Zacatecas, Zac.- La universitaria y defensora de derechos humanos Cristela Trejo Ortiz recibió la Presea al Mérito Infantil “Gachita Amador” el 30 de octubre de 2025 en Zacatecas. La distinción honra su trayectoria de más de 30 años acompañando a niñas y niños víctimas de violencia sexual, usando la plataforma para denunciar la persistencia de violencias en un sistema que calificó como “adultocentrista, indolente e insensible”.
La Presea, otorgada en el marco del Festival “Graciela ‘Gachita’ Amador Sandoval”, constituye un reconocimiento notable debido a su enfoque temático. En los 11 años de existencia del festival, es apenas la segunda ocasión en que la distinción se entrega a una persona dedicada directamente a la defensa de los derechos humanos de la niñez. Esta presea históricamente se ha concedido a personalidades que han realizado valiosas aportaciones al desarrollo en pro de la niñez, y específicamente a quienes hacen arte y cultura para niños, incluyendo títeres, plástica, radio o cuentos.
Trejo Ortiz, cuya labor se extiende por más de tres décadas en el acompañamiento de víctimas de violencia sexual, reconoció los avances institucionales logrados en la procuración de justicia, señalando al mismo tiempo que las violencias no han cedido. La activista fue explícita al describir la realidad de las víctimas, afirmando que el sistema “adultocentrista, indolente e insensible” utiliza a las personas, especialmente a los menores, como “objetos para su absurdo e inhumano placer”. Denunció la realidad de un sistema donde son pocas las familias que se atreven a denunciar y son mínimas las víctimas que logran acceder a la justicia.
Durante su mensaje, Trejo Ortiz expresó la alegría y el compromiso que representa recibir un galardón con el nombre de Graciela “Gachita” Amador. Recordó que Amador, originaria de Villa de Cos, fue una figura pionera que “politizó su actuar desde el arte, el feminismo y la solidaridad con las infancias”. Amador fue una defensora de las mujeres, las obreras y las víctimas del conflicto armado posrevolucionario, además de impulsar proyectos culturales como El Niño Luchador, bajo la convicción de que apoyar a la infancia era el acto más justo y transformador. La premiada enfatizó que “Gachita nos enseñó que el arte es transformador, es una herramienta para resistir la desigualdad y la injusticia, es amor”.
La activista hizo un llamado al compromiso colectivo, urgiendo a la sociedad a continuar apoyando las causas por las infancias desde cualquier ámbito: en las aulas, la academia, las instituciones gubernamentales, la empresa o la gestión. Solicitó apoyo práctico y material, como insumos, participación en rifas, dulces y juguetes, recordando que “Todo nos sirve a quienes estamos allá en las periferias”.
Trejo Ortiz concluyó su intervención con una invitación a transformar la tristeza y la rabia en una fuerza impulsora. Dedicó un momento especial a la memoria de su hijo, el artista Pablo Márquez Trejo, a quien recordó como un creador comprometido con las infancias. Instó a que el dolor se convierta en “un motor para detener esta guerra sistemática que invade el mundo y nuestras comunidades”, pidiendo a la sociedad no cesar de ser agentes resilientes que trabajen “con ternura, con y para las niñeces”.
LNY | Redacción

