Otra vez la burra al trigo

OSVALDO ÁVILA TIZCAREÑO

La sabiduría popular reflejada coloquialmente en “dichos”, tiene múltiples adagios que con cierta regularidad caen en flagrantes contradicciones, pues por un lado se afirma algo que de inmediato se niega o matiza. Con frecuencia podemos oír cosas tan disímbolas como: “el que madruga, dios lo ayuda”, dando la idea de que es un buen hábito despertarse temprano, pero a la vuelta podemos oír: “no por mucho madrugar amanece más temprano” o también “en boca cerrada no entran moscas”, indicando que más vale guardar silencio y actuar con prudencia, para enseguida escuchar: “el que calla otorga”, y así podríamos continuar hasta el cansancio citando otros tantos ejemplos.

Tal circunstancia dificulta emplear con puntualidad expresiones contenidas en los adagios, pues corremos el riesgo de encontrar una inmediata respuesta contradictoria. A efecto de poner a salvo la racionalidad de mi planteamiento y no recibir una contra respuesta inmediata  puedo apoyarme en las afirmaciones de Hegel, filósofo alemán que afirmó que  la realidad material es una lucha constante de contrarios y que la confrontación entre el bien y el mal, el día y la noche, o lo feo y lo bello son el motor del desarrollo; tales tesis que luego enriqueciera y conformarían el materialismo dialéctico descubierto por el Prometeo de Treveris Carlos Marx, me dan la posibilidad de apoyarme en el dicho asentado al principio de este escrito.

“Otra vez la burra al trigo”, es una expresión que alude a la acción reiterada, repetitiva, es decir, que se efectúa una y otra vez a pesar de que ya se ha clarificado, e incluso se actúa con necedad a pesar de existir precedentes que demuestran lo absurdo del acto en cuestión. Esta frase me resulta muy útil en virtud de que ya han pasado más de cinco años que a los Antorchistas  se nos  endilgó por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, el término de “intermediarios”, al respecto muchas han sido las voces que con sobrados argumentos han demostrado la irracionalidad del término; y a pesar de eso, de nueva cuenta se acude a la burda “frasecita”, resultando enfadoso volver a leer o escuchar lo mismo para desacreditar la lucha legítima de la gente buscando su propio bienestar.

Lo anterior viene a cuenta por lo acontecido recientemente en Guadalupe, Zacatecas, donde a pesar de que tales conductas fueron recurrentemente argüidas por el anterior edil, hoy de nueva cuenta se nos espetan como argumentos para evitar nuestra labor organizativa. Me explico.

En virtud de la cercanía de las festividades decembrinas, y considerando que varias familias no cuentan ni con recursos ni tiempo para participar en tales eventos públicos, y que por tanto les sería de gran ayuda un apoyo alimentario o un modesto bolo para alegrar a los infantes, mis compañeros y yo acudimos a solicitar por escrito que se les incluyera, a efecto de recibir apoyo de la autoridad municipal. Muy a su estilo, diversos funcionarios respondieron que lo estaban consultando, que esperaban respuesta del Alcalde, que iban a “revisarlo”, pero así transcurrieron varios días hasta ¡que por fin! llegó la respuesta  a través de un oficio firmado por  el Lic. Jesús Alberto González Guerrero (encargado de la Secretaría Particular del Presidente Municipal). El contenido del documento en cuestión vuelve a las mismas, olvidando que fue la táctica empleada al inicio de la anterior administración, pero que de nueva cuenta se emplea para negar atención a ciudadanos organizados en nuestro movimiento.

A efecto de ilustrar lo irracional del planteamiento, cito textualmente algunos fragmentos del oficio 795:

“En cuanto su oficio marcado con fecha 29 de noviembre, sobre bolos y despensas, me permito informar que por parte de esta administración municipal se dio inicio a las “Posadas por la familia” con la intención de visitar barrios, colonias y comunidades, en las que se entregan bolos y juguetes a los asistentes”. Quizá no hay razones trascendentes que destacar, sólo hay lugar a preguntarse qué sucede con los ciudadanos que trabajan y no pueden acudir a tales festividades; nada, simple y llanamente se les margina, solo hay un presente para quienes acuden a aplaudir a los gobernantes en turno.

Pero la parte digna de mencionar es la siguiente: “Hago de su conocimiento que los requisitos para ser beneficiario del programa “Bienestar Alimentario” serán emitidos para que cada ciudadano realice su trámite de manera individual, SIN INTERMEDIARIOS”, una vez más la misma cantaleta.

Han pasado más de cinco años de la embestida presidencial y localmente también vinieron ataques del otrora alcalde de Guadalupe, pero de nueva cuenta viene la cargada. Quizá convenga recordarle a nuestro interlocutor que el derecho de asociación no es opcional; y que al espetar a los ciudadanos la misma cantaleta, se están vulnerando los derechos consagrados en la Carta Magna que nos rige. Para demostrar lo anterior cito textualmente el artículo de la Constitución que se refiere a ello:

Art. 9. No se podrá coartar el derecho de asociarse o reunirse pacíficamente con cualquier objeto lícito; pero solamente los ciudadanos de la República podrán hacerlo para tomar parte en los asuntos políticos del país. Ninguna reunión armada, tiene derecho de deliberar.

No se considerará ilegal, y no podrá ser disuelta una asamblea o reunión que tenga por objeto hacer una petición o presentar una protesta por algún acto a una autoridad, si no se profieren injurias contra ésta, ni se hiciere uso de violencias o amenazas para intimidarla u obligarla a resolver en el sentido que se desee.

Con lo anterior queda claro que se puede acudir ante la autoridad de manera colectiva o individual, y aun cuando el partido guinda tuvo mayoría absoluta en el Congreso, no derogaron este artículo que consagra el derecho de organización, pero no solo eso ¿qué son los famosos “servidores de la nación”? Aquel ejército de promotores de las acciones del Presidente, no son ellos un vínculo, un medio, “un intermediario”, o acaso sólo son válidos cuando  se trata de promover al Presidente, acaso ante la proximidad de las elecciones en las que por cierto el titular del ejecutivo municipal es aspirante, ¿él acudirá personalmente a cada domicilio a explicar sus propuestas de gobierno?

Ante un lamentable acontecimiento que provocó el abandono fortuito de funciones del presidente municipal, asumió hace meses las riendas del municipio, José Saldívar Alcalde. ¿Sabrá los excesos de su equipo?, ¿cuándo se acabará esta absurda coartada?, ¿hay intermediarios malos y otros buenos?

Me ocupo del tema pues conviene una vez más conocer el verdadero talante de quienes hoy gobiernan, y como lo hemos visto en distintas latitudes como Sinaloa o Oaxaca, quien así actúa está violando la ley repitiendo la consigna del primer mandatario y mostrando con nitidez, que la guerra contra el intermediarismo no es otra cosa que el intento de imponer la voluntad única de quien gobierna; y a la par de ello eliminar a quienes pretendemos despertar la conciencia del pueblo.

Ante tales actos, no hay otra salida que resistir la embestida, se debe luchar con firmeza y determinación contra quienes hablan del pueblo pero en los hechos lo traicionan; ante quienes abusan de las atribuciones que les otorga la ley y la democracia que los llevó al poder, pero al asumir como funcionarios se comprometieron a servir sin distingos partidistas a todos sus gobernados.