PABLO PEDROZA
“No soy alguien que polariza,
No soy alguien que pelea,
no soy alguien que destruye.
Soy alguien que quiere construir
Un gran puente de Zacatecas al bienestar”.
Diputado Carlos Puente Salas.
Hoy se cumplen ocho días de que un legislador zacatecano, con el pretexto de un breve informe, vino a decirnos, cobijado mayormente por el círculo rojo: “Sí, quiero ser gobernador porque puedo y pretendo cambiar el destino de Zacatecas”. Casi nada. Como todas y todos a su estilo, incluyendo a David, han dicho cuando aspiran a gobernar.
Bordaba en su alocución manteniendo el ánimo del respetable, más integrado por el círculo rojo que por el pueblo bueno y sabio, y les dijo: “Tengo que decirles que sí, está muy claro, mi intención es encabezar un proyecto de unidad, incluyente, innovador, creativo y emocionante para llevar a Zacatecas al siguiente nivel. Les invito a cada una y a cada uno de ustedes a sumarse a este proyecto, escribamos juntos una nueva historia de éxito”.
Como siempre, la realidad nos demuestra que una cosa es querer y otra hacer, y no está fácil. Añadía: “Pero junto a ustedes, en unidad, con su talento, con su trabajo, con su esfuerzo, con su capacidad y con su acompañamiento, estoy seguro de que lo vamos a lograr”.
Esto fue lo más emotivo y esperado por la comentocracia local, sus seguidores, familia, partidarios y amigos personales y de la aspiración.
Salvo el breve tiempo usado para definirse política y personalmente, el resto de los casi cuarenta minutos de su informe fueron la expresión del ideario y programa de Morena y la Cuarta Transformación: un resumen de los logros de ellos, que suenan a los del Verde, pues son “aliados”.
Como un político educado, no olvidó el repetido reconocimiento a la presidenta Claudia Sheinbaum, necesario en tiempos de definiciones.
Tampoco olvidó elogiar a Ricardo Monreal: lo conoce, sabe de su capacidad política y de maniobra, que cada vez le cuesta más trabajo, pues la familia no ayuda ni atempera.
Sobre todo sabe, y el Verde lo vivió recientemente, que también tiene talento para apuñalar por la espalda.
Como nos informó Carlos Puente –nacido en 1971, fue uno más de los jóvenes zacatecanos que decidieron salir o fueron enviados a otros destinos, fuera de Zacatecas, para prepararse mejor para su futuro.
Hizo sus estudios de Derecho en la Universidad Autónoma de Zacatecas. Su maestría la realizó en el Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), “institución que se ha distinguido por ser clave en la profesionalización, investigación y difusión de la cultura de la administración pública en el país”. Por lo que quizá ya llevaba dentro la inquietud de dedicarse al servicio público. Estudió también una especialidad en Mercadotecnia Política por la George Washington University.
Que a Carlos Puente Salas le hubiera nacido la vena e interés por la política y la administración pública no sorprende, pues la vivió en casa. Como sabemos, Carlos es hijo del matrimonio de Carlos Puente Haro y la finada María de Lourdes Salas. El ingeniero Raúl Puente ocupó el cargo de Oficial Mayor y Secretario Particular con el gobernador Pedro Ruiz González, y colaboró con el gobernador José Guadalupe Cervantes Corona en el segundo tramo de su mandato, reconocido siempre por su eficiencia y buen trato.
En los ochenta, Raúl Puente fue gerente general del Club de Golf Bernárdez; ahí también se ganó el respeto y aprecio, teniendo trato de amigo por parte de muchos socios y no socios.
También estuvo en el Fondo Plata desde tiempos de Amalia García hasta su jubilación.
Son estos ambientes los que nos dan pista de algunas bases y el carácter de Carlos Puente Salas. La política y administración en casa, y el trato desde joven con los hijos de los empresarios de aquel entonces —que son los empresarios de hoy— forjaron su forma de adentrarse en ese mundo del círculo rojo.
Su trayectoria política está totalmente ligada al Partido Verde Ecologista de México. Por y con el apoyo de ese partido y su cúpula, ha sido su dirigente nacional, vocero, dirigente en Zacatecas, senador, diputado federal y miembro de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México. También se ha desempeñado como Secretario de Turismo en nuestro estado y, en la Presidencia de la República, como Director General de Enlace de Radiodifusoras y Director de Enlace del Ejecutivo con los medios.
Trabajó para Televisión Azteca como Director de Enlace y Atención Gubernamental, y en la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT) como asesor.
Conocí a Carlos Puente Salas en el 2000. Con diferente temporalidad, acudíamos a un edificio en la calle de Oaxaca número 112, en la Roma Norte; distintas acciones nos hacían estar ahí. Puente trabajaba para TV Azteca; no rebasaría los 30 años. Veinticinco años han pasado: se nota su crecimiento en el lenguaje corporal y oratoria, también ha crecido su influencia y ambiciones.
Puente tiene frente a sí una coyuntura a valorar.
Si el Partido Verde quiere y logra ayudar a Morena y a Claudia Sheinbaum a cerrar la puerta al nepotismo electoral, y con ello a que otro Monreal llegue a la gubernatura, podríamos estar en la antesala de que la esposa del gobernador de San Luis Potosí se quede en el camino de sus aspiraciones; la moneda de cambio puede ser la candidatura de Puente. Al tiempo.
Define Carlos Anguiano: “En la vida política existe un concepto que define las dinámicas de poder: el Círculo Rojo. Este término, acuñado en el argot político, describe una red informal de individuos influyentes cuyas decisiones, análisis y opiniones impactan directamente en la dirección de un país. El Círculo Rojo es un ecosistema de élites interconectadas, conformado por un grupo selecto que abarca desde gobernantes y legisladores hasta analistas políticos, líderes de opinión, empresarios de alto calibre, académicos de prestigio y líderes sociales.
“Su poder reside en su capacidad para generar y acceder a información privilegiada, moldear la agenda pública y ejercer influencia sobre los tomadores de decisiones. No son un grupo homogéneo; sus miembros pueden ser aliados o acérrimos rivales, pero todos comparten el mismo terreno de juego: el poder. Esto les permite no solo participar en el debate, sino también posicionar sus propios intereses y visiones”.
No lo dude: Puente, por su trayectoria y acompañantes, será el candidato del Círculo Rojo para poner a Zacatecas en otro nivel, y no es videojuego.
De Salida
Uno. Se publica que Carlos Puente, de ser ungido, tendría como aliada y apoyadora a Verónica Díaz. Apenas hace un año, y a Carlos Puente no le ha caído el veinte, de que el acompañamiento de la senadora sería como llevar la traición por delante. Si no, ahí está lo que les hizo en la capital en el 2024.
Dos: Es tiempo de las mujeres. David hablará con el cálculo político o con el corazón; sólo su ser sabe. Mientras Verónica saca un periodiquito con puras acciones y programas de la delegación del bienestar. Logros de ella como gestora o legisladora, nada. ¿De dónde? Eso sí, su foto correteando a Claudia.
Tres: Tiene razón Arturo Nahle. No es la primera vez que hay una búsqueda tan anticipada por suceder al actual. Lo que sí es de pena ajena es que no se culpe a los acelerados, sino que en cualquier lugar se vea eso como efecto de lo limitado que ven al que casi se va.
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Columnista con experiencia pública y mirada crítica.
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