OMAR CARRERA
Por muchos años, Adán Augusto López Hernández ha sido una figura central en Morena y en la Cuarta Transformación. Fue gobernador de Tabasco (2019–2021), después designado secretario de Gobernación en el gabinete de Andrés Manuel López Obrador, y actualmente es coordinador de la bancada de Morena en el Senado. Su cercanía al expresidente lo impulsó, y hoy, bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum, su posición como líder del Senado denota que sigue gozando de confianza institucional al más alto nivel.
Pero ahora enfrenta acusaciones graves que han pasado del rumor al espacio público, desgastando su capital político y poniendo en jaque la estabilidad de Morena, sobre todo en su relación con la presidenta.
Este escenario pone a Adán Augusto y Morena un dilema, con riesgos reales:
Desde el punto de vista jurídico, debe prevalecer la presunción de inocencia. Nadie puede ser sentenciado en el escrutinio mediático antes de que las instancias determinen culpabilidad. Ello exige mesura, transparencia y apertura para rendir cuentas.
Y en el terreno político, el costo de mantener el silencio, de responder con descalificaciones o de rehuir explicaciones puede ser alto: alimenta la narrativa de opacidad, de privilegios internos y complicidad al más alto nivel.
Si permanece como líder del Senado sin asumir una postura clara (por ejemplo, pedir licencia temporal), se arriesga a convertirse en “carne de cañón” para la oposición, que lo va a usar como señal visible para golpear a la presidenta y a todo Morena.
Si opta por apartarse temporalmente, podría aliviar presión sobre la presidenta Claudia Sheinbaum y sobre el partido, permitiendo así que transcurra la agenda de gobierno sin distracciones y golpeteo mediático.
En cualquier escenario, su decisión va ser observada a detalle, no solo su defensa personal, sino el impacto colectivo: sobre la transparencia, la rendición de cuentas y la responsabilidad política dentro del movimiento político que lo llevo a ocupar altos puestos en la cuarta transformación.
En conclusión: Adán Augusto López está ante una situación peligrosa que puede marcar no solo su destino personal, sino el parte del destino de la cuarta transformación. Podrá defender su inocencia, sí, pero cada día que transcurra sin que ofrezca una estrategia clara incrementa el desgaste político y los riesgos para la presidenta.
Sobre la Firma
Ingeniero, funcionario estatal y columnista morenista.
omar.carrera@zacatecas.gob.mx
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