Primer informe de actividades (segunda parte)
Particularmente, en lo referente a este año, el 2011, que desde nuestra óptica será la última ventana de oportunidad real para ser productivos, y en el que tendremos una estrategia basada en 3 vertientes:
La primera de ellas la denominamos “la nueva narrativa de los derechos de los zacatecanos”; en ella se incluyen iniciativas presentadas, como la que pretende establecer en la Constitución del Estado el propósito de dar cumplimiento a los Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas, y establecer el derecho humano al agua.
También están la defensa que habremos de hacer de la Ley de Energías Renovables presentada por el gobernador, e iniciativas de gran valor presentadas por otros compañeros legisladores, como los profesores Ramiro Rosales y Jorge Luis García Vera, o la diputada Luz Domínguez, y que tienen la característica común de fomentar la idea de una democracia participativa, con mecanismos como la revocación de mandato, la ratificación de funcionarios por parte del Legislativo y la participación de este Poder en la planeación del desarrollo.
La segunda vertiente de nuestra agenda legislativa es la de la nueva arquitectura institucional. En ella, hemos decidido trazarnos como meta una reingeniería de la Administración Pública Estatal.
Este proceso de reforma tiene una connotación administrativa, con reformas como la relativa a crear la Secretaría del Trabajo, o nuestro objetivo de aprobar una nueva Ley Orgánica Municipal que sea congruente con los principios del artículo 115 constitucional y que ponga un énfasis municipalista a nuestra visión del desarrollo.
Quien no entiende que la crisis de seguridad, económica y alimentaria que vive el Estado mexicano tiene un déficit en la errónea perspectiva del desarrollo no será capaz de resolver estos problemas. Sólo con desarrollo local se construye bienestar duradero.
Asimismo, en materia de presupuesto y hacienda pública, vemos indispensable la reforma a la Ley de Coordinación Fiscal. El presupuesto, a nuestro entender, debe construirse con 3 nuevas características fundamentales: partir de una base-cero, estar orientado a resultados e indicadores que prevé el Plan Estatal de Desarrollo, y ejercerse con transparencia.
Pero la connotación más relevante de la nueva arquitectura institucional a la que aspiramos es fundamentalmente ética.
Por eso insistiremos en la creación de un Tribunal de Cuentas que despolitice y profesionalice la rendición de cuentas, tal y como lo ha propuesto un gobernador que ha sido reconocido por su valentía entre los juristas más destacados el país.
Pondremos el acento, asimismo, en una nueva Ley de Acceso a la Información Pública que fortalezca a la CEAIP frente a las omisiones y violaciones de los sujetos obligados, ayudando a fortalecer la iniciativa presentada por la diputada Noemí Luna.
Y también pondremos el acento en una Ley Reglamentaria en materia de Salarios Máximos, que no permita que la importante reforma constitucional que se aprobó en dicha materia se vaya por el despeñadero.
Finalmente, en lo que respecta a la tercera vertiente de nuestra agenda legislativa, daremos continuidad a una política de gestión social que se aleje del corporativismo y se sustente en la construcción de ciudadanía.
Con los recursos de gestión, en coordinación con la Universidad Autónoma de Zacatecas y grupos de la sociedad civil, ofreceremos a los ciudadanos del municipio de Guadalupe la posibilidad de re-inventarse a largo plazo.
Llevaremos talleres de inglés, lectura y redacción a colonias y comunidades marginadas de nuestro municipio; conformaremos equipos de psicólogos, activadores físicos y nutriólogos que nos permitan hacer un diagnóstico de la salud física y mental de cientos de ciudadanos, y re-orientarlos a actividades productivas y de recreación social.
Realizaremos torneos deportivos en el municipio, y capacitaremos a mujeres y hombres en técnicas de repostería con un enfoque nutricional, buscando incidir, de forma simultánea, en la productividad y la salud de los guadalupenses.
Asimismo, dispondremos de oficinas para la elaboración y acompañamiento de proyectos productivos en el área rural de nuestro municipio, y ofreceremos, sin distingo de ningún tipo, cursos bimestrales de computación de forma gratuita, con la posibilidad de extenderse.
También continuaremos la política iniciada en campaña: contribuir junto a las sociedades de padres de familia, a la rehabilitación de escuelas en el municipio, regenerando estos espacios que concentran la mayor parte de las actividades públicas de la ciudadanía y que carecen de dignidad.
Aspiramos a que más de 2,000 ciudadanos se beneficien directamente de estos programas, cursos y talleres y que se conviertan en promotores que extiendan dichas capacidades y beneficios a más guadalupenses.
Para sanar al Estado, no basta con sanar al gobierno, también hace falta que sanemos nuestro territorio, pero, sobre todo, nuestra sociedad. Y la mejor forma de hacerlo es la colectiva, en la que todos entendemos que cualquier contribución propia al régimen de impunidad tarde o temprano terminará por golpearnos de forma directa y agresiva.
No podemos escoger otro municipio, ni otro estado, ni otro país para luchar. Ni podemos escapar del cáncer de la impunidad con otras herramientas que no sean la creatividad, la tenacidad y la consistencia ética