NOEMÍ LUNA AYALA
Defender los derechos humanos es un compromiso inquebrantable del PAN. Porque sin derechos no hay democracia, y sin democracia no hay justicia.
En los últimos años, el gobierno de la llamada “transformación” ha cruzado todos los límites.
Bajo el pretexto de la seguridad, militarizó al país. Bajo el argumento del orden, nos arrebató la privacidad e impuso la vigilancia masiva. Hoy puede acceder sin autorización previa a bases de datos públicas y privadas: desde nuestra información biométrica hasta nuestros registros fiscales, bancarios, telefónicos, financieros o médicos.
También se apropió de los ahorros de los trabajadores —sus Afores y sus fondos de vivienda—, y debilitó al Poder Judicial hasta el extremo de intentar eliminar su independencia.
Ahora, va por el juicio de amparo, el último gran escudo que tenemos los ciudadanos frente al abuso del poder.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha impulsado una reforma a la Ley de Amparo que representa un retroceso histórico. Busca convertir un derecho fundamental en un privilegio para unos cuantos, destruir el mecanismo que durante más de 170 años ha protegido a millones de personas de actos arbitrarios y, lo más grave, permitir que se aplique retroactivamente, en abierta violación al Artículo 14 constitucional.
En pocas palabras: quieren dejar al pueblo mexicano en la indefensión.
La iniciativa fue aprobada en el Senado con un procedimiento exprés, sin un debate serio y con conversatorios simulados. Y aunque fue enviada con retraso a la Cámara de Diputados, el oficialismo pretende aprobarla por mayoría.
Si eso ocurre, las consecuencias serán enormes y muy concretas:
• Las personas afectadas por la construcción de obras públicas ya no podrán ampararse para detenerlas o exigir el pago justo por sus tierras.
• A los contribuyentes cuyas cuentas sean congeladas por sospechas o créditos fiscales se les negará el amparo.
• Las niñas y niños con cáncer, cuyas medicinas sean retiradas por negligencia gubernamental, no podrán acudir a un juez para exigirlas.
Estos no son ejemplos hipotéticos: son realidades que millones de mexicanos podrían enfrentar sin la protección del amparo.
Por eso, desde la fracción del PAN en la Cámara de Diputados votaremos en contra de esta reforma. Lucharemos por eliminar la retroactividad, emprenderemos todas las acciones legales y políticas necesarias para detenerla y promoveremos amparos… incluso contra esta nueva Ley de Amparo.
Porque defender el amparo no es una batalla jurídica: es una batalla por la libertad, la justicia y la dignidad de cada persona en México.
Sobre la Firma
Legisladora combativa y constitucionalista firme con liderazgo panista con filo crítico.
dip_noemi_luna@hotmail
BIO completa