jueves, septiembre 25, 2025
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Más que jauría, estrategia: el cálculo silencioso de La Polla

PABLO PEDROZA

“…tu carácter será conocido entre…
antes de que los enfrentes”

El Reyno de los cielo

El diálogo de la película dirigida en 2005 por Ridley Scott bien podría adaptarse a la creciente promoción y al despliegue territorial que se ha venido realizando por parte de simpatizantes en torno al diputado federal Alfonso La Polla Ramírez Cuéllar.

Él tiene, en este momento, frente a sí, adversarios y un importante número de ciudadanos con posibilidad de votar, a quienes sus simpatizantes tendrán que presentarle como la opción para encabezar la candidatura a la gubernatura por Morena en el cercano 2027.

La tarea de los promotores no será un día de campo, sobre todo porque La Polla se ha mantenido prudente, mientras que la mayoría de los aspirantes, especialmente de su partido, se conducen como una jauría hambrienta en busca de una presa.

Para mi gusto, Alfonso Ramírez Cuéllar se mueve en la tónica de los políticos que conocen bien las lógicas del poder; sobre todo el poder presidencial, que no acaba de irse y que quizá aún mantiene vivas reglas no escritas, como aquellas de “el que se mueve no sale en la foto” o “el que la busca es que no la tiene”.

El retorno de Ramírez Cuéllar a la lucha política en el estado se puede interpretar, a bote pronto, más como un anhelo de quienes ven en él la mejor opción —madura y preparada— del ala que ve la lucha e ideario morenista (lo que ello sea) desde un ángulo diametralmente opuesto al de los Monreal: Ricardo, David, Saúl y Verónica Díaz, para el menor de los mencionados.

Meses atrás, el ánimo y la forma de expresarlo de varios simpatizantes morenistas y no morenistas sonaba a un “Quiero que La Polla quiera”; pero el diputado se mantenía discreto y cauteloso, esperando el momento oportuno. Hasta que, recientemente, ha venido aumentando su presencia y el despliegue de sus seguidores para posicionarlo por todo el territorio estatal.

La Polla ya quiere. Hay reuniones, y sus simpatizantes y promotores se mueven con sentido práctico y estratégico a su alrededor para ganar la candidatura morenista; algunos, incluso, buscan un papel estelar, tal como lo hacen en la sucesión en turno.

Sin embargo, si hay alguien realmente cercano a él, es Juan José El Chivo Quirino. Son vecinos y compañeros de escuela en Río Grande desde primaria y secundaria. Emigraron juntos a la Ciudad de México para continuar sus estudios de preparatoria y profesionales. Vivieron juntos en la casa del estudiante riograndense y han sido compañeros de causas y luchas a lo largo de sus vidas. Si alguien conoce, goza de la absoluta confianza y atiende a Ramírez Cuellar, es Quirino. No hay nadie más cercano e influyente con él; no lo duden.

Su reto estará en las zonas urbanas, donde hay generaciones de votantes y respondedores de encuestas para quienes aún no es un referente. En el campo, las cosas le serán menos complejas debido a su liderazgo y lucha como cofundador de El Barzón.

El hecho de que Alfonso Ramírez Cuéllar sea un político con sentido de lucha social y haya desarrollado su vida personal y política fuera del estado da indicios de que no se trata de un descuido ni de un desarraigo voluntario.

En 1973, a los 15 años, Ramírez Cuéllar emigró de Río Grande, dejando atrás el cobijo y la protección de la familia y del lugar que lo vio nacer, apenas terminada la instrucción secundaria. En esa condición, más cercana a la infancia que a la juventud, se trasladó a la Ciudad de México junto con otros riograndenses de la misma edad, como Quirino Salas, fundador —junto con Manuel Ortega González (asesinado durante el gobierno de Ricardo Monreal)— de El Barzón, organización a la que posteriormente se sumaría Ramírez Cuéllar. Todos con el ánimo de continuar con su educación: Ramírez Cuéllar ingresó a la Preparatoria número 2 de la UNAM, y Quirino a la Vocacional número 6 del Instituto Politécnico Nacional. Participaron, desde ese instante, en movimientos estudiantiles y sociales de la época.

