AURELIO GAITÁN
La Universidad Autónoma de Zacatecas suele mirarse como un gigante que, en ocasiones, se siente distante de sus propias raíces. Sin embargo, la visita de la directora de la Unidad Académica Preparatoria, Tania Libertad Sánchez Romero, al Plantel 9 de Francisco R. Murguía, buscó enviar una señal distinta: cercanía, escucha y compromiso.
En el acto, Sánchez Romero nombró a Jorge Hernández Escobedo como nuevo responsable del plantel, un relevo que pretende consolidar liderazgos académicos en una región que reclama más atención.
No se trató solo de un trámite administrativo: la directora escuchó de viva voz a estudiantes y docentes, quienes expusieron carencias y necesidades. Ese ejercicio de diálogo es valioso, aunque el reto será que no quede en promesas que se evaporen con la siguiente visita oficial.
Los acuerdos alcanzados incluyen la promoción de la oferta educativa para atraer a más jóvenes, la implementación de un sistema semiescolarizado los sábados y la organización del programa conmemorativo por el 15 aniversario del plantel.
Todas son acciones relevantes, pero lo urgente sigue siendo lo mismo: infraestructura digna, materiales suficientes y condiciones que permitan estudiar sin que la precariedad pese más que el aprendizaje.
La coordinación con autoridades municipales también estuvo presente. Se destacó la inversión de más de un millón de pesos en el domo escolar, obra próxima a inaugurarse e incluida en el primer informe del alcalde José Nieves Balderas. La suma de esfuerzos entre universidad y municipio es positiva, aunque cabe preguntarse si ese tipo de apoyos serán excepciones o podrán convertirse en una política constante de fortalecimiento educativo.
Sánchez Romero cerró con un mensaje contundente: “la educación transforma vidas”. Tiene razón. Pero en Zacatecas, donde demasiados jóvenes abandonan la escuela por falta de recursos o expectativas, transformar vidas exige más que discursos. Requiere constancia, gestión y, sobre todo, resultados palpables en cada aula.
Que la UAZ pise fuerte en Nieves es una buena noticia. Falta demostrar que esa presencia no será fugaz, sino sostenida, capaz de convertirse en un verdadero motor de esperanza en una región que lo necesita con urgencia.
Turismo seguro, apuesta necesaria
En Zacatecas la seguridad no solo se mide en cifras de carpetas de investigación o patrullajes de rutina. También se percibe en la experiencia de quien camina por las calles, admira los monumentos o se sienta a disfrutar la ciudad. Por eso, la creación de la Policía Turística no es un gesto menor, sino una acción estratégica que merece reconocimiento.
El alcalde Miguel Varela Pinedo presentó a los 30 elementos de esta nueva corporación, capacitados en historia, cultura y bilingüismo, acompañados de 15 patrullas de última generación. Más allá de la logística, lo relevante es el cambio de enfoque: la seguridad entendida no solo como contención del delito, sino como hospitalidad, cercanía y confianza hacia el visitante.
Zacatecas, Patrimonio Cultural de la Humanidad, vive entre la grandeza de sus calles barrocas y la sombra de la violencia que espanta turistas e inversión. Revertir esa percepción exige creatividad y voluntad política. Varela apuesta por una policía distinta, inspirada en experiencias exitosas de otras ciudades que lograron combinar vigilancia con atención profesional al turista.
Claro, no bastará con 30 elementos ni con discursos bien redactados. El reto será que esta Policía Turística funcione con disciplina, resultados visibles y sensibilidad real hacia el visitante y la ciudadanía local.
Si se consolida, puede convertirse en un activo invaluable: proteger el legado histórico, reactivar la economía y enviar un mensaje claro de que Zacatecas está dispuesto a defender su vocación turística con inteligencia y no solo con armas.
La ciudad necesita recuperar la confianza, y el turismo es una puerta que no podemos dejar cerrar. Con esta medida, el Ayuntamiento da un paso en la dirección correcta.
Tecnología para abrir horizontes
En Villa de Cos, el Colegio de Bachilleres del Estado de Zacatecas (Cobaez) dio un paso importante al rehabilitar el centro de cómputo y el laboratorio estudiantil del plantel. La inversión, superior a los 100 mil pesos, representa más que cifras: significa la posibilidad de que jóvenes rurales tengan acceso a herramientas tecnológicas indispensables para competir en un mundo cada vez más exigente.
El director general, Francisco Javier González Ávila, subrayó que este esfuerzo reafirma el compromiso del subsistema con la calidad académica. La educación digna no se logra con discursos, sino con espacios concretos que permitan aprender y soñar en mejores futuros.
Dotar a los estudiantes de computadoras y laboratorios funcionales es sembrar esperanza en un municipio que reclama oportunidades. Con acciones como esta, el Cobaez contribuye a que la educación sea un verdadero motor de bienestar y progreso en Zacatecas.
Sobre la Firma
Columnista especialista en municipios, justicia y poder.
aureliogaitan58@gmail.com
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