María José tu mamá te sigue buscando

SOLEDAD JARQUÍN EDGAR

Geyser Crespo García purga una condena de 83 años de prisión en Los Molinos de Texcoco, es una pieza suelta de una red de delincuentes que se robaron a María José Monroy Enciso, cuando apenas tenía 11 meses de edad y que hoy casi 14 años después sigue desaparecida.

A la circunstancia de una red de delincuentes, se suma una más, las negligentes actuaciones de los policías del Estado de México, que no sólo actuaron con dilación, sino que torturaron al padre de la niña a quien pretendían culpar del robo y obligaron a la familia a callar ante los medios de comunicación, porque estaba de por medio el futuro del entonces eventual precandidato del PRI a la presidencia de la República, Enrique Peña Nieto.

Cuando sucedió el robo de la pequeña María José, un 21 de septiembre de 2010, “los ojos del mundo” estaban puestos en esa entidad, apenas seis meses antes, el 22 de marzo de ese mismo año, un escándalo había estallado con la desaparición y posterior localización sin vida de la pequeña Paulette Gebara Farah, en su casa de Huixquilucan, un asunto tan mediático que mantenía al país en vilo, cruzado con los sucesos políticos que se avecinaban.

Marbel Enciso madre de la pequeña María José mantiene la respiración, aparenta estar serena, sin embargo, sus ojos y su voz revelan una calma que no tiene desde hace casi 14 años. Ella es optómetra egresada del Instituto Politécnico Nacional, junto con su esposo, cuando eran estudiantes soñaron con su vida futura, ahorraron para casarse “bien” y luego poner un negocio en Tecámac. Los sueños se cumplen. Se casaron y pusieron su negocio y nació María José.

Ocho días antes del 21 de septiembre, un hombre aparentemente un albañil, llegó se hizo un examen de sus ojos, una rutina de trabajo para Marbel. El 21 de septiembre el hombre volvió, forcejeo con ella, la hirió con un cuchillo y se llevó a su hija, como pudo salió tras el hombre, pidió ayuda y casi de inmediato perdió el conocimiento.

Despertó un poco después rodeada de personas que tenían comercios en la zona, un vecino le hizo un torniquete que impidió que se desangrara, mientras un policía la miraba como si estuviera muerta, pero no hizo nada para ir detrás de su agresor, los vecinos fueron los que sí corrieron en distintas direcciones para buscar, tanto al delincuente como a la niña, mientras Marbel inconsciente fue llevada a un hospital.

La policía del Estado de México no hizo nada de inmediato para buscar a María José, ni siquiera preservaron el lugar, en cambio detuvieron al papá de la niña, su esposo, a quien mantenían casi sin comer y dormir, torturándolo para se echara la culpa, durante los 10 días en que ella estuvo en coma, hasta que despertó y en una libreta, porque no podía hablar, hizo su declaración y describió al hombre que le arrebató a la niña, con el que se hizo un retrato hablado.

Diez días perdidos, dice Marbel Enciso con un desánimo que parece venir del fondo de su alma.

Hasta que la dieron de alta en el hospital empezó a hacer difusión, fue a la televisión donde la entrevistaron y algunos periódicos. La policía les advirtió que de seguir hablando en la televisión “podrían echar a perder las líneas de investigación que tenían”, cuando en realidad no tenían nada, no querían que se supiera nada porque el gobernador Enrique Peña Nieto acaba de salir del escandaloso caso de Paulette y se sabía que sería el próximo candidato del PRI.

Geyser Crespo García fue detenido un mes después, acusado de violar a una menor. La mamá de la adolescente había visto el retrato hablado difundido por la familia Monroy Enciso. Marbel reconoce al hombre y él también la reconoce.

Aun cuando fue condenado a 83 años de prisión, durante todos estos años se ha negado a decir dónde está la niña, porque lo que dijo son mentiras, de acuerdo con el polígrafo, un aparato que registra las respuestas fisiológicas que de acuerdo con una interpretación psicofiológica se determina las respuesta es falsa o verdadera.

