jueves, agosto 14, 2025
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El Dedo en la Llaga | Zacatecas: Patrimonio que inspira y resiste

RAFAEL CANDELAS SALINAS

La UNESCO —Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura— fue fundada en 1945 con el propósito de fomentar la paz mediante la cultura, la ciencia y la educación. Su programa de Patrimonio Mundial, surgido de la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural (1972), busca identificar, proteger y preservar los sitios de excepcional valor cultural o natural.

El reconocimiento está supeditado a que el país proponente incluya el sitio en su lista tentativa, cumpla al menos uno de los criterios establecidos por la UNESCO, y demuestre contar con los instrumentos legales, técnicos y de conservación adecuados.

Actualmente, el programa incluye más de mil 200 sitios en el mundo. En América Latina y el Caribe, existen 136 sitios inscritos en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, 96 sitios culturales, 37 sitios naturales y cinco sitios mixtos (culturales y naturales), en la que México destaca con 36 sitios inscritos —28 culturales, seis naturales y dos mixtos—, consolidándose como el país con más designaciones en el continente.

Zacatecas, con su Centro Histórico inscrito el 11 de diciembre de 1993, brilla entre esas joyas. El Centro Histórico de nuestra ciudad fue reconocido por su arquitectura barroca, sus templos, plazas y su integración armoniosa al relieve montañoso de la ciudad.

Desde esa fecha, se han impulsado acciones de restauración, conservación patrimonial y promoción cultural que han fortalecido la identidad de la ciudad y convertido al turismo cultural en una fuente clave de desarrollo económico y orgullo local.

Este año, del 15 al 17 de agosto, Zacatecas será sede del Festival de Ciudades Mexicanas Patrimonio Mundial, un evento que reunirá a las ciudades mexicanas más emblemáticas reconocidas por la UNESCO. Es, sin duda, un logro del presidente municipal Miguel Varela Pinedo, quien lo ha concretado con gestión y recursos propios, sin apoyo estatal e incluso frente a quienes apostaban por su fracaso.

El programa general del festival incluye más de 250 actividades artísticas y culturales, con la visita de embajadores de varios países, muestras fotográficas de China, Irán, Japón, Rusia y España, así como la presencia de autoridades de condados y ciudades de Estados Unidos y cerca de 30 municipios de Zacatecas. A la fecha, se ha confirmado la asistencia de más de 3,000 personas que viajarán exclusivamente para el festival.

Las sedes principales serán el Teatro Calderón, el Museo Manuel Felguérez, la Plaza de Armas, el Jardín Juárez, la Plazuela Miguel Auza y la Plazuela Goitia, donde zacatecanos y turistas podrán disfrutar de exposiciones, talleres, conversatorios, conciertos, presentaciones artísticas, muestras gastronómicas y catas de vino y mezcal local. Estas actividades no solo darán vida a la ciudad, sino que también servirán como una promoción turística esencial para mejorar la imagen de Zacatecas, tan afectada en los últimos años por la inseguridad y la violencia que han marcado negativamente al estado.

Es importante señalar que, para este festival, el municipio de Zacatecas erogará sólo tres millones seiscientos mil pesos, mientras que, en el festival del año anterior, en la ciudad de Durango, se gastaron alrededor de nueve millones de pesos. Cantidades que representan una inversión importante no solo por la promoción turística que se hace de la ciudad, sino por la apertura que se da para la presentación de artistas zacatecanos.

Los zacatecanos recibimos con orgullo y entusiasmo a las ciudades hermanas invitadas, confiando en que este festival sea mucho más que un escaparate turístico, que sea el impulso de una nueva etapa para Zacatecas, en un contexto en el que el INEGI reporta la pérdida de más de cinco mil empleos en el estado.

Como zacatecano, nacido en uno de los barrios más tradicionales de la ciudad —el barrio del Patrocinio—, al pie del cerro de La Bufa y a unos pasos de nuestra majestuosa Catedral, la Plaza de Armas y el Palacio de Gobierno, no puedo dejar de sentir un profundo orgullo por pertenecer a esta tierra. Un orgullo que sentimos y que plasmó magistralmente Ramón López Velarde cuando dijo que le gustaría que el Papa escuchara el sonar de las campanas de nuestra Catedral, un deseo que se cumplió en mayo de 1991 con la visita del Papa Juan Pablo II, o cuando recibimos a los Reyes de España, y al ser sede de la Convención de la Real Academia Española de la Lengua, eventos que pusieron a Zacatecas en el mapa cultural y diplomático del mundo.

Lamentablemente, ese tipo de acontecimientos ya no se realizan, y hoy más que nunca necesitamos recuperarlos. Ojalá entiendan que más que puentes de concreto, necesitamos puentes ideológicos, puentes de entendimiento, puentes que nos permitan recuperar la armonía y la buena convivencia entre zacatecanos, ojalá que este festival sea el parteaguas para retomar el rumbo, para que el orgullo zacatecano por nuestra gran ciudad no sea solo una herencia del pasado, sino una fuerza viva que nos impulse hacia el futuro.

Los zacatecanos estamos orgullosos de nuestra ciudad y de nuestro pasado. Orgullo que se mezcla con tristeza cuando vemos —y no es la primera vez— que nuestra autoridad municipal no recibe el respaldo del gobierno estatal. Y todo, no por razones de peso, sino por nimiedades que derivan en actitudes revanchistas y rencorosas, que terminan por lastimar no a una persona, sino a toda una ciudad.

Las ciudades mexicanas Patrimonio Mundial que estaremos recibiendo como anfitriones en este festival son: Campeche (ciudad fortificada con arquitectura militar y colonial), Ciudad de México y Xochimilco (centro histórico urbano y chinampas ancestrales), Guanajuato (ciudad histórica minera con arquitectura barroca e industrial), Morelia (centro histórico monumental, ejemplo exquisito del barroco), Oaxaca (centro histórico y Monte Albán, patrimonio artesanal, colonial y prehispánico), Puebla (centro histórico barroco), Querétaro (zona de monumentos históricos urbanos) y San Miguel de Allende (arquitectura barroca e intercambio cultural).

Con este elenco de ciudades hermanas, Zacatecas se sitúa en el corazón de un encuentro de cultura, historia y belleza, que puede ser mucho más que un festival: un punto de inflexión para transformar retos en oportunidades.

¡Bienvenidas todas las ciudades Patrimonio! Que este festival sea un éxito, una plataforma de reactivación, y el inicio de una nueva era para nuestra ciudad, rica en pasado y con un futuro prometedor.

Nos leemos el próximo miércoles con más del Dedo en la Llaga.

Sobre la Firma

Jurista, exlegislador y columnista sin concesiones.
rafaelcandelas77@hotmail.com
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