Ramírez Cuéllar, Quirino Salas y varios riograndenses como ellos establecieron la “Casa Popular de Estudiantes de Río Grande”. En ese momento, llevaron a cabo su primer movimiento de lucha social para exigir al gobierno subsidios para casa y comida.

Primero formaron la Casa del Estudiante de Río Grande, y desde ahí dirigieron el Consejo Nacional de Estudiantes de Provincia, que llegó a sumar 52 casas con estudiantes de los 32 estados de la República. La organización era de lucha izquierdista y de carácter democrático.

Esta circunstancia, o quizá otras, forjaron en él una conciencia social que lo inclinó hacia los movimientos de izquierda y lo llevó a estudiar Antropología Social en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Ramírez Cuéllar ha complementado su formación con diversos cursos en economía y derecho. Por su parte, El Chivo Quirino estudió la licenciatura en Economía en el Politécnico y la maestría en la UNAM.

Ramírez Cuéllar y Quirino Salas conocieron a Claudia Sheinbaum en 1977, cuando Rosario Ibarra de Piedra realizaba su primera huelga de hambre en Palacio Nacional para reclamar la liberación de los presos políticos. Claudia acudió en representación de los estudiantes de los CCH de la UNAM, y los jóvenes de Río Grande lo hicieron en nombre de las casas del estudiante.

Diez años después coincidieron en la UNAM cuando Claudia Sheinbaum era dirigente del Consejo Estudiantil Universitario (CEU). Trabajaron juntos en la campaña electoral del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, donde los tres coincidieron también con Andrés Manuel López Obrador, quien en ese entonces también era activista de la campaña.

El 4 de octubre de 1993, cuando nace el Barzón Zacatecano, Ramírez Cuéllar crea el Barzón Metropolitano, logrando importantes beneficios para los deudores de la banca.

Coincidieron nuevamente en la segunda campaña de Cuauhtémoc Cárdenas y, a partir de ese momento, han mantenido contacto permanente.

La relación entre Alfonso Ramírez Cuéllar y Claudia Sheinbaum se estrechó cuando ambos centraron su actividad en la Ciudad de México, como parte del equipo central de Andrés Manuel López Obrador durante su periodo como jefe de Gobierno del Distrito Federal.

Ramírez Cuéllar es impulsado a la delegación Venustiano Carranza y Claudia a Tlalpan.

Desde entonces, Claudia y Ramírez Cuéllar se han identificado y han trabajado juntos, desarrollando —según quienes los conocen y han sido testigos— una amistad personal que trasciende lo político.

Dada su relevancia para Zacatecas y para la historia de los movimientos sociales de México, es indispensable hablar de El Barzón.

El ya famoso “error de diciembre”, a inicios del sexenio de Ernesto Zedillo, impactó demoledoramente la economía nacional y a los deudores de la banca, lo que tuvo como consecuencia el surgimiento de protestas y movimientos en el país.

En este contexto, varios empresarios de clase media, muchos de ellos de origen agrícola, comenzaron a realizar protestas descoordinadas que iniciaron principalmente en estados del norte como Chihuahua y Sonora. A partir de estos movimientos, algunos líderes sentaron las bases de lo que sería El Barzón.

En Zacatecas, Manuel Ortega González, Juan José Quirino Salas y Alfonso Ramírez Cuéllar impulsaron un movimiento que organizó protestas como bloqueos parciales de carreteras con maquinaria agrícola. El Barzón tuvo su formalización institucional y jurídica el 13 de octubre de 1994 en Monterrey, Nuevo León. En esa ciudad, considerada el corazón del neoliberalismo en México, Liliana Flores Benavides, Manuel Ortega González, Quirino Salas y Ramírez Cuéllar diseñaron la estrategia de este movimiento social —considerado único en el mundo—.

