TANIA LIBERTAD SÁNCHEZ ROMERO
El cierre del semestre agosto–diciembre 2025 en la Unidad Académica Preparatoria de la UAZ representa un momento de balance, reflexión y proyección hacia los desafíos inmediatos que enfrenta la institución.
Este periodo ha estado marcado por el esfuerzo colectivo para avanzar en la implementación del nuevo plan de estudios, un proyecto académico que exige reorganizar prácticas pedagógicas, revisar contenidos y fortalecer el acompañamiento a las y los estudiantes.
La transición curricular implica no solo actualizar programas, sino también replantear estrategias de enseñanza, evaluación y tutoría, lo que demanda un compromiso sostenido de toda la comunidad educativa.
En este proceso, la formación docente permanente adquiere un papel central. La actualización continua se vuelve indispensable para responder a las necesidades actuales del alumnado y para garantizar que el nuevo plan de estudios se traduzca en experiencias de aprendizaje significativas.
La profesionalización, lejos de ser un requisito administrativo, constituye una oportunidad para que el cuerpo docente consolide competencias pedagógicas, tecnológicas y socioemocionales que favorezcan la calidad educativa.
Asimismo, la Preparatoria enfrenta dos retos persistentes: la deserción y la reprobación.
Ambos fenómenos requieren estrategias integrales que incluyan acompañamiento académico, orientación psicológica, programas de regularización y el fortalecimiento del sentido de pertenencia institucional.
Atender estas problemáticas implica comprender que las trayectorias escolares se ven influidas por factores sociales, económicos y personales, por lo que las respuestas deben ser multidimensionales y sensibles a las realidades del estudiantado.
Finalmente, el compromiso por prevenir y erradicar la violencia en los centros de trabajo y en el entorno escolar se mantiene como una tarea prioritaria.
Generar espacios seguros, libres de discriminación y de tratos indignos es indispensable para garantizar ambientes propicios para el aprendizaje y la convivencia. En ello, la corresponsabilidad entre docentes, personal administrativo y autoridades resulta fundamental.
En conjunto, este cierre de semestre invita a reconocer los avances logrados, pero también a redoblar esfuerzos para enfrentar los retos que definirán el rumbo de la Preparatoria de la UAZ en los próximos años.
Sobre la Firma
Médica y académica, actualmente dirige la Unidad Académica Preparatoria de la UAZ
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