¿Policía única, solución a la inseguridad nacional?

La creación de una Policía Única para todo el país nació a raíz de la falta de coordinación entre las instituciones de seguridad, sobre todo al suscitarse eventos de grandes dimensiones, entre los que destacan la presencia de civiles armados y enfrentamientos. Situación que derivó en que el presidente Felipe Calderón decidiera sacar al Ejército Mexicano a las calles.
Fue en 2010 cuando el Gobierno Federal fortaleció la idea de concretar dicha iniciativa, bajo los parámetros de contratar a personal altamente capacitado y con el ánimo de servir a la comunidad, por lo que envió un proyecto de reforma constitucional que pretendía eliminar las más de 2 mil policías municipales de México y fundirlas en 32 corporaciones estatales de mando único.
Los gobernadores, de acuerdo con la administración federal, serían los responsables de nombrar a los mandos de cada corporación, quienes también rendirían informes de sus actividades a los mandatarios locales.
Sin embargo, dicha reforma de ley se atoró, junto con muchas otras, en el Congreso de la Unión. El Senado circuló un proyecto de dictamen en el cual se proponen mandos regionales, que operarían en coordinación con la Policía Preventiva. Pero no hubo ningún avance.
Es necesario reconocer que la iniciativa está en línea de la transgresión al Artículo 115 de la Constitución, que establece la autonomía de los municipios. Motivo por el cual algunas entidades han optado por la creación de convenios entre los municipios para tener un mando único, que les pudiera dar la oportunidad de practicar una sola estrategia de policía contra el hampa.
Esa iniciativa la está impulsando la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) y entre las entidades que la respaldan se encuentran Aguascalientes, Durango y Nuevo León, y de facto Baja California Norte.
Pero independiente del mando único es inminente que se tiene que hacer una serie de estrategias en todo el país, que resuelvan situaciones como por ejemplo el hecho de que actualmente alrededor de 420 municipios no tienen policía.
Entre las situaciones que se deben corregir se encuentra la triste realidad de que los estados no realizan control de confianza a sus policías. Hasta septiembre de 2010 solamente dos estados -Baja California Norte y Aguascalientes-, han mandado 50 por ciento o más de sus elementos al control de confianza. El resto, se encuentra muy por debajo de ese porcentaje.
Por otro lado, hay estados como Oaxaca y Coahuila que en el 2010 alcanzaban hasta un 91 por ciento de subejercicio en materia de seguridad. Entonces, la lógica nos dice que si  los recursos no se invierten en la seguridad pública es absolutamente imposible resolver ese conflicto.
Desde nuestra perspectiva hay muchas estrategias para resolver el problema de la inseguridad pública en la nación antes de optar por una estrategia que vulnere la autonomía de los municipios, sobre todo si los gobernadores tienen un gran consenso.
En ese contexto, es necesario reforzar la correcta utilización de los recursos en materia de seguridad, integrar las corporaciones policiacas en los municipios que carecen de agentes, implementar controles eficientes de confianza, capacitar y evaluar a los policías, mejorar sus salarios y dotarlos de armamento.
Conjuntamente con lo anterior, es necesario que los gobiernos federal, estatales y municipales trabajen en una estrategia para recuperar la confianza de la ciudadanía y promover su participación en las acciones de seguridad pública, como lo es la denuncia.
*Representante del PRD ante el IFE.
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