PABLO PEDROZA
“Hemos estado planteando que ya se abran los centros de acopio.
El precio de garantía es 27 pesos, pero desgraciadamente
se han corrompido los centros de acopio.
Los mismos encargados de los centros de acopio
están pidiendo dos pesos por kilo para
que puedan los campesinos meter ahí su frijol”.
Productor frijolero narrando la tragedia que nadie resuelve.
Por si lo anterior fuera poco, nos confía: “Y, desgraciadamente, los centros de acopio y sus encargados están dándole preferencia a los coyotes y a la delincuencia organizada. Eso es grave para el campesinado. Y no los dejan sacar el frijol ni de la región siquiera a los productores”.
Esa es la desgracia no sólo de este, sino de cientos o miles de productores frijoleros que sufren el incumplimiento y la corrupción de autoridades federales y estatales, además del coyotaje y la delincuencia organizada. Todos estos actores tienen sus intereses cubiertos y actúan con impunidad, amparados por el poder, el fuero, la necesidad de los productores y sus familias, y por las armas y amenazas que emplean. Con ello, acrecientan la desgracia de los productores no solo en Zacatecas, sino en muchos estados de este país que, dicen, ya “cambió”, mientras en los hechos se mantiene igual o peor.
Claro, habrá quienes, desde la comodidad de sus oficinas o desde las Posadas del Bienestar —donde Verónica Díaz es pastoreada como única figura, más cercana al establo que al pesebre—, exijan: “¡Qué denuncien!”.
Pero, ¿para qué? A la vista de lo que ha venido pasando con los productores que han denunciado en este país, o con quienes lo han hecho por ellos, queda claro que, para atender sus vulnerabilidades, el gobierno y las fuerzas de seguridad sirven, en los casos recientes, para pura madre. Son especialistas en eso de “muerto el niño, tapar el pozo”.
Los productores van asumiendo que es mejor morir de hambre que ponerse vulnerables pidiendo que se garantice su derecho. Regresemos a su testimonio:
“No lo han podido sacar, argumentándoles que deben venderlo a los coyotes y no a los centros de acopio. Los miembros de la delincuencia organizada, conjuntamente con los coyotes, están acaparando el frijol y lo están metiendo ahí, en los centros de acopio, y a los pobres campesinos nos afecta. La delincuencia organizada, inclusive, tiene blindados los centros de acopio. Llega gente con su producto y no los dejan ni siquiera que se arrimen”.
“Ellos dicen: ‘Vas y se lo vendes a fulano de tal, a zutano, y ellos te lo van a comprar a siete u ocho pesos’. Y no los dejan ni siquiera que se arrimen a los centros de acopio, y los amenazan, los compañeros. Y si no, pues se lo regresan, se lo llevan a su casa y ya no los dejan sacar el producto ni siquiera a otros lugares”.
“Porque en el camino hay retenes; no pueden sacar el frijol para comercializarlo en otro lado si no es por medio de ellos. Y la pregunta es: ¿Qué, acaso el gobernador no sabe que se están dando este tipo de cosas? ¿Quién nos gobierna, pues? Quiere decir que también el gobierno del estado tiene injerencia para que sucedan este tipo de cosas. El gobernador no da la cara, no opina al respecto. Nadie dice nada”.
Y no nos olvidemos de quiénes son los principales coyotes. Hay algunos que están ahí, en la legislatura. Ustedes saben quiénes son, nomás en la región de Sombrerete y esa zona.
¿Me darías un nombre en concreto?
Pues ahí, por ahí, hay un diputado que se llama Jesús Padilla, que es de la zona frijolera y es el que está acaparando el frijol allá en el estado, en esa región de Sombrerete. ¿A cuánto lo paga él? De siete a 10 pesos el kilo de frijol.
En cuanto a la cantidad, ¿cuántas toneladas se van a acopiar este año? A nivel nacional, en un principio se decía que serían 60 mil toneladas en los centros de acopio. Luego, tras una negociación, se llegó a la conclusión de que serán aproximadamente 160 mil toneladas. El problema es que la producción real de frijol en Zacatecas va a ser de 450 mil toneladas.
Ante esto, surge una pregunta crítica: ¿en dónde van a quedar las otras toneladas? Y esto nos lleva a cuestionar, ¿a qué grado de corrupción hemos llegado? Basta con hacer las cuentas. Los encargados de los centros de acopio están pidiendo una “comisión” de dos pesos por cada kilo de frijol. Eso significa que el precio no es realmente el oficial de 27 pesos, sino de 25 pesos el kilo. Si se van a acopiar 160 mil toneladas —o incluso 170 mil—, hagamos el cálculo con esos dos pesos de más.
Hagamos las cuentas, como señala el productor: 170 mil toneladas equivalen a 170 millones de kilos de frijol. Multiplicados por los dos pesos de soborno por kilo, da un total de 340 millones de pesos. Esa sería, nada más, la cifra que pasa por esa ventanilla de corrupción institucionalizada de la federación.
Después de lo que pasó con Segalmex y el protegido de Andrés Manuel López Obrador, Ignacio Ovalle, ¿quién podría dudar del ejercicio diario de estos delitos de cuello blanco en programas como “Alimentación para el Bienestar”? Es la acción de los corruptos y de quienes los toleran.
