La mentira más grande de Zacatecas: el trabajo todo lo vence

RAÚL SILVA

Nací y crecí en Tabasco, un municipio del sureste zacatecano, con una fuerte vocación migratoria muy añeja. Muchos de sus pobladores soñaban y otros sueñan con ir a Estados Unidos para ganar dólares.

Cuando niño, yo también moría de ganas por conocer “el norte”, pues desde siempre se hablaban maravillas de este país donde la calidad de vida es mejor.

Fui de los pocos que dejó de lado el sueño americano. Yo en cambio, aunque tenía la posibilidad de estar legalmente en Estados Unidos, opté por estudiar la universidad en mi estado.

Me aferré tanto a Zacatecas y evitar mi expulsión, pero las circunstancias me llevaron por otro camino y ahora estoy aquí, no puede escapar de la migración. Fue inútil remar contra la corriente y termine de este lado.

No me puedo quejar, gracias a los dólares que ganaba mi papá tuve una infancia feliz y hasta me gradué de la universidad. Mi padre tiene más de 30 años radicando en Estados Unidos, y claro que fue difícil soportar su ausencia, pero tuve una gran mamá que supo llevar por buen camino a mi familia.

Ahora, sé qué mi papá no salió de Tabasco porque quisiera sino por la carencia de un trabajo estable. Él como yo, y como muchos zacatecanos dejamos nuestra tierra en búsqueda de mejores oportunidades de vida.

Ahora radico en el estado de Washigton, donde tengo un empleo seguro, un salario decente e intento adaptarme a la vida americana desde mi condición de latino o hispano.

Por fortuna me he encontrado con una gran colonia de zacatecanos en este estado cercano a la frontera de Canadá, aunque las colonias más numerosas son de Jalisco y Michoacán.

Durante los descansos, me reúno con un grupo de compañeros del trabajo. Y abordamos diversos temas. Mientras trascurre la plática mi mente me lanza una pregunta ¿Por qué todos estamos aquí y no en nuestra tierra?

Tan sencilla y obvia me resultó la respuesta, por la falta de empleo, la pobreza y las condiciones de vida que imperan en México. Bien o mal en Estados Unidos se vive mejor aunque a un precio caro.

De este lado de la frontera hay más de 1.5 millones de zacatecanos, la mayoría de ellos arriesgaron sus vidas al cruzar la frontera por no tener documentos legales. Todos motivados por los dólares que les permita mantener dignamente a sus familias.

Y luego, salta otra pregunta a mi cabeza mientras doy un sorbo de agua, ¿Qué está haciendo el gobierno para frenar la migración? La respuesta otra vez me resulta fácil: poco o casi nada.

No me sorprendió que del 2012 al 2014 haya aumentado la cifra de pobres en México y que ahora exista 55.3 millones, de acuerdo a un reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

De ese número, alrededor de 418 mil personas son zacatecanos que vive en pobreza extrema y no tiene recurso para alimentarse bien, ello corresponde más o menos a la tercera parte de la población total del estado.

Pese a los avances del gobierno estatal en materia de generación de empleo, el Labor Vincit Omnia o el trabajo todo lo vence, se ha convertido en un sueño casi inalcanzable.

Labor Vincit Omnia, leyenda que pertenece al escudo de armas de la ciudad otorgada el 20 de junio de 1588, ha transitado al discurso para enaltecer los avances del gobierno.

Ocasionalmente le escuché decir esa frase al gobernador Miguel Alonso Reyes en sus discursos cuando trabajaba de reportero en Zacatecas.

Hoy, como hace más de 427 años, Zacatecas sigue siendo un estado rico con grandes vetas de plata y oro. Posee grandes yacimientos de estos metales en sus entrañas, solo que la riqueza no se queda allí, sino que enriquece a corporativos extranjeros.

Por añadidura puedo decir que si en realidad el trabajo todo lo vence, entonces en la entidad no tendría espacio la migración, la pobreza, la inseguridad, la carencia de seguridad social, entre muchas otras cosas.

Desde a fuera todo se ve diferente y duele escuchar como el Labor Vincit Omnia suena a metáfora en un estado donde impera la desigualdad social.

Leí una información donde se decía que en el último año, Zacatecas generó alrededor de siete mil 800 empleos. El crecimiento fue de 5.1%, mayor al nacional que fue de 4.4%, de acuerdo al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Yo me pregunto si esas plazas laborales serán suficientes para una población cercana al millón y medio de zacatecanos, de los cuales más de 635 mil son mayores de 15 años, y en condiciones de laborar.

A ello, se le suma que la remuneración es muy austera con salarios poco redituables, pese al incremento de los productos de la canasta básica y los servicios domésticos.

Yo agregaría otro punto. La centralización del empleo se ha vuelto una manía, dejando en el olvido a los más pequeños, alejados y pobres de la entidad.

Fresnillo, Guadalupe, Zacatecas y Calera son los polos de la industrialización.  Mazapil y Concepción del Oro son el nuevo auge minero, pero el estado tiene 58 municipios, donde el trabajo no todo lo vence y hay muchas carencias.

No es extraño que los municipios más pequeños y alejados de la capital sean los mayores expulsores de mano de obra hacia Estados Unidos. Seguro es la mejor opción ante el olvido que sufren de los gobiernos.

Pese a los avances del gobierno en generación de empleos, contención de la migración y combate a la pobreza aun hay mucho por hacer.

Ojalá que algún día el Labor Vincit Omnia deje de ser solo una leyenda, retórica, metáfora, utopía o una mentira, para ser una realidad…

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest

12 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
12
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x