Ramírez Cuéllar fue miembro fundador del PRD en mayo de 1985, partido al que renunció en 2014 para incorporarse a Morena. En 2020 asumió la presidencia interina de Morena tras la salida de Yeidckol Polevnsky, quien fue cuestionada por gastos opacos «por un total de mil 243 millones de pesos, realizados desde enero de 2019 hasta los primeros meses de 2020». En aquel momento, Polevnsky se mostró renuente a proporcionar información sobre las transacciones.

Los recursos fueron utilizados por Yeidckol —cuyo nombre real era otro— en inversiones millonarias para la compraventa de inmuebles y contratos de obra durante su periodo como presidenta nacional de Morena; algo así como su cartel inmobiliario.

El diputado con licencia Alfonso Ramírez Cuéllar fue elegido presidente interino de Morena por unanimidad de los consejeros en el VI Congreso Nacional Extraordinario del partido. De enero a noviembre de 2020, su sucesor fue el actual secretario de Educación Pública, Mario Delgado Carrillo.

Al entregar el documento que lo acreditaba como presidente interino de Morena ante el INE, Alfonso Ramírez Cuéllar expresó: «Tenemos legitimidad y el apoyo unánime, no solamente de todos los congresistas, sino de los militantes del país que quieren que el partido tenga vida y haga realidad los cambios a los que nos comprometimos».

Ha sido asambleísta del Departamento del Distrito Federal y diputado federal en diferentes periodos por el PRD, «representando a sectores populares y promoviendo leyes relacionadas con la justicia fiscal, la transparencia presupuestaria y los derechos sociales». También fue miembro fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD). En 2024, se desempeñó como coordinador de Sectores Sociales en la campaña presidencial de Claudia Sheinbaum.

Ramírez Cuéllar ha sido presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública en la Cámara de Diputados. Actualmente es el vicecoordinador de la fracción de Morena, posición desde la cual se ha pronunciado en contra del nepotismo electoral.

El pasado 30 de julio, Alfonso Ramírez Cuéllar «expresó su apoyo y respeto al diputado Ricardo Monreal Ávila al frente de la coordinación del grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados», en momentos en que se especulaba que pasaría a ocupar esa posición. Ramírez Cuéllar sabe que no necesita de ese cargo para mantenerse cercano a la presidenta Claudia Sheinbaum y para reafirmar que es parte de su equipo.

Existen suficientes indicios de que, dentro de la burbuja del poder, La Polla cuenta con el afecto especial de Andrés Manuel López Obrador, quien seguramente alineó los astros para que fuera presidente interino de Morena; siendo ya presidente de la República, al igual que Claudia Sheinbaum y Beatriz Gutiérrez Müller.

Como ejemplo, baste señalar que, mientras algunos corren y se abalanzan tras las vallas para conseguir una foto o un gesto de afecto y sentirse ungidos, Ramírez Cuéllar ha tenido su foto en el despacho presidencial a solas, sin testigos: un espacio donde se habla de tareas y promesas que solo se comparten con los más cercanos a ese círculo de poder.

De Salida

UNO. A tiempo, la salida de Miguel Varela para expresar su “respeto a los priístas y a la alianza con el Partido Revolucionario Institucional”.

“Respeto a todos los priístas que participaron en la muy difícil batalla contra Morena, el oficialismo y el monrealismo por el gobierno municipal de Zacatecas”.

DOS. Lo anterior, después de la declaración del secretario de Elecciones del Partido Acción Nacional, Luis Olmedo Santiago.

La declaración del alcalde ha sido replicada y respaldada por Aldo Peláez, dirigente estatal.

Quienes esperaban rupturas y cuchillos largos tendrán que sentarse a esperar un rato.

TRES. Sigue la temporada de informes, sobre todo de quienes declaran querer suceder a David Monreal.

En los eventos a los que asiste —invitada o no— la “senadora mediocre y corrupta”, además de “mustia”, según Saúl Monreal, se le ve muy saludadora y muy saludada.

Pobre mujer: si escuchara lo que se dice en cuanto da la espalda… En fin, lo que se siembra se cosecha.

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