CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
La aprobación ciudadana del gobernador David Monreal Ávila cayó a 42.7% en noviembre de 2025, de acuerdo con la medición más reciente de Mitofsky. En un solo mes perdió 2.8 puntos porcentuales y se colocó en el lugar 29 del ranking nacional, dentro del grupo de mandatarios peor evaluados del país, tras 51 meses al frente del gobierno estatal.
El dato no se explica únicamente por el desgaste general de los gobiernos locales. A nivel nacional, la aprobación promedio de los gobernadores se ubica en 50.1%, con una baja moderada de 0.6 puntos respecto a octubre. La caída de Monreal es mucho más pronunciada. Mientras el promedio nacional retrocede con cautela, Zacatecas cae con fuerza, marcando una diferencia que apunta a factores locales de desaprobación más profundos.
La medición se levantó durante noviembre entre más de 134 mil personas mayores de edad que usan Internet y teléfonos inteligentes. Se trata de una radiografía amplia del ánimo ciudadano en el entorno digital, ajustada con criterios demográficos oficiales para equilibrar la muestra. No retrata a todo el estado, pero sí al sector más activo en la conversación pública, donde se forman percepciones, se amplifican críticas y se fija el clima político.
El contraste regional agrava el panorama. En el bloque Bajío Occidente, Zacatecas ocupa el último lugar entre nueve entidades. Con 42.7% de aprobación, el gobernador queda 8.2 puntos por debajo del promedio regional, que alcanza 50.9%. La distancia con estados vecinos es aún más marcada: San Luis Potosí y Jalisco superan el 55%, ampliando la brecha y aislando a Zacatecas en la evaluación ciudadana.
La evolución de 2025 refuerza esta lectura. El año comenzó con una caída fuerte en la aprobación de los gobernadores, seguida por recuperaciones parciales en agosto y septiembre. Sin embargo, el cierre del año volvió a ser negativo. En ese contexto, el descenso de Zacatecas no acompaña la curva nacional: la profundiza. No es un vaivén compartido, sino una pendiente propia.
Con más de cuatro años de gestión cumplidos y una población estatal superior a 1.5 millones de personas, el gobierno de David Monreal entra en una fase de vulnerabilidad política visible. Una aprobación que no logra alcanzar el 45% y que además retrocede de manera clara reduce el margen de maniobra del Ejecutivo, especialmente en un entorno donde la percepción pública influye directamente en la lectura de la economía, la seguridad y la eficacia gubernamental.
Los datos no describen un simple estancamiento, sino un deterioro sostenido que separa a Zacatecas de la dinámica de sus vecinos. En la opinión pública digitalizada, el gobernador aparece debilitado, sin señales inmediatas de recuperación y con un desgaste que ya no es sólo nacional, sino marcadamente local.
Sobre la Firma
Periodista especializada en política y seguridad ciudadana.
claudia.valdesdiaz@gmail.com
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