PABLO PEDROZA
“Muchachos, ¿qué dice el amor?”
Roberto Almanza Félix
Eran los días posteriores al anuncio de Mario Delgado, dirigente de Morena: Soledad Luévano se colocaba por encima de Verónica Díaz en las encuestas como candidata de Morena al Senado de la República. La delegada del Bienestar había sido subestimada por los zacatecanos hasta ese momento.
Este fue el primer desencuentro entre David y Ricardo por Verónica. Ricardo apoyaba a su pupila, y David a su favorita, quien, más allá de su estrecha relación, tenía la cualidad de haberlo ayudado a ganar la elección de gobernador utilizando el aparato de gobierno conocido como los Programas de Bienestar con los Siervos de la Nación.
Ya como candidata a la Presidencia de la República, en ese juego en el que Ricardo fue comparsa —pasando de aspirante a la Presidencia a terminar como diputado—, Claudia convocó a los hermanos.
Reunidos en la Ciudad de México, Claudia los había convocado para resolver el entuerto. Ricardo, comprometido con Chole, aceptaba el resultado de la encuesta ya anunciado por Mario Delgado. David, por su parte, enumeraba los méritos de Verónica y su compromiso hacia ella. Así transcurría el encuentro, hasta que David, iracundo y terco como es, se alejó de la sala como quien necesita aislarse para calmar su rabia, su coraje o su falta de argumentos.
Finalmente, después de darle tiempo para que se serenara, Claudia le conminó a reintegrarse a la reunión. Tras dejar claro que a ella le daba igual que fuera “Chana o Juana”, Ricardo cedió, llevándose como consuelo la candidatura a la diputación federal del primer distrito. Chole le había servido y cuidado, pero no era para tirarse a matar por una senaduría.
David, con la ventaja de ser gobernador, aseguró la senaduría para su candidata Verónica. Desde entonces, han formado un dúo político que se ha mantenido íntimamente unido: a veces comparten el poder abiertamente y otras fingen distanciarse, pero sus intereses personales los mantienen profundamente entrelazados en diversos aspectos.
Esa reunión también propició la buena fortuna de Ulises Mejía Haro; habrá que ver cuánto más tiempo continúa esta alianza.
Cuatro años después, como en la película Dos tipos de cuidado, David y Ricardo se preparan para enfrentarse, esta vez por dos mujeres que contenderán por la gubernatura: Verónica Díaz y Julia Olguín Serna. El cuadrilátero está listo.
Ante el claro apoyo gubernamental impulsado por el administrador del nuevo modelo de gobernanza, David, Ricardo Monreal —aunque no le guste que se interprete así— ha posicionado en Zacatecas a su exfuncionaria y diputada morenista, Julia.
Lo hace mediante la franquicia de su socio, amigo y correligionario Pedro Haces Barba, líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM). Es el mismo Pedro Haces que proporciona transporte a Ricardo Monreal para atender sus asuntos, aunque a este le cause cierta pena disfrutar de esos lujos, estando acostumbrado al Uber y al taxi.
Fue también Pedro Haces, quien tiene participación accionaria en la operación de la Plaza de Toros Las Ventas en Madrid, España, el que vino a tomarle protesta a Julia Olguín como dirigente estatal del CATEM en Zacatecas. El acto se realizó en un área del Palacio de Convenciones y contó con la compañía de quienes días antes habían visitado a Ricardo Monreal Ávila en la Cámara de Diputados: Saúl Monreal Ávila —senador, víctima de su apellido— y Rodrigo Reyes Mugüerza, secretario general de gobierno.
Saúl publicó en su cuenta de Facebook sobre el encuentro con Ricardo: “Aquí con Ricardo Monreal, el gran líder del movimiento en Zacatecas —si ya David se achica, solo él lo remata—. Coincidimos en que no es sano aceptar imposiciones ni caer ante injusticias. Cómo no recordar aquella lección que nos dio cuando luchó por la dignidad y la democracia en Zacatecas, algo que sin duda marcó el rumbo de nuestra historia política y que hoy sigue inspirando a quienes creemos en la congruencia y en las causas justas”.
David, Saúl te lo deja claro: el líder es Ricardo, no tú. Y como Ricardo no se ha expresado ni matizado al respecto, pues avala a Saúl.
