ANGÉLICA COLIN MERCADO
La toma de protesta del rector Ángel Román representa un momento de renovación institucional en la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Como en todo proceso de relevo, se depositan expectativas en la capacidad de liderazgo y en la visión estratégica que logre implementar.
En este sentido, su gestión se convierte en un referente de continuidad y cambio, en donde se espera fortalecer la identidad universitaria, la gobernanza académica y la vinculación con los distintos sectores sociales (García, 2018).
Uno de los principales retos que enfrenta la UAZ son los problemas financieros, los cuales han marcado su desarrollo en las últimas décadas.
La nueva administración tiene el desafío de diseñar políticas de sostenibilidad que no solo atiendan la deuda estructural, sino que además fortalezcan la transparencia y la rendición de cuentas.
En el ámbito académico, la consolidación de programas de calidad y la incorporación de innovaciones pedagógicas son fundamentales para responder a las exigencias de un entorno global cada vez más competitivo (De la Cruz & Martínez, 2020).
Finalmente, la esperanza de la comunidad universitaria se centra en que el rector Román logre articular consensos que permitan superar divisiones internas y enfrentar, con unidad, los retos del presente.
La universidad, como espacio de formación y de pensamiento crítico, requiere liderazgo incluyente y decisiones que prioricen la educación de los jóvenes zacatecanos.
De esta manera, la toma de protesta no solo simboliza el inicio de una gestión, sino también la posibilidad de reconstruir la confianza institucional y reafirmar el papel de la UAZ como motor del desarrollo regional (Pérez, 2021).
Sobre la Firma
Educadora crítica, madre, directiva universitaria comprometida.
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