CARLOS PEÑA BADILLO
No importa si son Ayuntamientos de Morena, de los partidos Verde o del Trabajo, o si son priistas o panistas, los 58 Ayuntamientos del Estado, cumplen en esta semana seis meses de abandono y de falta de recursos económicos para iniciar las obras básicas que todos los municipios requieren; se trata de las obras de infraestructura social como los drenajes, las redes de agua potable, rehabilitaciones a casas de salud, a redes eléctricas, dignificación y rehabilitación de escuelas, pavimentos o seguridad pública. Se trata del mejoramiento de los servicios públicos municipales para que todos los zacatecanos tengan mejores niveles de vida.
Pero a pesar de que los gobiernos federal y estatal conocen las demandas de la población para estas obras básicas, es tiempo aún que no se liberan los recursos federales, contenidos en la Secretaría del Bienestar y, por supuesto, en su Delegación Estatal, porque para donde el ciudadano vaya, en cualquiera de los municipios, encontrará baches, calles oscuras, amontonamientos de basura, calles sin pavimento, escuelas con sanitarios sin agua, con ventanas sin vidrios y no se diga el lamentable estado de los centros y casas de salud.
Es una infraestructura social básica que permite mantener un nivel de vida más o menos aceptable para los ciudadanos y que inexplicablemente a seis meses del 2025, las autoridades no se deciden a atender.
Por esta misma razón, los Grupos Parlamentarios del PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza hicieron señalamientos muy concretos en la LXV Legislatura y demandaron a las autoridades federales y estatales rescatar de la asfixia total a todos los gobiernos municipales, son importar su filiación política, pero sí considerando la gravedad de sus demandas.
Son embargo, los días y las semanas siguen pasando y las necesarias obras en los municipios simplemente no inician por la falta de recursos, que seguramente están muy bien resguardados en las instalaciones de la Secretaría del Bienestar o aquí en la Delegación Estatal, esperando mejores tiempos o que cese el capricho de las autoridades de Morena para acudir en auxilio de la población que vive en los 58 municipios.
Anteriormente los municipios presentaban sus proyectos de obra pública e informaban a las autoridades sus requerimientos económicos, ahora, además de eso, tienen que recibir una autorización, pero ya se termina junio y las autorizaciones no llegan, ni se les hacen observaciones, ni se les dice a los alcaldes y alcaldesas cuándo podrán recibir los recursos para dichas obras, un caos general porque es de estos temas en que todos pierden, las autoridades pierden respeto y credibilidad, pierden los comerciantes de materiales, para construcción, los comercios que requieren mejor presencia en sus calles y negocios, a las constructoras, la afectación es grave, es delicada y no hay sensibilidad para resolver.
Esto, no es un tema de partidos, es una necesidad real de las presidentas y presidentes municipales, pero también es una necesidad de los habitantes que por no realizarse estás obras básicas, también tienen una problemática específica.
No entiendo qué necesidad hay de frenar el desarrollo y la inversión de los recursos que le corresponden a esos municipios. No veo por qué no atienden la exigencia de la población que a su vez exigen a los alcaldes que entreguen resultados. No puedo creer lo que se dice en los corrillos políticos de que aparentemente se trata de subejercicios sospechosos, de recursos que están en las cuentas bancarias generando intereses.
Me resisto a creer que todo eso sea cierto. Mucho peor sería que ese dinero se destine a otras partidas o que los recursos se politicen con alguna intencionalidad de afectaciones dirigidas.
Es una irresponsabilidad que no se les permita a los municipios iniciar cuanto antes los procesos de licitación para asignar las obras de drenajes, redes eléctricas y de agua potable, que son fundamentales para la buena vida municipal, porque algún funcionario no entienda esa necesidad.
Hoy, en tiempos tan complicados para poder dar resultados a los gobernados, no puede concebirse que sea el propio gobierno federal el que no entienda la urgencia de iniciar los procedimientos de liberación de recursos y que sean ciegos ante la necesidad de cumplir con los plazos y los tiempos de la fiscalización de la propia federación.
¿Quiénes van a ser los responsables? Seguramente se culparán a los alcaldes, porque en estos gobiernos de Morena no se acepta ninguna responsabilidad, siempre son los otros los equivocados, los que deben recibir las observaciones de las auditorías.
Pero como en todos los procesos de los gobiernos federal y estatal, en materia de fiscalización, es obvio que encontrarán culpables, pero desde hoy debe quedar muy claro que los culpables son aquellos que hoy mantienen en sus manos los recursos. Son las autoridades de la Secretaría del Bienestar, por ello insistiremos en la Legislatura del Estado para que se destrabe todo, para que se apliquen los recursos y desde ya se acepten las responsabilidades que toda esta crisis administrativa y política trae consigo.