lunes, diciembre 29, 2025
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Obispo Sigifredo Noriega pide cohesión ante la inseguridad en Zacatecas

Zacatecas, Zac.- Monseñor Sigifredo Noriega Barceló, obispo de Zacatecas, llamó este domingo a fortalecer la unidad familiar como antídoto frente a la violencia y la incertidumbre económica. Durante el cierre del Año Jubilar en la catedral, el prelado instó a los fieles a convertir el hogar en un espacio de resistencia ética ante el deterioro del tejido social en la entidad.

El mensaje institucional, emitido durante la homilía dominical en la Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Asunción, vinculó la festividad de la Sagrada Familia con la urgencia de reconstruir las relaciones humanas en un entorno hostil. Para la diócesis, la familia debe funcionar como una escuela de solidaridad indispensable para enfrentar las presiones culturales que erosionan los lazos comunitarios. Esta postura trasciende lo estrictamente religioso al posicionar al núcleo doméstico como la última barrera de contención frente a la crisis de valores y la inseguridad que afecta al Estado.

El acto coincidió con la clausura de la Puerta Santa, hito que marca el fin del Año Jubilar de la Esperanza convocado por el papa Francisco. Noriega Barceló aprovechó la solemnidad para plantear una autocrítica sobre la profundidad del compromiso social de la comunidad católica. El obispo cuestionó si la esperanza vivida durante 2025 ha sido un ejercicio de conciencia genuino o un acto mecánico, instando a los creyentes a reflexionar sobre sus responsabilidades colectivas y las negligencias cometidas durante el ciclo anual que concluye.

La dimensión social de la fe ocupó un lugar central en el balance eclesiástico. El prelado exigió extender la caridad hacia los sectores más vulnerables, mencionando específicamente la situación de los enfermos, los presos y las personas en situación de soledad. Al vincular la misericordia con la justicia y la paz, la Iglesia local busca que la práctica religiosa tenga un impacto concreto en la vida pública, promoviendo el diálogo como herramienta para mitigar la polarización y el abandono social.

El cierre de 2025 se presenta bajo esta óptica como un periodo de balance y petición de perdón por la falta de acción ante los desafíos actuales. En un contexto de fragilidad institucional, la Diócesis pretende que la familia actúe como una brújula social. Al fortalecer los vínculos internos, la Iglesia busca evitar la desintegración definitiva del tejido comunitario, ofreciendo un punto de referencia estable frente a las turbulencias económicas y la parálisis operativa que marca la realidad de Zacatecas al inicio del nuevo año.

LNY | Redacción

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