Portugal.- El Parlamento portugués aprobó este miércoles un paquete de medidas que restringe la inmigración. La coalición de derecha y la extrema derecha impulsaron la reforma, que afecta principalmente a brasileños, el mayor grupo de migrantes. Estos ya no podrán regularizar su situación solo por residir y trabajar en el país.
Las nuevas normas limitan los visados de búsqueda de empleo a migrantes altamente calificados y endurecen el reagrupamiento familiar. Además, se creará una unidad policial dedicada a combatir la inmigración ilegal y acelerar deportaciones. Sin embargo, una parte clave del plan—restringir el acceso a la nacionalidad—queda pendiente por disputas legales.
El gobierno de Luis Montenegro, en el poder desde marzo de 2024, ya había eliminado una ley que permitía regularizarse tras un año de trabajo y cotización. La norma, vigente desde 2018, era considerada una de las más flexibles de Europa. Su derogación marcó el primer paso hacia un control migratorio más estricto.
En 2024, Portugal registró 1,55 millones de extranjeros, el 15% de su población, cuatro veces más que en 2017. El crecimiento acelerado alimentó el debate político. La derecha argumenta que las medidas protegen recursos públicos, mientras críticos las tachan de discriminatorias. La polémica seguirá con las negociaciones pendientes.
LNY/Redacción