Mazapil, Zac.- Por tercer año consecutivo, la empresa minera se sumó a la Peregrinación y Fiesta Patronal de San Tiburcio el pasado 11 de agosto. Su participación no es un mero acto protocolario; es una apuesta calculada por integrarse al tejido social del semidesierto zacatecano.
La festividad congregó a empleados, contratistas y habitantes de San Tiburcio y comunidades aledañas. La jornada fusionó fe y tradición con una misa oficiada por el párroco Ernesto Madera, quien ensalzó la figura del santo como símbolo de protección local.
El evento culminó con una callejoneada que recorrió las calles del pueblo. Esta manifestación cultural sirvió como catalizador de la hermandad, reforzando un orgullo identitario que trasciende lo festivo.
Para la compañía, esto representa una estrategia de vinculación clara. El ingeniero Rafael Sánchez Campos, su Gerente General, lo definió como “conectar con nuestras raíces” y fortalecer los lazos que impulsan el desarrollo regional.
Más que un gesto, es una inversión. Orla Camino Rojo se posiciona como un aliado que apuesta por la identidad cultural como pilar para su propia sostenibilidad operativa en la región.
LNY | Redacción