SARA LOVERA
La viuda del edil Carlos Manzo Rodríguez, asesinado la noche del primero de noviembre, Grecia Quiroz García se convirtió rápidamente en una voz contra la violencia y las desapariciones, cuando dijo sin titubeos refiriéndose a su marido “Aunque apagaron su voz, no apagarán esta lucha”.
Su dicho trasciende a su pena. Llamó la atención su empatía al pensar y mirar a otra mujer, otra madre, en otra casa que llora la muerte de su hijo, el sicario abatido.
Este discurso y no sólo sus lágrimas vale la pena releerlo, palabra tras palabra, no sólo para conmovernos, sino para dimensionar el compromiso asumido, sin esperar los ofrecimientos de justicia, sino para continuar la lucha contra la violencia criminal que, como la violencia feminicida, rebasó al Estado.
Gracia Quiroz García ha tomado la estafeta, se pronunció ante cientos de ciudadanos durante el homenaje póstumo al edil, su esposo asesinado frente a la muchedumbre que acudió al Festival de las Velas, y con él alzó la voz contra la violencia.
Como él, Gracia no tiene miedo, basta escucharla, tiene indignación, no rabia, coraje no, sólo tristeza. Tomó el sombrero, símbolo de esa lucha y dirigiéndose a las y los pobladores de Uruapan, los invitó a seguir.
Así iniciamos noviembre, paradójicamente, inundadas por las festividades del día de muertos mexicana, mes de la conmemoración y la lucha global a para eliminar la violencia contra las mujeres, noche de brujas, convocadas por Gracia Quiroz García, a quien se la debe considerar como una nueva voz.
Viuda y militante, madre de dos huérfanos, comprometida hace tiempo con las madres y esposas buscadoras de todos los rincones de México.
Para las feministas, noviembre significa la conmemoración y la lucha continua contra la violencia de género, centrada en el 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Fecha que conmemora el asesinato de las hermanas Mirabal en 1960, bajo la dictadura dominicana. Tres esposas emboscadas y asesinadas cuando iban a visitar a la cárcel a sus esposos, quienes habían iniciado una lucha que finalmente acabó con la dictadura.
Las Mirabal o Las Mariposas, Patria, Minerva y María Teresa, este primero de noviembre fueron nuevamente honradas, por Gracia, ninguna es víctima colateral sino defensoras de la paz sumadas a quienes denuncian y se ponen al frente para acabar con el crimen.
Con ellas habló Gracia Quiroz García desde su propia experiencia. Apenas en marzo como presidenta honoraria del DIF Uruapan reconoció la valentía y entrega de todas las mujeres, pidió no menospreciar su doble tarea en el hogar y el campo o la fábrica, tras advertir que ninguna está exenta de la violencia criminal .
Dijo en el funeral de Carlos Manzo Rodríguez, que no fue uno, fueron dos, y dos las mujeres, ella y la otra madre que no pudo evitar que su hijo atentara “contra la vida de mi Carlos (Manzo)”.
De Grecia Quiroz García conocemos muy poco, licenciada, quien durante las jornadas del 8M habló de atender y prevenir las violencias, hablando de las niñas en riesgo, sumada a la igualdad sustantiva y a la salud reproductiva, a la lucha contra la violencia feminicida.
“Aunque apagaron su voz, no apagarán esta lucha” habrá que no olvidarla ni perderla de vista, conoce cómo enfrenta la violencia el pueblo de Uruapan, dijo claro y directo, “la ciudadanía está cansada de tanta violencia” llamó a madres y padres para que eviten que sus hijos caigan en manos de la delincuencia y no sigan el camino de la violencia. No es poco. Veremos
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Periodista crítica, editora y activista feminista.
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