GABRIELA ÁLVAREZ MÁYNEZ
Ya es la segunda semana de clases en la Universidad Autónoma de Zacatecas. Siempre es un gusto regresar a las aulas, ver a los estudiantes, tener la experiencia del conocimiento a su lado y ver sus ojos expectantes de emociones.
La primera fue una semana difícil, pues en las preparatorias de la Universidad nos encontramos con nuevos retos, se estableció un nuevo plan de estudios que no fue consultado ni trabajado con los docentes, generando molestia e indignación desde que nos fuimos enterando. Los representantes del Consejo Universitario no convocaron a los maestros para esta discusión y votaron como les pareció, faltaron a la Ley Orgánica de la Universidad.
Otra mala experiencia fue volver y saber que las cuotas cobradas a estudiantes para centros de cómputo, laboratorios, no se aplican en la mejora de espacios y tenemos el mismo mobiliario, pasamos tres días sin luz en algunos salones de la preparatoria II, las bancas para estudiantes son incómodas, y no dejaremos de alzar la voz porque las necesidades más básicas no se cubren, los baños siguen con fallas, no había agua, no hay jabón para lavarse las manos y menos papel.
A pesar de estas dificultades, la administración le apuesta a que los jóvenes van a sus clases, que tuvimos un alza en el ingreso de estudiantes en la UAZ, después de escándalos tristes, vergonzantes, como lo sucedido con el exrector, hay una manifestación vehemente que debería ser aprovechada y atendida, pues ellos son la base de nuestro trabajo universitario, ellos deben ser lo más importante, los estudiantes, pues la Universidad existe por ellos y para ellos.
Hoy comenzamos la segunda semana y seguimos pensando que el plan de estudios debió ser analizado y trabajado junto a los maestros. La modificación de horas y el añadir clases a los jóvenes nos está metiendo en una encrucijada que no ha sido fácil resolver, pues no había aulas suficientes y la fila de maestros solicitando donde trabajar con los estudiantes fue larga y no tuvimos respuesta.
Hay voluntad de trabajo, hay personas intentando resolver esta problemática, aunque no es fácil pues faltan aulas, falta planeación, falta que las cargas de trabajo se asignen conforme a derechos adquiridos por los docentes y antigüedad, y eso desequilibra la relación maestro-estudiante, pues cuando el docente no siente certeza laboral, no ve respetados sus derechos, no logra dar el máximo en las aulas. Esta cantidad de problemas que podrían ser resueltos nos desenfoca del quehacer educativo, y de ahí devienen otros más, pues a muchos profesores no se les paga a tiempo o tienen que realizar varias visitas a recursos humanos para verificar cuando les pagarán correctamente.
Con todo el entusiasmo que me invade el trabajo que realizo, estos distractores llenan de tristeza y creo que es importante seguir poniéndolos en tela de juicio para que aquellos que buscan espacios administrativos y piden sus votos, los resuelvan, pues la institución tiene investigadores valiosos, Unidades Académicas que han generado trayectoria y muchos elementos que hacen que valga la pena luchar y resolver estas cuestiones indispensables y básicas, para seguir destacando.
La Universidad Autónoma de Zacatecas es la mejor institución educativa del Estado en muchos sentidos, y sé que hay muchas páginas que podríamos llenar hablando de su historia, de aquello que la llena de superioridad y calidad, pero no debemos olvidar que los estudiantes se merecen un trato digno, de respeto y valor a su quehacer educativo.
Sobre la Firma
Historiadora, docente, columnista cultural y dirigente política.
gabriela.alvarez.maynez@gmail.com
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