UAZ fortalece planta académica y evita fuga de cerebros
“Si existe y es un problema nacional”, afirmó Alejandro Aguilera Galaviz, subcoordinador de Investigación de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), al referirse a individuos talentosos que se forman académicamente en México y emigran a otro país, con la consecuente “fuga del cerebros” y la pérdida de la inversión destinada.
Sin embargo, la UAZ busca revertir el proceso, reteniendo a jóvenes investigadores de potencial sobresaliente y que son egresados de instituciones de educación superior en México (incluyendo la propia UAZ), así como repatriando a mexicanos que han culminado sus estudios en instituciones de prestigio de otras partes del mundo. Lo anterior, al ofrecerles contratos de trabajo anuales financiados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), a través del Programa de Repatriación y Retención.
Comentó Aguilera Galaviz, que en lo que lleva la actual gestión rectoral de la Máxima Casa de Estudios, por la vía descrita se ha fortalecido la planta académica con la incorporación de 14 elementos, los cuales se han involucrado en líneas de investigación ya existentes en la Universidad y ampliando los campos de estudios en Unidades Académicas como Ingeniería, Ciencias Biológicas y el Programa de Nutrición.
Sobre el mismo tema, indicó que en diferentes periodos del presente año lectivo se integrarán a la UAZ seis investigadores bajo el concepto de retención, y cuatro bajo el rubro de la repatriación.
De acuerdo con el Subcoordinador de Investigación, aparte del objetivo planteado por el Conacyt de “promover la consolidación de grupos de investigación de alta calidad fomentando la formación de recursos humanos de alto nivel”, la UAZ tiene sus propias exigencias.
Explicó que las indicaciones del rector Francisco Javier Domínguez Garay son integrar investigadores con estudios doctorales, de preferencia jóvenes, “pensando en el relevo generacional”; que provengan de instituciones reconocidas por su calidad; con capacidad de respaldo a los grupos de trabajo ya formados y con la disponibilidad de laborar en la investigación, la docencia y la extensión.
El entrevistado dijo que aunque no es la panacea contra la llamada “fuga de cerebros”, el Programa de Repatriación y Retención es un gran campo de acción al que falta “sacarle mucho más provecho”.
Destacó, por último, que después del año del contrato de los investigadores –que absorbe financieramente el Conacyt– la Universidad tiene la opción de crear en definitiva la plaza laboral (si existe la conveniencia de ambas partes), con la ventaja de que los espacios tienen el aval automático por parte de la Secretaría de Educación Pública.