La Casa de los Perros: Las mujeres de Zacatecas y su lucha por un escaño en el Senado

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Para la elección del 2024, la codiciada posición en la fórmula para ganarse un escaño en el Senado de la República tiene a las mujeres suspirantes un poco tristes.

A diferencia de lo sucedido en el 2018, esta vez sólo una mujer podrá acceder a este cargo vía elección, no por lista de consentidos de los partidos políticos, ya que, si se respeta aquello del género, esta vez toca hombre tanto de parte de la coalición de la 4T, como del Frente Amplio por México.

En la pasada elección, Claudia Anaya Mota llevó mano y se quedó con el jugoso hueso, en el camino quedó Raúl Rodríguez Márquez en la coalición Todos por México.

En el otro frente, el de Juntos haremos historia, Soledad Luévano Cantú llegó con la mano en la cintura a ocupar una oficina en el edificio de Reforma, acompañada de José Narro Céspedes, quien de manera sorpresiva se quedó con el número 2 de la fórmula y… de ahí al Senado.

Hubo otro par de candidatos: Mary Chávez Contreras y Rafael Flores Mendoza, de la coalición Por México al Frente, quienes muy poco pudieron hacer ante la lucha que las coaliciones dieron.

Esta vez, todo parece indicar que el escenario se invertirá y serán los hombres quienes lleven mano, de ahí que las mujeres que accedan a una candidatura, ya sea por la 4T y sus aliados, o por parte del Frente Amplio por México, tendrán que conformarse con el segundo lugar de la lista y echarle muchas ganas para quedarse con el premio mayor.

Con Andrés Manuel López Obrador como jefe de campaña de Claudia Sheinbaum, los candidatos que se vistan de guinda tendrán muchas posibilidades de obtener un triunfo.

Porque si bien una mayoría de mexicanos se manifiesta inconforme con las locuras del reyezuelo de Palacio Nacional, todos los que reciben apoyos mensuales y que son guiados por los servidores de la Nación, siguen viendo en López Obrador a ese guía que, mes con mes, les da un dinerito para cubrir sus necesidades. Lo adoran.

Así las cosas, la pugna por la candidatura que definirán Morena, el PT y el Verde Ecologista se ha puesto color de hormiga, y la cercanía con Claudia Sheinbaum vaya que sí pesará.

En un escenario muy prometedor se encuentra la actual senadora Geovanna Bañuelos de la Torre quien, como una de las meras jefas del Partido del Trabajo, a nivel nacional, ha picado piedra en los más altos niveles y, todo pareciera, pudiera ser la elegida.

Su trabajo como coordinadora del grupo parlamentario del PT en el Senado ha sido pulcro, además de que no se ha quedado sentada en el escaño sólo

viendo pasar los años y han sido varias las iniciativas presentadas.

A ellos se suma su cercanía con Claudia Sheinbaum, con quien hace migas un día sí, y el otro también.

Quien desea seguir cobrando para tener tiempo suficiente para maquillarse durante las sesiones es la senadora Soledad Luévano. Su trabajo durante estos cinco años ha pasado sin pena ni gloria, y su voz en la Tribuna del Senado se ha escuchado acaso dos veces, y párele de contar.

Su único mérito, hasta hoy, ser la incondicional de Ricardo Monreal, y nada más.

La otra suspirante es la delegada del Bienestar en Zacatecas, Verónica Díaz Robles. Ella, envuelta en escándalos que van desde el supuesto manejo discrecional de los millonarios recursos que llegan a sus manos, pasando por un divorcio con rancho en Puebla del Palmar ganado en el juzgado, hasta la inauguración de una mansión en Colinas del Padre, está indecisa.

Sabe que los servidores de la Nación no la dejarían sola y la acompañarían a ganar el espacio en el Senado que, a su vez, le otorgaría un fuero que mucho, pero mucho le ayudaría en el futuro.

Pero el precio que tendría que pagar por ser senadora sería abandonar Zacatecas con el riesgo de romper la burbuja en la que mantiene al inquilino de La Casa de los Perros que, tras el otro escándalo que la reina de los servidores protagonizó en el palenque de la Feria Nacional de Zacatecas, en donde, bebiendo a pico de botella habría ordenado a sus empleados putear a la comisionada del INAI, Julieta del Río Venegas, habría decidido marcar distancia.

En alguna ocasión, López Obrador les prometió a los otrora superdelegados, candidaturas a la gubernatura o al Senado, como muestra de su agradecimiento al conformar el ejército electoral conocido como los servidores de la Nación.

De ahí, para felicidad de todo Zacatecas, Verónica Díaz se podría agarrar y marcharse a la Ciudad de México, permitiendo que la nueva gobernanza agarre ritmo y salga de esa maraña de ineficiencia en la que tiene sumido al estado.

Suena bien ¿o no?

También se habló que la comisionada del INAI, Julieta del Río Venegas, estaría en la lista de posibles suspirantes, pero resulta que la zacatecana ha logrado posicionarse a nivel nacional como un referente en la lucha por la transparencia, lo que la llevaría a ocupar la presidencia del Instituto en diciembre.

Esta posibilidad llevó a Del Río Venegas a desmarcarse y enfocar sus baterías a obtener una envidiable posición.

Las cartas están echadas y a los que estamos detrás del ruedo sólo nos queda disfrutar del espectáculo y sonreír porque, ya lo dijeron por ahí, todo va a estar bien…

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