Rodrigo, en otro tono, simplemente dejó testimonio de la visita con un: “Como siempre, todo un honor y privilegio poder platicar con el doctor Ricardo Monreal. Como en cada ocasión, su orientación y consejo para el desempeño de mi función y para proyectos futuros es sumamente enriquecedor.
“Me obsequió una copia —un ejemplar— de su más reciente libro ‘1847, el despojo’. Salí realmente motivado”.
De esta manera, los tres ricardistas estuvieron presentes en el evento del CATEM.
Casualmente, durante el transcurso de la toma de protesta, personas cercanas a la oficina de David observaron una notable alteración en el carácter de su jefe. Algunos comentarían que andaba de mal humor y que era mejor no acercársele.
El arribo de Julia Arcelia Olguín al CATEM le afectó profundamente.
Aunque si no quiere acabar solo y perdiendo la elección, lo sucedido puede ser la oportunidad para deshacerse de Verónica Díaz, si tiene el valor y la inteligencia política necesarios.
Para Julia Olguín Serna, esta posición es oxígeno puro. La visibiliza empoderada por el millonario socio del también millonario Ricardo. ¿Dinero y trabajadores contra gabinete? Con ella sí podemos inferir que la triada aportará al posicionamiento, y que su campaña podría situarse mejor que la de la favorita de la Casa de los Perros.
Y es que si se pretende avalar con el prestigio de un gobierno —y su cabeza— que no logra salir del sótano en las encuestas de aprobación, la tarea se hace cuesta arriba. Que a pesar de estas ventajas Verónica no despegue es, sencillamente, su mayor desgracia.
Julia tiene la oportunidad de sobresalir si atiende y coadyuva a mantener el orden, evitando las prácticas que han sido señaladas por su líder nacional y por Ricardo.
Pedro Haces Barba declaró, según registra NTR: “No permitiré ningún pinche delincuente”, enfatizó en un contexto donde miembros de la CATEM en Zacatecas habían realizado prácticas de extorsión a materialistas, lo que generó señalamientos por su impacto en el sector de la construcción. Además, estas acusaciones se vinculaban con métodos observados en Torreón y Durango, donde se asociaron con personas de mala reputación para lograr sus objetivos.
Ahí tiene Julia su primer reto y oportunidad para demostrar de qué está hecha y para qué la nombraron: ser o no ser parte de la solución. He ahí la disyuntiva.
Julia ya señaló en su primer mensaje sindical que su acción prioritaria al frente de la CATEM será realizar una evaluación completa del estado que guarda la organización en Zacatecas, con el fin de deslindar responsabilidades y reforzar la credibilidad del gremio, pues “quien no hace las cosas bien, solito se va separando”.
Esto le dará movilidad regional y estatal, lo que a su vez posicionará su imagen pública.
La misma tarea la llevará a dialogar con la nueva gobernanza: Verónica ya no tendrá la exclusividad.
David tiene razón en sentirse preocupado por perder el control.
Imaginemos la posibilidad de que David ya haya hablado sobre Verónica con Claudia Sheinbaum. Es probable que Claudia le haya señalado que, efectivamente, Verónica debe ganar la encuesta para mantenerse como candidata. Pero si ella no logra crecer en las preferencias, será la otra candidata la que gane terreno.
De Salida
UNO. El escenario Verónica-Julia fortalece la posibilidad de que, para evitar problemas, Claudia y Morena opten por un varón para la candidatura. Ahí es donde Ulises, Rodrigo y Alfonso Ramírez Cuellar entran, si hacen bien su trabajo.
DOS. Si aún dudaba qué tan cerca está Verónica Díaz de sucederle, y que el aparato de gobierno está en marcha, basta ver el hilarante video donde David la exalta. Sigue empequeñeciéndose, condenándose a la trivialidad y a la nada. A David, ayer en Fresnillo con Verónica en el presídium, solo le faltó inclinarse ante ella —públicamente—, ponerle la zapatilla de cristal y aclamarla como su Cenicienta.
TRES. Hubo un tiempo en que se regalaban chocolates o flores, pero no gubernaturas.
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Columnista con experiencia pública y mirada crítica.
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