Por cierto, el mencionado Jesús Padilla estuvo presente en la mesa de diálogo generada el 25 de noviembre, después de que los frijoleros tomaran el Palacio de Gobierno —del cual, precisamente, está ausente una respuesta efectiva—. En esa mesa se revisó lo referente a 14 Centros de Acopio.
Que Jesús Padilla sea coyote es su forma de hacer dinero, y si así quiere vivir, es muy su gusto. Pero estar sentado en una mesa donde los frijoleros describen su desgracia y suplican auxilio es, literalmente, no tener madre. No queda más que escribir que eso de meter al coyote en la misma mesa con sus futuras víctimas fue una falla de la nueva gobernanza y un abuso por parte de Jesús Padilla.
Cabe añadir que el productor nos dice que, de esos 14 centros de acopio minutados en la reunión, lo que pasó ahí fue tinta invisible y pura saliva, porque nada funciona ni beneficia realmente al productor frijolero.
Concluye el productor frijolero con su análisis de la situación a gran escala:
“Según lo que se maneja a nivel nacional, en un principio decían que en los centros de acopio se iban a acopiar 60 mil toneladas. Luego, tras una negociación, se llegó a la conclusión de que serán aproximadamente 160 mil toneladas. Pero el problema de fondo es que la producción real de frijol en Zacatecas va a ser de 450 mil toneladas”.
Y entonces surge la pregunta inevitable: ¿en dónde van a quedar las otras toneladas? Esto nos lleva a cuestionar a qué grado de corrupción hemos llegado. Basta con hacer las cuentas. Por un lado, los encargados de los centros de acopio están pidiendo una “comisión” de dos pesos por kilo de frijol. Esto significa que el precio efectivo para el productor no es el oficial de 27 pesos, sino de 25 pesos el kilo. Si se acopian 160 mil toneladas, o incluso 170 mil, multipliquen: a dos pesos por kilo, la cifra es escandalosa.
Pero eso es solo una parte. Por otro lado, está el negocio de los coyotes y el crimen organizado. Si ellos le compran al productor a siete, o a lo mucho diez pesos el kilo, y logran colocar esas mismas 160 mil toneladas en los centros de acopio a 27 pesos, la ganancia es monumental. La pregunta es clara: ¿cuánto le están robando al campesino?
“A ellos, efectivamente, se los compran a 27 pesos los mismos centros de acopio. ¿De cuánto estamos hablando? Estamos hablando de cientos de millones de pesos. Y la cifra crece. Según estos cálculos, la bolsa de esta corrupción e impunidad estaría cercana a los mil millones de pesos”.
¿Y quién creen que se queda con ese dinero? “Nosotros vemos que es la misma delincuencia organizada. Yo creo, no quiero ser mal pensado, pero yo creo que el gobierno del Estado… ni modo que no sepa qué se está haciendo en Zacatecas”.
Ese es un aspecto del problema. Pero hay otro aún más grave y complejo. El otro aspecto es el siguiente: supongamos que ya están pagando los 27 pesos por lo que logra entrar. La pregunta crucial es: ¿a cómo están vendiendo ese mismo frijol en Walmart, Soriana y otras tiendas? Lo venden hasta a 40 o 45 pesos el kilo. Ahí se abre otro gran abismo de ganancia, una brecha enorme que se traga el valor que genera quien lo cosecha.
En esta crisis de los frijoleros, como en otras, bien podría aplicarse el principio administrativo: “Una orden dada y no supervisada no sirve para nada”. Esto significa, por si quienes administran este estado aún no lo tienen claro, que una instrucción sin seguimiento ni control no se cumple ni produce resultados. Este criterio se usaba, o más bien se debía usar, en el ámbito administrativo para enfatizar que sin supervisión los acuerdos y órdenes quedan en el papel.
Pero ellos, en lugar de aplicar este principio básico de gobierno, andan distraídos como novios adolescentes, paseando a Verónica Díaz por las posaditas. Allá ellos.
De Salida

UNO. Y mientras los frijoleros sufren, ese sujeto con el mote de ‘Zuñi’ se entretiene como un delincuente de cuello blanco, solicitando la contratación de un “Servicio Especializado de Asesoría y Consultoría en Materia de Estudios de Opinión e Impacto”. El objetivo declarado es evaluar la Estrategia General de Comunicación Social y Gubernamental del Estado de Zacatecas para el Ejercicio Fiscal 2025, una solicitud que emana directamente de la Jefatura de Oficina del Gobernador.
DOS. Rauda, veloz, pero sobre todo obediente, la Secretaría de Administración emitió las Bases de la Licitación Pública con Recurso de Origen Estatal de Carácter Nacional No. SAD-932079957-32-2025 el 13 de noviembre de 2024. Y, demostrando una eficacia que otros asuntos urgentes jamás ven, el primer día de diciembre ya se emitió el fallo que otorga el contrato a la única empresa participante: BENDITARED S.A. de C.V., por un monto de tres millones 400 mil pesos.
Si quiere saber a qué se dedica esta empresa, entre a benditared.com. O, como sea, aquí les dejamos una captura de pantalla de su perfil.
Tras este episodio, queda absolutamente claro que el estado y sus habitantes les valen madre. Ellos son felices en su burbuja de delitos de cuello blanco.
TRES. La famosísima mesa de seguridad, que a veces actúa por causas nobles y otras por presión o por la FRIZ. La pregunta es: ¿hará algo, por fin, para proteger a los frijoleros de la delincuencia organizada, o también a ellos les vale?

