JULIETA DEL RÍO VENEGAS
La historia de la transparencia en México también se escribe desde lo local. En Zacatecas, el 1 de agosto de 2006, pusimos en marcha el primer portal de transparencia en el estado, una herramienta que, aunque limitada y con sistemas distintos en cada estado, significó un cambio radical.
El lanzamiento no solo simbolizó un cumplimiento legal, sino que marcó un antes y un después en la gobernanza estatal. Fue un paso decisivo hacia un Estado más abierto, responsable y conectado con la ciudadanía.
A partir de ese día, por primera vez, cualquier persona podía solicitar información pública desde una computadora. Recuerdo las capacitaciones, las dudas de la sociedad y, sobre todo, el reto de convencer a las instituciones de que debían responder de manera oportuna.
Desde la Contraloría del Estado, vi de cerca cómo con el Infomex se acercaba a la ciudadanía la información de sus autoridades, pero también cómo se topaba con barreras técnicas y administrativas. Era claro que necesitábamos evolucionar hacia un sistema nacional unificado.
Ese salto llegó en 2015 con la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT). Curiosamente la vida me llevo a ponerla en marcha ahora desde el órgano garante local, el IZAI.
Ahí trabajamos para que Zacatecas se posicionara como un referente en la materia a través de desarrollos y pruebas.
Posteriormente logramos una herramienta única, interoperable y con buscadores especializados. Impulsamos funciones como el Buscador de Género, los buscadores temáticos y hasta un chatbot con inteligencia artificial, todo para que la información no estuviera guardada en archivos inaccesibles, sino al alcance de cualquier persona con un clic.
Zacatecas fue uno de los primeros estados en aprovechar la PNT para fortalecer la rendición de cuentas. No solo se trató de recibir solicitudes, sino de publicar de manera proactiva datos relevantes: presupuestos, nóminas, contratos y más.
Esa visión local, sumada a la coordinación nacional, permitió que periodistas, académicos y ciudadanía tuvieran herramientas reales para sus reportajes de investigación, pero también esta herramienta es de utilidad social para toda la sociedad, que busca temas de justicia, salud, educación, entre otros.
Hoy, la PNT sigue en la ley y su carga de información trimestral es obligatoria por parte de las autoridades garantes y los sujetos obligados.
Las plataformas pueden seguir funcionando, pero sin ser funcionales y sin la vigilancia ciudadana, podrían perder su fuerza.
Por eso, en este nuevo capítulo se debe asegurar que la PNT siga siendo una ventana abierta, no un filtro condicionado.
La tecnología no se detiene, ni puede detenerse. Su avance es constante, y cualquier innovación debe estar alineada con las realidades del entorno y las crecientes exigencias de la ciudadanía. En materia de transparencia y acceso a la información, esto significa que no hay marcha atrás: la evolución tecnológica debe ser una aliada para fortalecer derechos, no un obstáculo.
Sobre la Firma
Escritora y defensora institucional de la transparencia y los datos
contacto@julietadelrio.org.mx
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