Las reformas de López Obrador que ni pasarán

MIGUEL TORRES ROSALES

Andrés Manuel López Obrador es terco en su intención de acabar con la División de Poderes y los contrapesos. No se da cuenta que estos son otros tiempos en todos los sentidos. En él sí se aplica ese dicho popular de que “Chango viejo no aprende maroma nueva”.

En el ocaso de su errado sexenio ya anunció que nuevamente presentará un paquete de reformas constitucionales que pretenden acabar con las instituciones democráticas, transparencia, impulsar la militarización y darle al pueblo “atole con el dedo”, propuestas que en año electoral solamente son distractores de los temas prioritarios para México.

En el Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la Cámara de Diputados ya estamos preparados para rechazar el paquete de reformas constitucionales, porque su objetivo central es instalar en la nación la dictadura perfecta.

La meta del PRD en la Cámara de Diputados es defender a la República y sentar las bases para impulsar el desarrollo, disminuir la pobreza, alcanzar la pacificación, fomentar la inclusión, combatir la violencia de género, proteger al campo, elevar la calidad de los servicios educativos y de salud, generar empleos, defender a nuestros migrantes, impulsar las energías limpias y garantizar el acceso universal al agua e internet, por referir algunos temas de nuestra agenda legislativa.

Las y los perredistas no permitiremos al autócrata López Obrador cumplir sus caprichos. Desde la máxima tribuna parlamentaria debatiremos con argumentos, con números y contrapropuestas las 10 o 20 modificaciones constitucionales, que nos enviará el 5 de febrero próximo.

Haremos todo por defender a los órganos autónomos: INAI, SCJN, INE, TEPJF, Banco de México, CNDH, COFECE e Instituto Federal de Telecomunicaciones, entre otros. Todos son contrapeso del Ejecutivo y cuestionan sus decisiones. No queremos que pase lo mismo que con el Consejo de Promoción Turística, que ya lo desapareció.

En el Sol Azteca estamos en contra de que se debilite al Poder Judicial. No accederemos a que jueces, magistrados y ministros sean electos por voto popular y directo, pues se trata de áreas técnicas y especializadas. Ni queremos que lleguen perfiles afines al oficialismo, como sucedió con Lenia Batres, cuyas decisiones son tendenciosas y ponen en duda la imparcialidad de la Corte y la someten al presidencialismo.

Defenderemos al sistema democrático mexicano. No dejaremos que disminuya la estructura del INE y TEPJF ni sus homólogos en las entidades. Tampoco apoyaremos la militarización del país y volveremos a rechazar la adhesión de la Guardia Nacional al Ejército Mexicano.

En una treta para conseguir votos, López Obrador anunció dos reformas: al sistema de pensiones y al salario mínimo. La primera para que los jubilados reciban el equivalente a su último sueldo y la segunda para que los aumentos a los sueldos sean mayores a la inflación. Ambos casos son económicamente inviables.

El 28 de abril del 2023 la mayoría oficialista en la Cámara de Diputados aprobó 11 reformas constitucionales violentando el proceso legislativo, hoy llamado “viernes negro”. El Frente Amplio por México presentamos recursos de inconstitucionalidad y hay visos de que la SCJN las tumbará. Será un triunfo para la oposición, que repetiremos si en esta ocasión Morena y aliados hacen lo mismo.

De antemano sabemos que el II Periodo Ordinario de Sesiones del III Año de la LXV Legislatura Federal, que iniciará el 1 de febrero, será álgido. Habrá mucha presión y violencia contra las y los legisladores de oposición, especialmente del PRD, PAN y PRI, como sucedió la vez pasada. Sin embargo, le digo a AMLO que no claudicaremos, no nos dejaremos vencer y vamos por México.