PABLO PEDROZA
“No hay democracia que aguante todo.
Sin un piso mínimo moral y verdad,
la vida pública es pelea callejera”.
Jacobo Dayán
Sin concesiones hay que escribirlo: El refrán “hay que ser puercos, pero no trompudos” significa que se puede aprovechar o ser ambicioso, pero sin excederse ni volverse abusivo o descarado. Es una invitación a la moderación, indicando que se puede ser “cerdo” en el sentido de buscar el beneficio propio, pero sin llegar al extremo de “ser trompudo” (abrumador o grosero).
Este concepto puede aplicarse a situaciones en las que alguien se aprovecha de un puesto o un beneficio, como manejar dinero ajeno, concretamente dinero público materializado en la repartición de apoyos del programa estatal “Corazón Contento”. Ahí se encuentra la senadora Verónica Díaz Robles repartiendo los apoyos. Ella, tan favorita de David Monreal Ávila, porque de la preferencia ciudadana aún está lejos, muy lejos de sus ilusiones. La alegre cargadora fue exhibida en el perfil de Facebook de Gabriel Contreras Velázquez, donde puede corroborarse tanto el deleite como el delito.
Duda razonable: ¿La presidencia estatal del DIF y la Secretaría de Desarrollo Social conocen y avalan la labor de Verónica Díaz? La pregunta es válida porque en el contenedor plástico que contiene los apoyos se ven claramente los logotipos del Gobierno del Estado, del programa “Corazón Contento” y del Sistema Estatal DIF; y Verónica, con sonrisa y descaro, carga y entrega los paquetes procurando que los logotipos se vean con claridad. ¿Será que tiene permiso del DIF y la Sedesol con normas tan relajadas?
Podría justificarse argumentando que es senadora y secretaria de la Comisión de Bienestar en esa Cámara.
Pero, ¿acaso eso le da facultad para pavonearse como porrista en busca de reconocimiento con recursos de los zacatecanos? ¿Le otorga acaso la libertad de vincular su imagen a programas sociales federales y estatales? En definitiva, ¿están David, Verónica, el DIF y la Sedesol estatal por encima de la ley?
Se ha abierto la etapa de la desesperación en la nueva gobernanza, donde muestran un cinismo palpable en su afán por promover a la candidata más querida de David, actitud que, insisto, cuenta con el aval de la Presidencia del DIF y la Sedesol. Para que uno lo piense y, siendo mal pensado, lo confirme.
¿Qué sigue? ¿Verla repartir apoyos mano a mano, juntitos los dos, a Verónica Díaz y a Luis Enrique Monreal Ávila, repartiendo recursos públicos en forma de apoyos para ver si así ella crece o es aceptada? Total, ya se conocen.
Pero, ¿por qué esta falta de clase y estilo? ¿De qué código postal toman ejemplo?
Algo deben de saber en La Casa de los Perros sobre la imagen de los posibles sucesores del administrador del estado, que los lleva a actuar de forma tan cínica y descuidada. Sobre su ética política, mejor ni hablamos.
El privilegio del poder para allegarse información de cualquier fuente ya les debe haber revelado que su candidata está lejos de la querencia popular, a pocos días de que se realice la encuesta para definir tres mujeres y tres hombres rumbo a la batalla final por la candidatura de Morena.
En esa carrera hacia la final avanza Verónica, más porque David ya se encargó de enfriar a Susana Barragán y a Benelly Hernández, y porque Zaida Villagrán, del grupo Ortega, llega tarde y no despega. Vamos, ni en las encuestas la miden.
Verónica pasará a la final no por ser la mejor, sino porque no hay en Morena otra candidata compitiendo en condiciones de igualdad. Así cualquiera.
Pero ojo: en un descuido, Geovana Bañuelos de la Torre podría relegarla al segundo lugar, tanto en la encuesta por venir como en la final. Es petista, pero los aliados también serán medidos, y ella es la prioridad de su partido en Zacatecas.
El problema para quienes ya están encasillados e identificados como el Clan de los Mustios, David incluido, es que en la encuesta puede ganar “la que carga apoyos”. Se les hizo un lío el plan.
Pero mayor debe ser su preocupación, juzgue usted: Verónica Díaz fue delegada estatal de Programas para el Desarrollo de la Secretaría del Bienestar en Zacatecas. Algunos incluso creían que era representante de Andrés Manuel López Obrador, pero quien no conoce a Dios, a cualquier santo le reza.
En el corral morenista, Ulises Mejía Haro se consolida y se estabiliza como el más conocido y mejor visto por morenistas y el pueblo bueno y sabio. Les lleva meses de ventaja en trabajo de campo y resultados. Saúl Monreal está en un cerrado cierre de fotografía con Ulises, pero el sentimiento antinepotismo morenista prevé dejarlo fuera de la carrera. El propio Ricardo, con palabras de uso político, le ha enviado el mensaje por segunda vez: “Bájate y quédate en el corral, morenista”. En eso están ocupados los hijos de Don Felipe.
Tiene razón el clan de los mustios en preocuparse por su futuro. A estas alturas, ya han demostrado que son capaces de cargar y hacer lo que sea para mantenerse, incluso con descaro y cinismo.
“El poder acaba, pero acaba más dejar el poder”, se decía en el viejo régimen. Los mustios lo saben y no quieren estar acabados; prefieren “ser” a “no ser”.
Que en el pasado se hayan dado estas situaciones podría ser comprensible, pero ¿acaso no decían que ellos eran diferentes? Traían tapados los oídos cuando se repetía aquello de “no robar, no mentir, no traicionar”.
A los mustios les aplica aquello de que no les vengan con que la ley es la ley, y con esa actitud se llevan entre las patas a David —bueno, él por voluntad propia—, a la presidenta del DIF estatal y a la secretaria de la Sedesol.
Pero son necios. Siguen empeñados en hacer lo que sea, aunque terminen por no llegar a ningún lado.
De Salida
UNO. Verónica Díaz no habría sido tan exhibida en su urgencia por reconocimiento si su equipo de comunicación, dirigido por Gerardo Flores, y ella misma hubieran publicitado la foto. Es probable que Flores tampoco desee que ella destaque, mientras que ella clama desesperadamente por crecer. Pero si no logró posicionarse cuando fue delegada, ¿por qué lo conseguiría ahora?
DOS. Hubo marchas el sábado 15, las cuales fueron reconocidas o criticadas según la simpatía o conveniencia de quienes las comentaron. Al final, se trató de personas ejerciendo su derecho.
TRES. Si Claudia Sheinbaum fue tan agredida sorpresivamente por un sujeto afuera de Palacio, lo cierto es que aprovechó el incidente para sacar raja política, teniendo como bandera la defensa de la integridad de las mujeres.
Sin embargo, si lo sucedido fue como ella lo relata y realmente le dolió, resulta llamativo contrastar su versión con un video que circula, donde aparece posando y sonriendo con el supuesto agresor, mientras le lanza besitos.
Cuánta maldad debe haber en ese hombre, que hasta la propia Claudia lo apapachó.
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Columnista con experiencia pública y mirada crítica.
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