Afirmó que había atentado contra la vida de la pequeña y la había aventado a un canal. Con equipos de buzos y otros aparatos se buscaron los restos de la menor, nunca apareció nada, excepto dos cadáveres de personas adultas. La entonces procuraduría quería que aceptara que su hija estaba muerta, dice la madre de María José.

Búsqueda en vida, María José está viva

La madre de María José no quitó el dedo del renglón, lo que llevó en 2017 a un nuevo camino, cuando la Fiscalía General del Estado de México, a través de la Unidad de Análisis y Contextos estudia el expediente y determina que la niña fue víctima de trata de personas para fines de adopción ilegal, tanto dentro del país como fuera del país.

La Fiscalía encontró también los errores cometidos por la entonces procuraduría que resguardaron pruebas y entrevistas vitales que, hace casi 14 años hubieran permitido encontrar a María José.

El 14 de octubre próximo, María José cumplirá 15 años, “ella está con una familia que no es suya”, dice su madre quien ha realizado un incansable trabajo para encontrar a su hija, apoyada por las redes sociales y los grupos de madres que buscan a sus hijos e hijas.

“Trato de hacer viral los datos, su cara de pequeña y la proyección de cómo se vería a los 13 años, hecha por MIssing Angeles Org, una organización ubicada en Estados Unidos, sin fines de lucro que se dedica a apoyar a las familias que buscan a sus seres queridos, curiosamente la mayoría de ellos son personas nacidas en México, como se puede apreciar en su página de Facebook https://www.facebook.com/reel/225231890302910

“Quizá nosotros la encontremos primero o ella a nosotros”, dice llena de esperanza, una que encontró en la fuerza de otras muchas mujeres que también buscan a sus hijos e hijas, porque el fenómeno se ha extendido en dos vías, las y los pequeños que son robados y que no son pocos en el país y la desaparición de personas, esa pandemia que padece México.

La vida que imaginó está rota desde aquel 21 de septiembre de 2010, siempre tiene en la mente a su hija, su tarea es buscarla, repasar una y otra vez por dónde se pudieron llevar, las pruebas que guardaron y las pistas que nunca siguieron los investigadores, Marbel vive para buscar a su hija.

Desde 2010 el camino ha sido a través de las redes sociales, pero nunca ha estado sola, la primera ayuda la recibió de la maestra Teresa Ulloa Ziáurriz, directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC), además del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, así como organizaciones de búsqueda de personas en Italia que ha emprendido una serie de acciones para encontrar a María José en Europa y MIssing Angeles Org y MIssing Children Arg.

El rostro de María José siendo bebita y ahora una adolescente viaja por diversas ciudades del mundo de una u otra forma, a veces se interrumpe un concierto musical para mostrar su rostro, en otras ocasiones aparece en un cartel en una ciudad de América del Sur o en Rusia.

Marbel Enciso tiene hoy 45 años de edad, espera junto con su esposo volver a ver su pequeña, por eso insiste en hacerla viral, en hacer conciencia sobre un problema que persiste en México porque las investigaciones no se hacen bien o no se hacen nunca. Porque se ignora a las familias como las cartas que ella misma le envió a Peña Nieto como presidente de México y a Andrés Manuel López Obrador, y a los gobernadores del Estado de México, incluyendo a Delfina Gómez, la actual gobernante. Y porque existe una línea de fuga que no han visto, la adopción ilegal, los niños y niñas mexicanos sustraídos de sus familias para satisfacer la maternidad o paternidad de otras personas a cambio de mucho dinero.

La incapacidad para hacer las investigaciones, solo favorecieron a Geyser Crespo García un delincuente que fue detenido y condenado, que guardó silencio y que nunca más dirá la verdad porque hace unos años perdió el habla, tras una riña en el penal, donde sufrió traumatismo cranencefálico.

María José, tu mamá te sigue buscando, es el mensaje de Marbel Enciso, después de casi 14 años de investigaciones, 14 años de luchar por su hija.