viernes, noviembre 21, 2025
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Renovación que espanta. Cuando un foro universitario se vuelve una amenaza

JUAN JOSÉ MONTIEL RICO

Ayer no se llevó a cabo la charla del secretario general de Gobierno en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) Zacatecas. Estaba programada como parte de una serie de visitas regulares que, desde hace meses, realiza esta dependencia en centros educativos del estado, con el objetivo de dialogar con jóvenes sobre temas de prevención y liderazgo. No fue una excepción ni un acto inédito. Pero esta vez coincidió con una movilización de la Sección 39 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud.

La actividad se canceló para atender lo más urgente, sin embargo, llamó mi atención un puño de reacciones negativas que leyeron esta visita al Poli como un acto disfrazado de promoción política. Aprovecho para hacer al menos dos precisiones importantes, que nos ayuden a entender el fondo de la actividad.

Primero: la prevención del delito. México, y Zacatecas en particular, son presas de una violencia que ya no respeta edades. En 2024, más de mil menores fueron asesinados en el país. Tres por día. Muchos de ellos, víctimas; otros, reclutados como victimarios. Este año, un menor ejecutó al alcalde de Uruapan, Michoacán. Otro, un sicario de 15 años, fue detenido con armas largas en Tabasco. En ese contexto, ¿tiene sentido que una autoridad del gobierno hable con jóvenes sobre prevención del delito? Sí, por supuesto. Y no solo tiene sentido, forma parte de sus atribuciones previstas en la ley.

La Secretaría General de Gobierno no sólo puede, sino debe, llevar a cabo acciones preventivas. Y lo hace. A través del programa Jóvenes Constructores de Paz, ha creado cerca de 15 redes en distintos centros educativos del estado, donde se trabaja con estudiantes para construir entornos seguros, cultura de paz y habilidades para la vida. A la par, se implementa en Zacatecas el programa Reconecta con la Paz, que ofrece acompañamiento a jóvenes que cometieron delitos por primera vez y merecen una segunda oportunidad. Prevención de primer y tercer nivel, respectivamente. Respuestas a un problema latente.

Segundo: devolver pertenencia social a las universidades. La campaña que encabeza el secretario general de Gobierno para acercarse a instituciones como el IPN y la Autónoma de Zacatecas tiene la motivación de reactivar el vínculo maltrecho entre academia y gobierno. En Zacatecas hay más de una decena de instituciones públicas de educación superior. Destacan la UAZ, con más de 40 mil estudiantes, 25 unidades académicas y casi 200 años de historia, y el IPN Zacatecas, con carreras técnicas y de ingeniería en áreas estratégicas. Y, sin embargo, pocos de sus investigadores y académicos se involucran con seriedad en el diagnóstico o la solución de los problemas del estado.

En mi opinión, Zacatecas está mal diagnosticado. Se investiga poco, se colabora menos, y los puentes entre ciencia, técnica, política y territorio están derribados. En un estado con tantos desafíos, esa desconexión debería preocuparnos más que una simple charla.

A ello se suma el problema de la falta de renovación de cuadros políticos y administrativos en el gobierno estatal. México ha tenido 14 presidentes desde Miguel Alemán hasta Claudia Sheinbaum. Diez de ellos salieron de universidades públicas. En Zacatecas, la administración pública parece una foto escolar eterna, con los mismos nombres y apellidos, las mismas caras, distintos cargos. Pese a que somos uno de los estados con mayor alternancia política en las últimas cinco elecciones, los cuadros se reciclan como si fueran muebles de oficina. Sin oportunidad para las juventudes, sin frescura, sin ideas nuevas.

Aquí entra la provocación final. Quienes descalificaron la charla del secretario por considerarla “política”, olvidan que absolutamente todo es político. También lo es callar, también lo es oponerse. Pero qué mala costumbre tenemos aquí de asfixiar toda iniciativa con la sospecha. Porque en lugar de debatir ideas, preferimos cancelar las conversaciones. ¿Será que algunas prefieren universidades silentes, juventudes desmovilizadas y gobiernos atrincherados? Porque si la política está en todo, la renovación también debería de estar presente… y eso sólo se logra con más diálogo, no con menos.

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Estratega político entre gobiernos, campañas y narrativas.
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