viernes, diciembre 12, 2025
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Morena denuncia “intromisión política” del Obispo zacatecano

Zacatecas, Zac.- El líder de Morena en Zacatecas, Rubén Flores Márquez, presentó una queja formal ante la autoridad electoral local contra el obispo Sigifredo Noriega Barceló, acusándolo de presunta intromisión política y manipulación ciudadana tras críticas a la Cuarta Transformación, lo cual ha escalado la tensión política en el estado.

La controversia se originó a partir de declaraciones emitidas por el obispo Sigifredo Noriega Barceló, quien cuestionó abiertamente el impacto y los avances de la Cuarta Transformación en el país y en Zacatecas. El jerarca católico expresó su escepticismo sobre si dicho movimiento ha generado un cambio positivo, señalando la existencia de “muchos damnificados” del proyecto gubernamental.

Noriega Barceló fue crítico con lo que considera una falta de producción necesaria y acciones gubernamentales ejecutadas “de manera atropellada”, citando específicamente la reforma a la Ley General de Aguas, que, según él, no fue socializada suficientemente. Además, subrayó la importancia de atender las demandas de los campesinos para proteger la economía nacional y evitar la dependencia de importaciones de alimentos.

En respuesta, el dirigente estatal de Morena, Rubén Flores Márquez, acusó al obispo de “manipular” a la ciudadanía y de extralimitarse en sus funciones al entrometerse en asuntos políticos. Flores Márquez declaró que su deber como morenista es “atacar la mentira, venga de quien venga”, y manifestó que no tolerará intentos de “engañar, mentir y manipular a las personas”, exhortando al obispo a “evitar cometer un pecado que es la mentira”.

La confrontación escaló con la presentación de una queja formal por parte de Flores Márquez ante el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ). La denuncia se fundamenta en acciones y actos del obispo que, a juicio del partido, contravienen el principio constitucional de laicidad y la separación entre el Estado y la Iglesia, en violación de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales.

Morena solicita a la autoridad electoral que ordene al obispo abstenerse de realizar actos con tintes políticos, especialmente cuando porte “vestimenta y/o artículos religiosos”. El líder morenista enfatizó que cualquier ministro de culto que aspire a participar en la vida pública y política debe “dejar el hábito”, resumiendo su postura con la máxima “Lo que es del César al César y lo que es de Dios a Dios”.

A pesar de la denuncia, Flores Márquez defendió los avances de la Cuarta Transformación, destacando beneficios como la salida de más de 13 millones de mexicanos de la pobreza y un aumento del salario mínimo del 154 pesos, pasando de 88 a poco más de 357 pesos. También resaltó que la Ley General de Aguas busca garantizar el líquido como un derecho humano, y que 32 millones de familias reciben apoyos directos, muchos de los cuales ya son derechos constitucionales.

La confrontación generada por el líder morenista provocó un cisma interno. Omar Carrera Pérez, fundador del movimiento, se desmarcó públicamente de los señalamientos de Rubén Flores. Carrera Pérez declaró que no coincide con las acusaciones contra Monseñor Sigifredo Noriega Barceló, y recordó al dirigente que Morena “nació del diálogo, no de la confrontación”. Desde su posición como católico y político, defendió la necesidad de “altura y prudencia” y señaló que “exhibir diferencias en público no es el camino”, pues Zacatecas requiere acuerdos, no “choques mediáticos que solo dividen”

El obispo Noriega Barceló ha recibido un inmediato y amplio respaldo por parte de la oposición política. Carlos Peña Badillo, dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), calificó las declaraciones de Flores Márquez como “absurdas, ridículas e irresponsables”, y defendió la labor social del obispo para fortalecer la cohesión social.

Por su parte, Juan del Real, coordinador operativo estatal de Movimiento Ciudadano, reconoció al obispo como un “líder social respetado” y afirmó que la grave situación de inseguridad y demandas en Zacatecas requiere la participación de todos los actores sociales, incluidos los religiosos, en la búsqueda de soluciones. El caso en Zacatecas se convierte así en un punto de referencia sobre los límites del discurso político y la crítica social de ministros de culto dentro del marco legal de laicidad.

LNY | Redacción

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