SILVIA MONTES MONTAÑEZ
EL TIEMPO transcurrido no ha bastado para atender el tema de la nómina magisterial que al arranque del sexenio se estigmatizó como un asunto de falta total de voluntad política por parte de Miguel Alonso Reyes y una gran oportunidad de David Monreal Ávila para corregirlo.
DEMUESTRA la situación actual que el asunto no se podía resolver sobre las rodillas y que tenía y tiene enorme complejidad porque impacta los derechos adquiridos y otorgados al magisterio estatal que naturalmente no está dispuesto a perderlos.
LA REALIDAD se impone y se expresan voces como la del priista José Olvera respaldando a la sección 58 del SNTE por rechazar la transferencia de plazas estatales al sistema federal a través del denominado Programa de Apoyo Extraordinario 2025.
CONTRASTANTE el hecho de juzgar con dedo acusador al ex gobernador Alonso y toparse con la postura sindical porque se vulneran sus prestaciones económicas con una propuesta presentada, además, sin consultar al magisterio como lo advierte Olvera Acevedo.
CON LA oferta de una compensación de 37 mil pesos para transitar a la federación se demuestra lo limitado y torpe que puede llegar a ser este gobierno al llevar a los maestros al riesgo de renunciar a conquistas ganadas a cambio de un apoyo único,
DEMAGOGIA y acusación de herencias malditas han prevalecido durante la tal “nueva gobernanza” que ahora ofrece una alternativa sin garantía de conservar compensaciones, estímulos, seguridad social ni poder adquisitivo del magisterio ¡Qué barbaridad!
FEDERALIZAR en las condiciones planteadas provoca incertidumbre sobre jubilaciones, pensiones, antigüedad y escalafón, generando preocupación sobre el futuro laboral de los docentes estatales como bien lo señaló el delegado del tricolor.
LA NÓMINA así delineada con el programa mencionado sugiere falta de transparencia porque no incluye mecanismos de apelación, acompañamiento jurídico, auditorías independientes ni rendición de cuentas. Obviamente iba a presentarse el rechazo.
NO ES ASUNTO menor ni los maestros están extendiendo la mano para recibir una dádiva y lanzarse al vació; en efecto, el gobierno debe ser sensible y buscar consensos con la clase trabajadora, respetando siempre todos los derechos y las prestaciones laborales.
SIMPLE y sencillamente la manifestación del magisterio es legítima al defender sus logros sindicales, aunque se presenten daños colaterales como bloqueos o suspensión de actividades educativas. Pero es la única forma de protesta, presión y lucha.
YA LO VEMOS con toda claridad, lanzar culpas fue sencillo y a cuatro años de hacerlo, el desgobierno de David actúa de espaldas a los maestros con un programa mediocre al no incluir garantías de beneficios como el otorgado precisamente en el sexenio de Ricardo Monreal.
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Periodista de oficio y carácter crítico que conoce el poder por dentro
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