Reconocimiento a la congruencia y firmeza de ideales

JACOBO CRUZ

La tarea organizativa del Movimiento Antorchista Nacional no ha sido nada sencilla, me tocó conocerla de cerca cuando fui invitado a colaborar como docente del Colegio De Bachilleres de Zacatecas en el año 1998, tiempo en el que los antorchistas sostenían la lucha por obras de infraestructura, de educación y apoyos sociales para el mejoramiento a la vivienda durante el gobierno de Ricardo Monreal Avila.

Desde que conocí las solicitudes de los gestores, mujeres y hombres sencillos, consideré que era lógico que el gobierno los atendería y resolvería a la brevedad, pero me equivoqué. El gobierno del entonces perredista Monreal Avila inició una serie de acciones para deslegitimar y criminalizar a los peticionarios, que desesperados ante la negativa gubernamental decidieron instalar un plantón  en Plaza de Armas que se prolongó por unos siete largos meses.

Poco conocedor de los temas de este carácter, consideré excesivas las medidas que un gobierno elegido democráticamente por los zacatecanos, pero ahora les respondía con infundios y persecución policiaca. En su intento por asustarlos y obligarlos a desistir en sus demandas, al amparo de la noche provocaron el incendio del árbol de navidad y del propio campamento donde pernoctaron aguantando todos los descalificativos que salían de los micrófonos de algunos conductores de noticieros, y por las plumas de destacados columnistas que siempre han visto como enemigos a los luchadores sociales pero también desprecian a los campesinos y amas de casa que buscan el respaldo oficial para salir adelante con sus familias.

Pero lo descrito en mi experiencia personal en ése corto periodo, es muy poca cosa con todas las acciones que ha emprendido en antorchismo nacional desde su surgimiento en la década de los años setenta, lo que coincide con las acciones represivas de los gobiernos respectivos a nivel nacional en el total de los estados y en la mayoría de municipios donde se organiza a los mexicanos desde hace ya 50 años.

A pesar de que la Constitución protege el derecho de organización y de petición de los mexicanos, en la práctica siempre hemos enfrentado múltiples dificultades, desde campañas de mentiras que se han difundido a través de la prensa, hasta intimidación, represión física e incluso agresiones directas que terminaron con la vida de algunos de nuestros compañeros en entidades como Puebla, Veracruz, Guerrero y el estado de México, pero ninguna de esas razones ha sido motivo para abandonar el objetivo de luchar por una patria más justa con todos los mexicanos.

Congruentes con lo anterior, en este 2024 los antorchistas de Zacatecas seguimos desarrollando la labor de concientización para que los ciudadanos cambien su visión de la vida social, para que conozcan a detalle la dinámica de la democracia de partidos que se ha presentado como uno de los más grandes anhelos del pueblo para votar libremente por candidatos que previamente han sido designados por los grupos de poder local o nacional.

Y con esto los ciudadanos se quedan conformes una vez que eligen libremente a sus gobernantes, que no son otra cosa que una élite que está al servicio de la clase social que es dueña de los medios de producción, que tienen como objetivo supremo el cuidar la propiedad privada de la que se han hecho mediante mecanismos diseñados para explotar a los obreros y los recursos naturales de la nación con todas las leyes a su favor.

Pero la lucha electoral confunde a los ciudadanos, porque en este tiempo a todos los aspirantes les sale lo bondadoso, usan palabras conmovedoras y prometen soluciones fáciles a problemas muy complejos para ganar votos.

Ahora parecen oportunistas que llaman a apoyar tal o cual proyecto, como un medio de congraciarse con algún candidato y para sumarle votos de acuerdo a sus intereses personales inmediatos para asegurarse un empleo al menos por tres años en la nómina de algún gobierno municipal.

Esto no es nada novedoso, pero lo lamentable es que algunos incautos crean en las palabras falsas e hipócritas de personas a quienes no se les debería creer nada por ser políticos de ocasión que traicionaron a quienes les brindaron la oportunidad de educarse y salir de sus pueblos polvorientos olvidados por el tiempo y la indiferencia gubernamental pero se presentan como los iluminados usando las posiciones y los recursos que se lograron con la lucha del pueblo organizado.

Es de reconocer a todos aquellos antorchistas de Zacatecas y de todo el país que a pesar de las dificultades y peligros que enfrenta la lucha permanente no desisten en sus ideales, porque están seguros que el objetivo final es lograr una sociedad equitativa que dé a los mexicanos las oportunidades que le niega la sociedad dividida en clases sociales.

Hoy la democracia está prostituida y mediatizada por la clase política que se ha incrustado en el aparato del estado donde ya no se reconocen colores, ni ideologías, donde conviven la izquierda y la derecha de la forma más vulgar y se impulsa a otros que quieren encaramarse en  el humanismo pueril que no conduce a nada seguro, aunque sí les pueda garantizar vivir del erario como ya se acostumbraron.

Por todo lo dicho, vaya un reconocimiento a la congruencia y firmeza de ideales de los antorchistas de Zacatecas y México entero.