ ha pasado demasiado tiempo mirándose al ombligo, atrapada en conflictos internos que la alejan de su función social. Urge volver a anclar la investigación académica con el desarrollo del estado, generar estudios rigurosos sobre Zacatecas, formar cuadros técnicos que acompañen la toma de decisiones públicas y consolidar la Universidad como la conciencia crítica y la brújula intelectual de la entidad.

La UAZ tiene todo para lograrlo, pues cuenta con talento humano, historia, reconocimiento y una comunidad estudiantil crítica y activa. Falta decisión para emprender las reformas necesarias. Si el nuevo rectorado logra cambiar la manera de elegir a las autoridades y, al mismo tiempo, recuperar el vínculo entre universidad y estado, estaremos frente a una nueva etapa para la máxima casa de estudios de Zacatecas.

El estado necesita a su Universidad. En pocas palabras, la UAZ debe dejar de ser un problema para convertirse en una solución.

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Estratega político entre gobiernos, campañas y narrativas.
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